jueves, 22 de marzo de 2012

AVE de rapiña


AVE MADRID – BARCELONA, salida a las 16:30. Son las 16:00 horas y anuncian la vía. Me dirijo rápidamente. Solo unas 8-10 personas van antes que yo.

En todo el tren, hay un asiento que tiene un enchufe debajo. Solo uno, en uno solo de los coches. En clase turista. En preferente lo hay en todos los asientos. Pero en tiempos de crisis, toca clase turista. Como sé el asiento (que no lo diré) lo pido siempre en la agencia. Estaba libre y me lo dieron. Hasta ahí, perfecto. Pero puede que alguna de las 10 personas que van delante de mí, esté en el asiento de mi lado o en el de atrás, que también tienen acceso al enchufe.

 Camino ligera, voy pensando que es imposible que se me hayan adelantado. Subo los escalones, casi me caigo entre la aceleración, la maleta, el bolso y el maletín del portátil. Y oh, Dios, qué imagen tan horrible. Una chica está abriendo su maletín para extraer su portátil. Está de espaldas.¿Conexiones neuronales, para qué os quiero?. Si saco el portátil no me da tiempo, pero una maravillosa visión me viene: el cargador está encima de todo. Abro la cremallera a ocho mil por segundo, me pongo delante del enchufe, saco el cargador y, mientras la otra se está incorporando con el portátil de la mano, lo incrusto en el enchufe. YA ESTÁ.. El cable solamente.. Disimuladamente, me dispongo a sacar el portátil con tranquilidad mientras veo por el rabillo del ojo a la otra chica que parece desolada. No se mueve durante unos instantes, como si le hubiera dado un aire. Después cae casi desmayada al asiento de atrás. Parece que se preguntara de dónde había salido yo y cómo había podido adelantarme. No puedo mirarla a la cara. No puedo. Por un lado, siento el orgullo de haberla ganado pero, por otro, casi me siento mal. De la supervivencia a la maldad no hay más que un paso. Mientras coloco la maleta y el maletín, ella sigue mirando ese cable colgando con las clavijas metiditas en su objeto de deseo. Como si ahí estuviera el misterio de la vida, al que ella no ha podido acceder. La veo realmente mal y pienso que igual necesitaba hacer algo de vida o muerte con el ordenador. Sigo sin mirarla a la cara. Si la miro, acabaré diciendo que si lo necesita, lo use ella y hasta la invitaré a la merienda. Finalmente, no cedo. Coloco bien todas mis cosas, meto la clavija del cable colgante en el ordenador, extiendo la bandeja y me siento.

 No cedí porque precisamente tengo que hacer ejercicios de maldad. Me lo ha recomendado mi coach. En el trabajo nos hicieron un curso de habilidades directivas y teníamos que cumplimentar un test. Además de salirme el perfil de directora-reformadora (a ver si mi jefe me sube el sueldo), me recomendaba que no permitiera que se aprovecharan de mi bondad, que podía generarme estrés. Así que simplemente pensaré en la selección natural. Solo los más fuertes y más rápidos sobreviven. La chica se pasó todo el viaje dormida y yo cumplí con mis ejercicios espirituales.


lunes, 12 de marzo de 2012

No es lo mismo

Pasar una noche de amor y desayunar un croissant tostado con mermelada de melocotón Hero que

Pasar una noche de amor y desayunar un croissant tostado con mermelada de melocotón Helios.


Mermelada Hero es más insípida, tiene menos color y al servirla queda apelotonada, grumosa, sin movimiento ni fluidez.

Mermelada Helios es más dulce, su sabor te acaricia el paladar y su textura te llena toda la boca mientras se va deslizando tímidamente por la lengua. Su color naranja despierta los sentidos mientras emite brillantes destellos aquosos. Y al extenderla, corre suavemente de la cuchara al inflamado bollo. 



domingo, 4 de marzo de 2012

Y ese día II

De camino a Madrid, miraba la carretera. No podía quitarme la imagen de su rostro de la cabeza. Sigue siendo la mujer más bella que he conocido, la más sensual. Pero tenía unas grandes ojeras y la voz más grave. Se había divorciado hacía 6 meses. Parecía muy triste. Y a mí me daba algo de tristeza también el que su vida sentimental y profesional fueran a la deriva. No termino de creer que no sea una mujer exitosa y feliz. 


Se fue tras tomar el primer vino y no se quedó a la cena. Apenas intercambiamos unas frases. No se me aceleró el corazón cuando la vi, pero no consigo olvidar su cara. 



viernes, 2 de marzo de 2012

Upgrade


Me dice el señor del Whatsapp a las seis y cuarto de la mañana que no puedo ver MIS CONVERSACIONES porque tengo una versión antigua (de tres meses). Y que tengo que descargar la nueva versión porque si no, me deniega el acceso a MIS CONVERSACIONES.

Señor del whatsapp, decierle que si una versión debe ser sustituida o actualizada a los tres meses, vamos mal. ¿Da tantos errores? ¿Me va a cobrar cada tres meses por la nueva actualización? ¿O tiene la generosidad de regalármela? (Eso lo tengo que mirar...)

¿Y MIS CONVERSACIONES no me pertenecen entonces? ¿Son de su propidedad? Ya sé, ya sé…que todo lo que ponemos en la red queda almacenado, incluso, por supuesto, los contenidos proivados del fesibuk y los correos, of course. Pero, podría disimular un poco. Vamos!!...negarme el acceso a trocitos de mi vida y sustraerlos con tal descaro.

Creo que hay un vacío legal.. Que no soy abogada ni nada..pero habrá que establecer el tipo de derecho de uso que tengo.. Uso y disfrute, usufructo, alquiler, explotación. Y si usted tiene derecho de propiedad absoluto sobre nuestras vidas.
 
Señor del whataspp, en cualquier momento aparecerán sus hermanos que querrán, no solo nuestras conversaciones, sino también se apropiarán con total naturalidad de nuestros datos bancarios, vida laboral, historial de noviazgos, estados de ánimo, consumos secretos, analíticas sanguíneas y taras genéticas y nos impedirán acceder a ellos si no actualizamos la versión. Y llegará la versión que juntando todo esos datos, logrará por fin, adueñarse de nuestras almas.