La casualidad de mi vida sucedió hace dos años.
A veces paseo sin esperar ya nada.
No es lo mismo.
Cualquier mirada está vacía de todo sentido o sentimiento.
La vida también está desierta. Ya no hay esperanza. Nunca más.
Hay casualidades que inflaman pechos y lenguas.
Hay casualidades que retuerecen cerebros hasta el éxtasis.
Hay casualidades que desentierran la fe de las profundidades.
Casualidades que sobreponen, arrancan, despiertan, acunan...
Y hay casualidades que desgarran, descuartizan y aniquilan.
La casualidad de mi vida fue hace dos siglos.
Hoy me he dado cuenta.
es una manera bonita de mirar el mundo... pensaré en la mia ;)
ResponderEliminarLas casualidades esperan a la vuelta de la esquina... Sólo tienes que estar dispuesta a girar en el momento oportuna.
ResponderEliminarUn beso!