domingo, 27 de febrero de 2011

Pelotas van y vienen

Pregunté hace poco al I Ching de nuevo por mi ex. Vamos, no por mi ex, por lo nuestro. Que no es nada nuestro porque no estamos juntas. Pero bueno, ya se sabe, ¿hay alguna posibilidad, por remota que sea, de salvar lo nuestro? Que ya sé la respuesta por mí misma. Pero, por tocas las pelotas, se lo pregunto al universo. Que me lo diga a la cara. Siempre me dicen que soy un poco tocapelotas por hacer preguntas cuyas respuestas ya se saben. Pero, en realidad, no es por tocar las pelotas. Sino porque no acepto que algo sea así y ya está. Que no pueda cambiar. Siempre espero, confío y hasta suelo estar convencida de que cualquier cosa puede cambiar en cualquier momento. No acepto las situaciones impuestas o que son así porque sí, eternamente. Por eso tengo serios problemas con esto de la muerte.

Pero bueno, el caso es que le volví a preguntar oráculo. La última vez  que pregunté sobre lo nuestro, hace unos meses, me salió el hexagrama de la desintegración. Pues sí, desintegrado sí que está. Pero volví a preguntar hace unos días. A ver si la cosa va a mutar, que para algo se llama el libro de las mutaciones. Me salió el hexagrama 33, la retirada. Ya, si retiradas estamos. Y éste luego mutaba al estancamiento. Así que vamos, lo que yo ya sabía. Pero seguiré preguntando. Y la próxima vez lo haré para tocar las pelotas al oráculo.

Mi ex, en un correo de hace dos semanas me dijo textualmente que estaba centrada en su mundo budista y de sanación y "99% retirada del mundo lesbiano". Ya, así que el hexagrama de la retirada, era por eso.. Pero qué significa eso de 99%. Qué implica ese 1% que no está retirada. ¿Que se pone vídeos porno? ¿Que ha tenido algún contacto con tacto? Pues si se quiere retirar, mejor que se retire el 100%.

En fin, ya por cambiar, pregunté al I Ching por otra chica. Y me salió el hexagrama de la familia.

Y yo me pregunto, entre la retirada y la familia, un punto medio, sería mucho pedir??

O el oráculo me está tocando las pelotas a mí??

Pd. Bur, no es mi intención frivolizar sobre el I Ching. Tengo máximo respeto como fuente de sabiduría y misterio. Pero, ya sabes, se debe sacar algo frívolo hasta de las cosas más serias. Bea, tranquila, ya llegará tu hora del oráculo.

viernes, 25 de febrero de 2011

No existen las casualidades

Esta es la foto que estaba en la pared del cabecero de mi cama en el hotel de Barcelona. Fui a ver si en la de mi compañero también había un cuadro similar. Negativo. En la de él, un solemne bodegón. 





Y aprovecho para poner esta otra de una cerveza de importación que tomé en el bar de mi amigo el mago. Con el posavasos y el cristal se ve lo que se ve. La cerveza está buenísima y la de la imagen pues no sé, no la he probado.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Agenda

Hoy firmó el tercer grupo gallego de los que fui a visitar en diciembre. Han caído los tres a los que hicimos demos en La Coruña. Pleno. El de hoy es un conocido grupo de toda la vida. Y hasta mi jefe me ha dado la enhorabuena con un par de besos y un correo con trozos de canciones de Estopa y Chambao. Y yo a este hombre no le había visto el menor matiz poético o lírico. En fin, lo mío me costó. Que los gallegos, ya se sabe, ni te dicen que sí ni que no. Cuestión de paciencia y de dejarles. "Bueno, vale, ya pasó..."

Esta noche duermo en Barcelona. muy bien el Silken. Quería probar uno, ya que, tengo mi premio de dos noches en cualquier Hotel Silken de España hasta 31-12-2011. Me tengo que poner las pilas que con lo relajada que soy yo para estas cosas se me va a pasar el premio y el arroz.

Mañana 8 horas de demo. Llegaré a mi casa sobre las 12 de la noche. El viernes me vuelvo a ir, paso el fin de semana fuera. Y el lunes duermo en Bilbao.

Así que admiradoras, no saturéis mi correo ni queméis mi línea telefónica, no podreis gozar de mi presencia en estos días. A mi vuelta os responderé y atenderé a todas en orden alfabético.

Me bajo a cenar con mi compañero francés, que casi se pega con uno a la bajada del taxi. El uno hablando en catalán y el otro en medio francés.

Pd. No entreis jamás a los baños de minusválidos del AVE. Las puertas se pueden abrir de forma automática desde fuera y te pueden pillar con los pantalones bajados. Y no lo digo porque me haya pasado a mí.

martes, 22 de febrero de 2011

Bella Durmiente

Esta mañana, en uno de los periódicos del metro, se mostraban las fotos de los cadáveres de varios famosos. Para que se te quede bien el cuerpo desde primera hora. Siempre me ha parecido una burrada cuando aparecen imágenes de personas muertas en la televisión, internet.. Algo que si viviéramos en una sociedad como dios manda y se tuvieran unos valores, no aperecería. Entre otras cosas, por respeto al muerto, que no se puede quejar y que, seguro que no le gustaría que le vieran con ese aspecto. A mí, por lo menos no me gustaría que me viera nadie. No sé qué voy a hacer cuando tenga que ver a personas cercanas, amadas. Es algo inhumano ver a los muertos. La muerte es inhumana.

En el periódico pude ver el rostro de Bob Kennedy, sus ojos. Y una foto super-millonaria de, se supone, Marilyn en su cama con la mesilla llena de botes de pastillas. Digo se supone, porque está de espaldas. Se ven sus hombros desnudos y su cabello rubio corto alborotado y sudado. Como si hubiera estado dando vueltas toda la noche intentando, no sé, vivir. O morir.

Soy muy mitómana, mi proyecto de sociología fue sobre el consumo de ídolos ("El cónsumo de ídolos, como marca, en las unidades Diderot") Marilyn siempre ha estado en mi vida. En mi casa hay mucha Marylin, mucho Klimt y La Bella Durmiente.


A mi ex no le gustaba ver a Marilyn colgada en las paredes. Decía que era un símbolo que no transmitía positividad, desde el punto de visto energético del Feng Shui. Primero, porque no se deben poner imágenes de personas muertas. Y, segundo porque transmitía unos valores de mujer sex-symbol, femme fatale, diva que no eran buenos para un desarrollo personal. No entendía el concepto de icono, de símbolo, imagen...  Tenía poca capacidad de abstracción.

Vaya, es la primera vez que digo algo no-bueno de mi ex. Tal vez ya vea sus defectos? Quizá me esté desenamorando.. El amor a Marilyn ha perdurado más que el amor a ella.

lunes, 21 de febrero de 2011

Confucionada

El otro día vino mi amigo JM a buscarme a casa. Ha cambiado su coche, ya no tiene su BMW rojo. Lo vendió, a su mujer no le gustaba. A mí tampoco, lo confieso. Iba sentada "muy baja" y me gustan los asientos más altos. Ahora se ha comprado un Toyota Avensis gris azulado. Ha pasado del modelo de soltero ligón al modelo de respetable señor casado. Es bonito, me gusta más que el BMW, es más cómodo.

El caso es que yo sólo había visto el Toyota una vez, hace un mes o así. Este coche es muy similar a otros modelos de otras marcas. Peugeot, Renault, Wolsvagen, etc. tienen un modelo super parecido. Y además parece que todos los coches también tienen el mismo tono: gris oscurillo.

Es la hora y mi amigo JM me está esperando en el coche. Me hace llamada perdida y bajo. Es de noche. Veo su coche en la acera de enfrente. No recordaba los cristales tintados. Voy a abrir la puerta y está cerrada. Y de repente veo que arranca y avanza unos 100 metros por la calle para luego pararse. Pero qué hace, este es imbécil, pienso. Espero unos segundos mientras confío en que lo que va a hacer es dar la vuelta para salir en la dirección correcta pero oigo los pitidos de otro coche a mi lado. Joder, es JM con la mandíbula desencajada y llorando de la risa.  Quien coño era el del otro coche. Y qué habrá pensado. Que le iba a robar? Que era una yonkie? Una prostituta que se le metía en el coche para chupársela? O la agente Scully con orden de registro...

domingo, 20 de febrero de 2011

Un poquito más, un poquito menos

Mi despertador está adelantando 15 minutos, mi reloj de pulsera 10 y el de mi móvil está en punto.

Como no me levanto ni con una grúa de mi viscolástico de alta gama (cómo me sabe abrazar), pongo el despertador de la mesilla y el del móvil. Así que primero suena el de la mesilla a las 7:15 (hora ficticia) y luego el del móvil a las 7:15 (hora real). Poniendo los dos me siento segura de levantarme a mi hora. Pero aún así siempre llego 10 ó 15 minutos tarde al trabajo.

La primera vez que mi jefe me lo dijo, lo enfocó como una falta de respeto a los demás que están a su hora. Y que si llegaba la última, por lo menos, no me fuera la primera. Yo le respondí que mientras otros llegan puntuales y se ponen a ver su correo personal, las noticias, el tiempo o se van a la cocina y hasta al bar a por un café, yo me pongo a trabajar directamente y "a tope" (creo que utilicé esta expresión). Parece que le convencí porque no me volvió a decir nada; aunque muchos días ni me mira cuando le doy los buenos días. No soporto esta doble moral y menos la pérdida de tiempo. Yo voy a la oficina a trabajar. Y si es justificable que alguien llegue a las 8:45 para luego irse por ahí a tomar café o a hablar. Pues mira, yo llego a y cuarto y voy a lo que voy. Y luego los que se quedan más tarde porque sí, tocándose las narices, para que les vea su jefe. Porque eso sí, si el jefe no está, ellos no están. De verdad, me parece muy triste que alguien esté sin hacer nada, engañando a su jefe, a sí mismo y encima gastando luz. Vete a tu puta casa de una vez. ¿Es que no tienes nada mejor que hacer?

Decía que mi jefe nunca me había vuelto a decir nada desde la primera vez. Salvo hace poco que envío un correo que cuidado con los horarios, etc. Y en una reunión con todos dijo que el que llegue tarde, es muy sencillo, que adelante el despertador 10 minutos. Ay, si él supiera que no es tan sencillo. Es una cuestión mucho más profunda o, por lo menos, complicada. Porque cuando me he levantado, no 10, sino hasta 20 minutos antes, he llegado igual o más tarde. Me ponía a hacer otras cosas porque veía que me daba tiempo, a recoger ropa, buscar algún colgante que hacía años no veía, o me sentaba a esperar. Si es que en el fondo no es por madrugar, bueno sí, pero es más allá de eso. Cuando salgo de viaje pronto, estoy una hora antes en el aeropuerto o en Atocha. Si hay que ir, voy la primera. Pero esto de ir a trabajar todos los días...es como ir por ir. Vamos, porque no hay más remedio. Y creo que me impido a mí misma llegar puntual. No sé si como señal de rebeldía, para manifestar mi descontento por tener que trabajar. O mi inconsciente piensa que si todos los días llego 10 ó 15 minutos tarde lo gano en salud y le robo unos minutos al alma negra, extraterrestre o imbécil que nos jodió la vida a todos inventando esto del trabajo.

sábado, 19 de febrero de 2011

Sin importancia

Hay días que aprendemos poco y nos morimos por decirlo.

Y hay días que aprendemos mucho y no podemos decirlo.

jueves, 17 de febrero de 2011

Feng Shui corporal

  • Tuve melena larga y rubia en mi fase de femme fatale. Asistía a los cafés y ponía en el mármol de las mesas mi pitillera de plata y mi caja de cerillas. Tomaba café sólo sin azúcar o whiskey con hielo en vaso de tubo. Vestía con trajes, medias con costura. A veces, corbata y pelo recogido. Gafas de sol. Encendía un cigarro y miraba la vida a través del humo de la búsqueda del sentido de la vida, del amor y de la muerte. Tenia veintipocos años.


  • La época en que tuve más corto el pelo, al uno, y ya de mi color negro, coincidió con los meses en que menos peso he tenido. Tenía ansias de ligereza, de volar. Hasta el pelo me pesaba y no debía dejarlo crecer. Vivía a unos centímetros del suelo, levitaba, gracias al yoga, la meditación y el teatro de Shakespeare. Vestía con máxima sencillez y sobriedad, vaqueros y mucho negro. Dejé de fumar y me pasé a la cerveza. La intensidad de los símbolos y de lo ideal de la fase anterior dejó paso a lo ideal-energético-espiritual-poético. Tenía 27-28.

  • La entrada al mundo real de los adultos, para mí, el mundo del trabajo, trajo normalidad a mi pelo. Melena de mi color. A veces más corta, a veces más larga. Pero siempre normalidad. Me da un poco de miedo esta fase. Tal vez tenga que teñirme de azul y romper la rutina. Tendría que cambiar de trabajo; no podría raparme o hacerme algo raro..A ver. Volví a los trajes, por el trabajo. Me encantan los trajes. Y también el lado sencillo en los ratos libres. Sigo sin fumar aunque gorroneo alguna calada a  mis amigos fumadores. Y me he quedado en las cañas, pero con poquísimo aguante, con tres ya no vocalizo.  
Parece que he hecho el recorrido al revés. Hasta parezco más joven ahora que en la fase rubia.

  • Y cuando, tachán, me depilé todo-todito-todo, al día siguiente conocí a mi ex, el amor de mi vida. Vaya si funciona el feng shui corporal.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Mis citas del chat

Intentaré seguir el orden cronológico:

  • Número 1.Gloria. No recuerdo si trabajaba o estudiaba. Hablaba del aura y cosas así. Tomó un té desteinado, le afectaba la teína. Tambíen el alcohol, la cafeína, los perfumes y la gente. Según me contó se fumó en una ocasión un porro y quedó un poco (bastante, diría yo) trastornada. No volví a quedar con ella. Sin alcohol, café o comida no habría sabido qué actividades realizar. Porque me parece, aunque no lo llegamos a comentar, que make love también la trastornaba. Así que ya no me quedaba nada por hacer con ella.

  • Número 2. Cristina. Con ella fui por primera vez al café de Belén y tomamos un mojito. Conectamos muy bien mentalmente; ideas políticas, sociales, etc. Estábamos en la onda bohemia. Pero no volvimos a quedar, a mí no me atraía y se me juntó que no tenía tiempo. Pero nos encontramos tras unos meses en los servicios del aeropuerto de Jerez.

  • Número 3. María. Trabajadora en una fábrica de Alcobendas. Quedamos dos veces, no porque me gustara, sino por llenar el tiempo. Se enfadó conmigo porque dice que nunca la saludaba en el mesenger. Yo repondí que no la saludaba porque siempre estaba "ausente" y no me gusta interrumpir. Se lo tomó como una ofensa y me escribió un correo despotricando sobre mí. No, histérica, no era.

  • Número 4. Laura, directora financiera de una empresa de Coslada. Estuvo viviendo con su novio ocho años y cuando estaban a punto de pasar por el altar decidió romper y salir del armario por todo lo grande, contándoselo a su familia. Quedamos varias veces. A la tercera me llevó a su casa y nos enrollamos. No me gustaban sus besos, no había mucha química, pero estaba buena, con pasta e inteligente. Así que dije voy a ver qué pasa, y si luego aparece la química. Ella estaba medio-saliendo con otra (también del chat) pero decía que además quería conocerme a mí. Me agobiaba, quería hablar por teléfono a cada momento. Me dejó por junio (aunque tampoco es que estuviéramos saliendo). Y me volvió a llamar en agosto para tomar algo, aunque estaba saliendo ya con la otra. Me dijo que fuera a dormir a su casa y que tenía las tetas más bonitas que había visto. Qué podía hacer, sino ir. Pero delante de mis ojos se tomó un lexatin porque le entró un ataque de nervios al pensar que podía traicionar a la otra. Le dije, no hace falta, me voy. "No, quédate, pero no haremos nada". Así que dormimos juntitas en braguita y sin tocarnos. Por la historia del lexatin, mis compis siempre se refieren a ella como laura la loca.  Llevábamos tres o cuatro años sin contacto y hace poco me habló en el messenger y me pidió en el facebook. En fin, es buena chica.

  • Número 5. Victoria. Fue mi pareja durante un año. Conocía a Cristina, la número 2, habían salido de juerga unas cuantas veces. El día antes de enrollarme con Victoria quedé con Laura la número 4. Me dijo que fuera al grano con Victoria y no la dejara escapar con mis indecisiones y pasividades, como había hecho con ella (en fin..). Laura me dictó el mensaje que yo le envié a Victoria. Sí, fue un SMS directo, al día siguiente nos acostamos. Victoria me dejó después de un año porque no me apetecía nada irme a vivir con ella.

  • Número 6. Rebeca. Sólo quedé una vez con ella. En plena cena en el wok me habló de su colon irritable. De sus episodios de diarrea y estreñimiento. Por supuesto, no volví a quedar con ella. No me importa nada cuando caga la gente. No me importan las cosas comunes a todos los humanos. Me interesan los matices distintos de cada persona. Give me something different.

  • Número 7. Cruz. Fue una quedada con diferentes amigas y desconocidas del chat. Una de ellas intentó quedar conmigo a solas, sin éxito. Una noche que salí con Cruz al Fulanita, conocí a la mujer de mi vida, mi ex.

  • Número 8. Raquel. Muy guapa, muy femenina. Fuimos por la latina y ligamos con todos los tíos de todos los bares. Era maja pero, no sé, un poco líneal. No volví a quedar con ella.

  • Número 9. Beatriz. Por fin coincidíamos dos mujeres perfectas. Aunque una un poquito más que la otra. Yo menos, por supuesto. Había mantenido relaciones laborales con alguien con quien yo también había mantenido relaciones laborales. Me introdujo en un mundo nuevo y me dijo que lo mejor es hacerlo todos los días. 

  • Número 10. Carmen. Había sido monja durante unos 10 años. Muy maja y culta aparentemente. Pero hablaba a gritos, rasgando la voz. Me alteraba cada vez más su modo de hablar. Me dijo que su novia se había puesto a salir con otra; no me extraña..¿Conocerá lo que es la modulación de la voz? Tomé dos cañas con ella. Y nunca había sentido tanto alivio al bajar las escaleras del metro.

  • Número 11. La rubia happy de Clinique. Amiga de Cruz, la número 7. Nos habíamos conocido un año antes. Nos habíamos caído bien pero no nos volvimos a ver. Chateando, ella me reconoció. Hemos quedado varias veces. Cine, fulanita, cervezas y hasta excursión a Chinchón. Me tocó el botón del inglés; con ella tengo nivel medio. Estamos en proceso de forjar nuestra amistad y, tal vez, clases particulares de inglés.

  • Número 12. Luisa. Fue una cita divertida. Me dijo que su padre tiene 10 placas. Tenemos pendiente tomarnos un algo y cocido en su casa.

  • Número 13. Miranda. Aún no he quedado con ella. Nos dimos msn y hemos hablado dos veces. Parece que quedaremos. En primavera. Esta me conviene. Economista, 35 años. Tal vez, Miranda no sea su verdadero nombre, pero me gusta. Está bien tener alguna futurible de nombre desconocido.
Es posible que se me olvide alguna.. Jo, la verdad nunca las había contado. No sé si son muchas o pocas. Y eso que yo pienso que entro poquísimo en el chat.

lunes, 14 de febrero de 2011

Comunicado versus entró

Puse el tornillo. Yo solina. Después de muchos intentos y valorar múltiples opciones. De repente, en uno de los intentos, entró fácilmente. Como si jamás hubiera dado ningún problema.

Ya, ya. Entonces solo era eso.

Seguir intentándolo.

Insert coin.

Este chicle no ha sido premiado, sigue jugando.

Tarde o temprano el tornillo entrará o te tocará un chicle. Una vez me tocaron tres chicles. Uno detrás de otro. No se me olvida porque mientras saboreaba el tercero, por la radio se oían los disparos de Tejero. Mi madre solía poner mucho la radio. Me estaba dando besos compartiendo mi alegria por mis chicles premiados. Y de repente me soltó y subió el volumen de la radio. Yo no entendía muy bien lo que pasaba, tendría 6 años...

....pues no ha habido ninguna lección genuina. El que la sigue la consigue. Esa ya me la sabía. Y tampoco es tan cierta.

Dejaré una temporada las lecciones para centrarme en mi cuerpazo. A mejorarlo, aunque eso ya es difícil. Que lo tengo unos meses abandonado. Dos días de piscina, dos o tres de yoga y 30 minutines de nada de bicicleta todos los días. Algún fin de semana, senderismo en la sierra con mi amigo Alfonso. Esto me deja poco espacio para mi vida erótico-social. Al fin y al cabo, hoy por hoy el único cuerpo a cuidar es el mío.

El camino

Por todos es sabido que el camino se va haciendo con dos pasos retrocediendo y uno avanzando.

El truco está en que los pasos que demos hacia atrás sean más pequeños que el que damos para avanzar.

viernes, 11 de febrero de 2011

Reunión con Julia II

Mis queridas, lo lamento, la verdad no hay mucho que contar, desde el punto de vista pícaro, frívolo, seductor o guarro. No tuve apenas tiempo ni oportunidad de lanzar asociaciones de ideas en torno a Julia. La reunión fue muy intensa desde el punto de vista "profesional" y tenía todos mis poros y neuronas concentrados en no dar ninguna respuesta incorrecta o indebida a todos los presentes, y en controlar cualquier reacción de nervios o duda. Pero todo salió muy bien, perfecto, casi diría. Mi compañero y yo lo bordamos. He salido diciendo qué buenos somos y pensando qué buena soy. En fin, dejaré lo del ligoteo para la negociación telefónica que nos queda en los próximos días.

Y ahora estoy..un poco..no sé...como plof.. jeje, en serio.   Después del esfuerzo mental por la concentración y el autocontrol, y la euforia posterior a la reunión, el bajón no es más que el periodo refractario, de recuperación. Me pasaba eso también después de las representaciones teatrales. Es como si ,en esos momentos claves, en que no puedes fallar, gastas una cantidad de energia desmesurada. Y sólo se vuelve al equilibrio, a la energía de crucero, tras un periodo de apatía. Bueno, y con el madrugón pues ya te digo..

En fin, mi apatía actual no me permite escribir algo minimante gracioso o con ritmo. Pero diré, a pesar de ser tachada de recurrente, cansina y pesada que sigo intentando extraer mi lección sobre el tema bicicleta estática sin montar. En el servicio técnico me pidieron una foto de cómo mi marido intentaba poner el tornillo (les he dicho que mi marido no puede poner el tornillo; es que si les digo que soy yo, con lo de la inutilidad de la mujeres en estas cosas me iban a chotear un poco). Les respondí de una manera muy seria que no tenía que enviar ninguna foto de nada y que como no me dieran una solución les pondría una reclamación. Y me respondió: "si quiere le puedo enviar un pequeño vídeo":



Buñuel, sigues con nosotros.

jueves, 10 de febrero de 2011

Reunión con Julia

Mañana de nuevo AVE a Barcelona. Esta vez no es demo(stración) del software, sino reunión de temas varios. Normalmente, solo paso una vez por cada empresa: el día de la demo. Y más si es fuera de Madrid, por ahorrar gastos a la empresa en tiempos de crisis (aunque en 2010 hemos llegado a objetivos, claro, teniéndome a mí). En diciembre fue la demo. Vuelvo porque el proceso de negociación está en un punto clave y hay que aclarar unos puntos. Y voy una segunda vez porque es una cuenta grande, mucha pasta en juego..y ahí no se miran los gastos. Esta es la historia oficial, la realista, de que por qué vuelvo mañana a esta empresa de Barcelona.

Pero yo creo que, en realidad, vuelvo por una o dos cosas.

  • Una. En la entrada nos dieron la típica tarjeta de visitante y cuando salíamos yo no la encontraba por ninguno de mis bolsillos: americana, pantalones, abrigo, bolso, bolsillo interior del bolso, compartimentos del maletín del portátil.. Estuve un buen rato buscándola y nada. Hasta que, por fin, el guardia de seguridad dijo: no te preocupes, cuando vuelvas otro día, la traes. Pues va a ser que no, pensé.. La encontré después de un rato en uno de los bolsillos del abrigo. Así que, allá que tendré que llevar mañana la tarjeta. Si es que no se puede decir nada, que todo va al karma.

  • Dos. A la demo que hicimos en diciembre asistieron 8 personas. Mega-quorum. Director financiero, responsable de administración, gerentes de los subrupos de empresas, directora del proyecto, etc. Y a mí derecha se sentó la Directora de Sistemas, Julia P. De primeras no me llamó nada la atención: con gafas, pelo rizado, vestida un poco regular para mí gusto..como cuando yo saldría a hacer la compra por mi barrio. Pero según se desarrollaba la sesión e intercalábamos frases y miradas fue creciendo mi interés hacia ella. Creo que pensé que podría entender, que de todas las presentes, podría ser la única entendida. Y es posible que por eso focalizara toda mi atención y energía seductora en ella. Recuerdo que eché unas miraditas de putón pero lo hacía porque estaba haciendo unas preguntas muy jodidas y mi compañero ya se estaba poniendo nervioso. Yo la miraba y respondía suposiciones lógicas y quitando peso al asunto. "Si el programa hace plof, el servicio técnico dónde está", preguntó. No podía decir que en París. Así que le ponía ojitos, sonreía y decía "el programa nunca va a hacer plof". Todos sonríen y se relajan. El que una frase tan chorra desblquee un punto tenso se basa en que te vean seguro en lo que dices. Si lo dices contundente, sin preocupación, con sentido del humor..piesan..el programa nunca a hecho plof. Pues parecerá mentira pero por estas frases chorras bien dichas salen operaciones millonarias. En fin, espero mañana estar tan inspirada como en la primera reunión y llevarme el premio de la chorrada bien dicha.

Pues a lo que iba, Julia y yo nos sonreímos con ojitos en varias ocasiones.. Aunque ella con gafas y yo con lentillas, en lo de los ojitos igual hay alguna distorsión de la realidad. Me llamó la atención su voz. Hablaba muy femenina, un poco bajo, como estas voces que están al borde del susurro y con cierta sensualidad impostada. Como si dijeran, ay, meteme solo la puntita. He hablado con ella en varias ocasiones por teléfono y  ha ido in crescendo el interés y hasta el nerviosismo. Además, lo del nombre de Julia me da mucho respeto. La madre de mi padre se llamaba Julia; también tiene una hermana que se llama Julia. Mi padre se casó con una Julia (mi madre) y mi hermano con otra Julia. Me imagino contándole a mi madre que a mí, en el fondo, no me gustan las mujeres, que sólo estoy con Julia por seguir la tradición familiar. Así que, aunque no esperaba volver a verla, mañana la veré.

Ay, Julia, no me pongas esa vocecita, que hago plof.

Visto lo visto

Cósame los ojos, doctor.

martes, 8 de febrero de 2011

En el buen sentido

Hoy mi jefe estaba hablando de la presidenta de nuestro Grupo. Es una señora de unos 50 y pocos muy atractiva, inteligente... Le da por comprar empresas. Quiere que nuestro Grupo sea un Imperio.

Pues bien, mi jefe decía que en las oficinas de Francia hay muchas mujeres trabajando. Que a nuestra presidenta le gustan mucho las mujeres. "En el buen sentido", puntualizó, "está casada".

Ayy, pensé, a mí también me gustan las mujeres en el buen sentido. En el mejor.

En el sentido de las agujas del reloj.

Y en el contrario.

lunes, 7 de febrero de 2011

Pantolones fuera

Los pantalones no me dejaban hacer la postura de yoga que quería. Impedían la apertura de mis piernas. Mis piernas se abren más que los pantalones.

Así que fuera pantalones, ataduras, lastres, complejos, pesos, cadenas, miedos, traumas, sogas, imbecilidades, tardanzas, reservas, esperas, chorradas. Mariconadas, las justas.

Se está muy bien sin pantalones.

domingo, 6 de febrero de 2011

Cómo montar una bicicleta estática y extraer una lección zen II: la contra-lección

Está bien, asumo que la lección zen es que soy muy bruta y cabezona. Quería la bicicleta ya. ZSA. Y ya, significa ya. Y no podía contemplar ninguna otra alternativa que implicara posponerlo en el tiempo. Si la quería ya, debía coger la caja por las cuerdas y llevármela con mis propias manos. Es verdad que podría haber cogido un taxi y haberme ahorrado la peregrinación en metro. Pero no habría sido lo mismo. Parece que las cosas que cuesta conseguir, que se obtienen con sacrificio, nos satisfacen más (este brote masoquista me lo tengo que mirar). El caso es que me sentí muy satisfecha porque, yo que tengo muy poca fuerza, pude hacerlo.

La contra-lección zen es que, según una amiga, el universo luego me dijo "te jodes". Hay un tornillo que no entra de ninguna manera y la bicicleta aún sigue sin montar. Mis compis no logran ponerlo. Y ellos sí que controlan de estas cosas. Tendré que ¿devolver la bicicleta? (juro que no haré el camino inverso del mismo modo) ¿llamar al servicio técnico? Según mi amiga, a pesar de mi cabezonería y quererla ya, sin la ayuda de nada ni nadie, el universo me dijo "te jodes, ahora no la tendrás cuando tú quieres". Ella me decía que así pagaré por mi soberbia y por no querer contar con ayudas externas. A ver, no es que rechace las ayudas externas, pero me gusta necesitarlas lo mínimo posible. No creo que por eso merezca "joderme". En fin, ya sé desde hace mucho tiempo, que una cosa es lo que queremos y otra lo que el entorno-universo nos deja. Y "nos jodemos" varias veces al día, todos los días de nuestra vida. Y, francamente, creo que ahora paso de la bicicleta. Me he dado cuenta de que todo el mundo que tiene una bicicleta estáticta apenas la utiliza. Que es un muerto en casa. Así que no sé...igual estoy a tiempo de devolverla y recuperar mis 120 euros para emplearlos en una habitación de hotel. Ah,olvidé que tengo mi premio de dos noches de hotel, intacto.

Resumo, entonces, la enseñanza:

Contri-lección: contri más quieres algo, más te jodes.

viernes, 4 de febrero de 2011

Pérdida de derechos

Últimamente estoy algo..no sé...preocupada, cabreada, molesta.. Esto de que nos digan que nos vamos a jubilar a los 67 años y nos quedemos tan panchos me inquieta un poquitín. Deberíamos negarnos rotundamente a cualquier pérdida de derechos ya adquiridos. Se ha luchado durante muchos años para llegar a lo que ahora nos parece tan normal: jubilación, vacaciones remuneradas, jornadas de 8 horas.. Generaciones anteriores lucharon hasta que se reconocieron unos mínimos derechos de la clase trabajadora. Salían a la calle, gritaban. Pedían cosas y, cuando menos, manifestaban su desacuerdo. Tal vez, la nuestra, va a ser la generación en que se pierdan los derechos adquiridos y, ni siquiera nos inmutemos. Los niños que hemos tenido todo no nos damos cuenta de lo que costó la conquista del estado de bienestar.

O, no sé, igual sólo sucede en España. A Sarkozy le han hecho huelgas bestiales por tocar la edad de jubilación. Y creo que ellos se jubilan a los 62. Y aquí con el panorama que tenemos sólo se hace una tímida huelga apenas secundada. Pa qué, "uy, me quitan un día de trabajo". Tranquilo, pronto no tendrás trabajo, ni jubilación. Ya...se ve que los franceses por algo abanderaron el lema universal igualdad, libertad, fraternidad. Ellos sí que saben. Aquí, con irnos de tapas igual ya tenemos suficiente. Vamos, que no nos estresamos.

Parece que aquí no saldremos a la calle para manifestar nuestro desacuerdo. Perdón, qué cosas digo. Cómo vamos a salir a la calle. Eso era la clase obrera. En nuestra sociedad no hay clase obrera. No queremos ser clase obrera. Somos lo señoritos/as de cuello blanco, la clase media. ¿Tal vez osamos a creernos algo por ir con trajecito y camisa? Pues mi padre jamás se puso un traje para trabajar y mi madre nunca tuvo ocupación fuera de casa, y tienen tres casas. Y las pagaron a tocateja. Y ahora para comprarte una mierda de estudio estás con hipoteca 40 años. Así que, en algún momento, nos han engañado y no nos hemos dado cuenta. Uff, si es que a mí no me salen las cuentas con esto de que tengo que cotizar treinta y tantos años. Joder, que hubieran avisado y no habría estudiado tantos años. Y mi par de años sabáticos haciendo teatro y yoga me van a costar carísimos.

También me parece sorprendente que sea un gobierno de izquierdas el que reduzca estos "derechos sociales". A los sindicatos les sorprende cómo el PP ha colaborado, nos ha jodido, sirven su causa. Vamos, que me da igual quien recorte los derechos, voy a mostrarme contraria igual. Pero si no tenemos una izquierda para defender estas cosas, estamos perdidos.

Ah, y conozco los límites del estado de bienestar. Los estudié en uno de mis años de carrera. En ese en que tendría que haber estado trabajando para cotizar. Creo que recortar derechos a la ciudadanía no es la solución; más bien, reducir los privilegios de las élites.

jueves, 3 de febrero de 2011

Cómo montar una bicicleta estática y extraer una lección zen

  • Primero. Tener un objetivo. Ya está bien de yoga y quietud. Tantas horas de oficina harán mis piernas como escayolas. Solución temporal: bicicleta estática. Complemento: piscina,.

  • Me dirijo al Alcampo. Rebajas, momento perfecto. Se divisa la bicicleta. Precio, 120 euros. Transporte: 30 euros. ¿Me espero al viernes, quedo con mi amigo J.M, la cargamos en el coche y me la monta él? No, mejor no depender de nadie, en la medida de la posible. Lo que una pueda hacer solita que no se lo haga nadie. (bueno, en casi todas las cosas) ¿Me la llevan a casa y pago 30 euros? Anda, si no pesa tanto. Con el centro comercial al lado del metro, y mi casa delante del metro, lo tengo chupao. La agarro por las cintas muy fácilmente. Jodeeeer. 15 kgs. Y ya estaba reventada al llegar a la caja. Y hoy que llevo medias. No sé...dudo. Nobleza obliga. Claro que puedo.

  • Obstáculo-escaleras mecánicas. A ver cómo mantengo el equilibrio y no caigo rodando con la caja. Con el volumen del paquete apenas veo los escalones. Por supuesto, no puedo agarrarme. Y ya no sé de dónde colgarme el bolso. Por unos instantes, me imagino contándole a mi jefe que tengo una baja por caerme en las escaleras del metro. No estoy hecha para el ridículo sino para las causas dignas. Fuera pensamientos negativos. Me lanzo a los diferentes tramos de escaleras a gran velocidad, si lo pienso va a ser peor. Perfecto.

  • Apenas me quedan ya fuerza en los brazos. Y las cuerdas me siegan cada vez más los dedos. Apoyo ahora el peso en las caderas y voy empujando con las piernas. Está bien ir alternando los puntos de apoyo. Llego al andén y subo al tren. Estoy en la mitad, pienso. Ya está hecho. Llego a mi parada y se me ocurre que puedo ir arrastrando la caja y será mucho más fácil. Así es. Y así llego a casa. Y las medias sin una carrera. PRIMERA FASE SUPERADA. Ahora queda montarla. ¿Lo puedo hacer mañana?. No dejes para mañana...

  • Ante la certeza absoluta de que faltan piezas (sólo cuento 6 tornillos en la bolsita) estoy a punto de desesperarme. Pero me convenzo, bueno, mira las instrucciones, sigue los pasos.  Según la voy montando, veo que van apareciendo las piezas y tornillos que pensé que faltaban. El universo siempre pondrá a tu alcance las piezas que necesites. No te dará más. Es justo (o tacaño). Te dará las justas. El universo tiene filosofía Ikea. Así nos va. Ya podía haberse fijado en El Corte Inglés.

  • Me quedan el sillín y el manillar. Pero me duelen ya bastante los brazos. Me cuesta meter los tornillos y las tuercas. No soy muy hábil para estas cosas. Me comienzo a agobiar. Quiero terminarlo pero no consigo meter un tornillo con el que llevo bastante tiempo. Está bien, dosificar fuerzas. Por hoy creo que tengo bastante. Espero mañana poder mover los brazos y los dedos.

  • Llegan mis compañeros y me preguntan. ¿La has traído tu sola? Sí, yo solina. Insisten en ponerme el tornillo que no podía meter. Ok, acepo la ayuda, a estas alturas la agradezco infinitamente. Pero ellos tampoco pueden. Decidimos dejar el tema para mañana. Los remedios y las soluciones suelen llegar por sí solas después de un tiempo.

  • Lección zen: si no haces el amor, por lo menos está bien tener agujetas por montar una bicicleta.

martes, 1 de febrero de 2011

Cuatro paredes

Te espero tibia.
Sábanas y piernas retorcidas.
Paredes, techo, saltos, golpes, impulsos.
Te espero vaporosa.
Gravedad, ligera. Subiendo, girando.
Dedos afilados, pupilas hondas, cintura alerta.