sábado, 26 de julio de 2014

Ligar en la piscina

Llego a la zona de césped donde me suelo poner siempre y veo que, a pesar de ser más pronto, hoy está petadito. 26 de julio, es lo que toca.Así que me pongo en un hueco al lado de un chico tatuado... Tiene un vaso de tinto de verano y nada más sentarme, me pregunta si quiero un vaso. No, muchas gracias, digo timidamente, y espero con todas mis ganas que no sea de los que habla sin parar. Yo que venía en mi plan zen de siempre a tomar el sol y nadar sin fin, con mi autosilencio interior y exterior. 

Mientras termino de colocarme y me dispongo, como siempre, a quitarme la parte de arriba, me paro y lo pienso dos veces. La vamos a liar pollito. Miro alrededor, hoy no hay ninguna haciendo top-less. Siempre hay varias y hoy, ¿dónde han ido? Como me lo quite con este aquí y yo sola en el recinto, pa qué quiero más. 

Me lo quito, faltaría más. Tengo un transtorno que me impide mantener la parte de arriba del bikini en cualquier playa o pisicina. Me la quité por primera vez a los 25 y ya tardé. 

Pues bien, llega el momento de la cremita y él que no me quita ojo. Como me pase las manos por las tetas en actitud de extender arriba y abajo, la vamos a liar pollito. Dios mío, el día más caluroso del verano y yo abrasándome. "¿No te vas a dar una duchita, mozo?" le transmito telepaticamente.. Nada, ni caso a la percpeción extrasensorial. Así que decido echarme la crema de una puñetera vez. 

Me pongo mis auriculares, cierro los ojos para recibir los beneficiosos rayos solares para los huesos, el sistema inmunológico y el aura. Cuando, de repente, noto un dedo en mi pie. Me está preguntando. 

- Vienes mucho por aquí?
- Pues alguna vez he venido (cuando religiosamente asisto todos los fines de semana)
- Vives cerca?
- Sí justo al lado (que no se le ocurra seguirme)
- Pues está muy bien esta piscina, no hay mucha gente
- Sí, está bastante bien. 

Empiezo a sentir el sudor por todo mi cuerpo. Ha llegado el momento de levantarme y dirigirme a la ducha. Ahora o nunca. En un movimiento tan brusco que casi me caigo me incorporo y practicamente levito en el camino hacie el chorro. Levitando porque evitaba realizar algún quiebro brusco en el que las susodichas se movieran demasiado. 

Que alivio de agua fría. Me vuelvo a sentar en la toalla. Y entre unas cosas y otras es la hora de la comida y todo el mundo sabe que la piscina da un hambre... Cojo mi mini bocadillo de atún y nada más verlo comienza

- Anda, pan integral, para mantener la línea
- Pues claro, hay que mantenerse (yo ya me veo más lanzada y social, total, qué remedio)
- Hombre con lo buena que estás,cuántos años tienes
- 40 y la semana que viene 41
- No jodas, qué dices, no me tomes el pelo.. Pues estás super buena. La semana que viene..así que eres Leo
- Sí... Y tú cuantos años tienes?
- Cuántos me echas?
- Unos 33... 
- 29 y tengo un hijo de 6 años
- Claro, ya me parecías jovencito 
- Yo he vivido lo mío.. Como imagino que tú
- Si a los 40 no has vivido, mal estamos
- Me llamo David, -  y me tiende la mano
- Yo Marta, - y se la estrecho
- Y tienes novio?
- Sí, vivo con mi novio desde hace 5 años (solo me faltó decirle que era policía)
- Pues estará contento de lo que tiene en casa. 
- Y yo de él (si se pone pesado llamo a un amigo que venga a por mí porque me está entrando un poco de neura de que me va a seguir cuando salga...)
- Y encima Leo, como sois las Leo, qué caracter
- No te creas
- Voy a la cafetería, te invito a un café
- Uy yo no tomo café, que soy muy sana
- Pues una botella de agua
- No, si ya la cojo yo siempre de la fuente
- Bueno, me voy a cabrear porque me rechazas la invitación
- No, por favor, te lo agradezco muchísimo pero me voy a ir en un rato
- Pero si seguro que te invitan a café siempre.. Tú que llegas aquí y te despelotas

Joder, lo sabía... Y vuelvo a mirar a mi alrededor y hoy ninguna en top-less. Que parece que nadie ha hecho top-less jamás y que soy yo la que va a despelotarse y a que me inviten a café mientras me echo cremita y restriego mis pechos arriba y abajo. 

En fin, se va a comer... Yo aprovecho para darme un par de duchas como dios manda. Vuelve y me despido. 

- Bueno, ya me voy

Mientras cojo mi mochila, se acerca. En esta ocasión yo le extiendo la mano, él la toma y se la acerca al corazón en actitud de sincero aprecio.

- Encantado Marta
- Igualmente David
- Si quieres te doi mi telefono..
- No, muchas gracias..que no tengo ni tiempo

En el fondo no disgusta ligar con uno de 29 y que te diga varias veces que estás buena... A ver si las lesbianas aprendemos a ligar que somos más sosas... O complicadas... Ligar es esto. Super sencillo y directo. 

Pd. Pensé en titular el post, ligar a los 40, pero como no los aparento, que no salga de aquí





martes, 22 de julio de 2014

B. SOS

Besos que elevan
Que revelan secretos y preguntas
Que taladran

Besos de fuera hacia dentro
Y vuelta al centro desde las orillas
Redondos, lisos, interminables

Besos que matan y resucitan
Que ahogan y rescatan
Que desmayan sin consuelo

Besos que vienen y se quedan
Que vuelven desde músicas lejanas
Y que huyen hacia todos los caminos

Notas, latidos y  recuerdos
Volteretas y saltos
Pechos
Manos
Cinturas

Besos a gritos
Sorprendidos por el silencio
Y desde los susurros

Besos en paredes
Rincones
Y recovecos

Besos hacia el fin y desde el principio

Tus
Be
Sos


lunes, 21 de julio de 2014

El día de los platillos volantes

Aquel día aterrizaron los platillos. Cientos de ellos, dorados,
Silenciosos, bajaron del cielo como inmensos copos de nieve,
Y los terrícolas salieron a contemplar su descenso,
Expectantes, ansiosos por saber lo que nos esperaba en su interior
Y sin saber si seguiríamos aquí mañana
Pero tú ni siquiera te diste cuenta porque

Aquel día, el día que llegaron los platillos volantes,
Fue a coincidir con el día en que las tumbas liberaron a sus muertos
Y los zombis levantaron la mullida tierra
O salieron disparados, tambaleándose y con los ojos mortecinos, imparables,
Se acercaron a nosotros, los vivos, que gritamos y salimos corriendo,
Pero tú no te diste cuenta porque

El día de los platillos-zombis-dioses de la guerra
Las compuertas se rompieron y fuimos arrollados por genios y duendes
Que nos tentaban con deseos y prodigios y eternidades
Y encanto y sabiduría y corazones fieles y valerosos y calderos de oro
Mientras los gigantes arrasaban la tierra a su paso, junto con las abejas asesinas,
Pero tú no te enteraste de nada de esto porque

Aquel día, el día de los platillos el día de los zombis
El día del Ragnarok y las hadas, el día en que se desataron los fuertes vientos
Y las nevadas, y las ciudades se volvieron de cristal, el día
En que murieron todas las plantas, se disolvieron los plásticos, 
El día en que los ordenadores se encendieron con un mensaje
En sus pantallas que nos exhortaba a obedecer, el día
En que los ángeles, borrachos y confusos, salieron de los bares con paso vacilante,
Y tocaron todas las campanas de Londres, el día
En que los animales comenzaron a hablarnos en asirio, el día del Yeti,
El día de las capas al viento y de la llegada de la Máquina del Tiempo,

Tú no te enteraste de nada porque
estabas sentada en tu habitación, sin hacer nada
ni leer siquiera, tan sólo
mirabas el teléfono,
preguntándote si yo volvería a llamarte.

Neil Gaiman. 




viernes, 18 de julio de 2014

Sooner or later

Soy una chica bastante sana. Bastante significa:

más que poco

pero tampoco demasiado

El caso es que eso hace que, por ejemplo, desayune con leche de avena, zumo de pomelo natural, y espelta y quinoa como cereales. (por lo que veo ni siquiera el corrector ortográfico del Office conoce la palabra quinoa y la subraya de rojo).

Y también implica hacer ejercicio moderado. Nadar los fines de semana y entre semana yoga y caminar y correr de 5 a 7 kms diarios. Normalmente voy por un parque que está cerca de mi casa.

Empecé hace 3-4 años y siempre me solía cruzar con un abuelo de unos setenta y muchos  que caminaba con muchísima dificultad mientras arrastraba un carrito con una de esas bombonas de oxígeno con gomas que van a la nariz.

No sé por qué, imagino que por vernos muchas veces, un día nos saludamos. Y no recuerdo si el saludo vino de mí o fue él quien tomó la iniciativa. El caso es que, a partir de ese día, ya cumplíamos el ritual del amable saludo en todas las ocasiones que nos cruzábamos.
Iban pasando los meses, las estaciones y los años. Y la escueta palabra “hola” se fue convirtiendo en frases, preguntas y hasta conversaciones. Cuando volvía a verme dando otra vuelta, me decía, “`pero, ¿otra vez? chiquilla”. Y yo le solía preguntar “¿cómo se encuentra?. “Vaya calor” en verano y “vaya frío” en invierno. Conversaciones que se dicen, banales. Pero nos mirábamos como si realmente nos preocupáramos el uno por el otro, como si yo sintiera su mano congelada arrastrando el carrito o él contara cada uno de mis pasos.

Algunas veces iba solo. Pero normalmente paseaba acompañado de dos amigos, uno a cada lado. Los tres descansaban  siempre en el mismo banco, situado en el cruce de dos caminos y bajo unos árboles. Él en el medio, y sus compañeros guardando sus costados. Muchas veces me preguntaba cuánto tiempo aguantaría.


Llevo varias semanas sin verlo. Mientras que me he encontrado como siempre, con sus amigos. A ellos les vi sentados ayer en su banco. Ambos se habían colocado en los extremos, dejando un hueco vacío en el medio. 






miércoles, 16 de julio de 2014

La verdadera nostalgia


No es la de los recuerdos intensos que hemos vivido

Nunca se nutre de las imágenes coloreadas de nuestros primeros años

No palpita por los amores pasados

Ni siquiera ante el reciente sabor de los besos del último

Lo que realmente echamos de menos…

La verdadera nostalgia es la que habita en nuestro pecho

Por las cosas que nunca viviremos