lunes, 19 de diciembre de 2011

Así es la vida

Siete veces abajo
Ocho veces arriba


     Poema Popular Japonés


Pd. Lo de abajo y arriba es de libre interpretación
    

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Miraos

Subo al metro en mi parada. Me siento en uno de los asientos donde vienen cuatro, dos enfrente de dos. Hay una mujer de treinta y tantos. Atractiva con una cara bastante risueña, casi sonriente. Dos paradas después se sube un chico y se pone a su lado y frente a mí. Lleva un plumas azul muy gordo y apenas puede sentarse, haciendo que la chica, se desplace un poco hacia la ventanilla. Nos miramos fijamente en varias ocasiones. Los veo a los dos y pienso que se parecen. Que deben tener los mismos años. Tienen el mismo gesto en el rostro, la suavidad de la ilusión. Están ilusionados. Y pienso que harían una pareja perfecta. Que en el momento que se miren se van a enamorar locamente y van a estar juntos siempre. Casi me dan ganas de decírselo. 


Llegué a mi destino y me bajé. Ellos continuaron. Quien sabe... 

Pina

Sentir directamente en el pecho. 
Sin pasar por la cabeza. 
Línea directa con el corazón. 
Eso es la danza.
Y Pina es más que danza. 
Es lo humano sacado de manera visceral.
O sales levitando o pensarás que es una tomadura de pelo. 
Algo bueno teníamos que tener los que tenemos el pecho abierto. 
Los que sentimos el amor y la vida hasta en las yemas de los dedos. 

lunes, 28 de noviembre de 2011

La Coruña again

Mañana vuelvo a La Coruña. Acabo de darme cuenta que el año pasado fui el mismo día (bueno, un día después). 


 Parece que solo tengo que ir a La Coruña en estas fechas. La demo terminará sobre las 3 de la tarde pero nuestro vuelo de vuelta no es hasta las 8. Así que me dará tiempo a comer tranquilamente y tomar un café largo (en cafeína y tiempo). El año pasado recuerdo que comimos en la plaza mayor (o del ayuntamiento) en una de esas terrazas acristaladas. Pasé un momentazo de esos de nirvana, con los rayitos de sol entre los cristales y los efluvios del ribeiro. La verdad era para celebrarlo. En dos viajes que hice a La Coruña en dos semanas se firmaron tres proyectos. Aunque la visita de mañana no está tan clara. Como todo lo de este año. Con la crisis las empresas no invierten en software; se apañan con lo tienen. Por otro lado, muy normal. 

Me gusta La Coruña. Como Bilbao, Vitoria, Burgos..estas ciudades del norte son muy parecidas a mi ciudad. Y cuando paseo por sus calles las siento cercanas, "me suenan", como si hubiera paseado por allí hace tiempo. Como cuando paseo por las calles de mi ciudad, cuando voy desde Madrid. Puedo (re)encontrame en cualquier esquina.

No puedo dejar de recordar que la parte más chungui será que voy en avión. Ya he dedicado varios posts a este no sé qué, que me da con los aviones... Me había librado desde junio que fui a Paris. Cinco meses sin avión. Lo conseguí. Aunque haya tenido que tragar horas y horas en tren. Me harán miembra de honor del AVE y todos sus polluelos.

Pero mañana no hay más remedio. Intento ponerme siempre adelante, que se notan menos los movimientos.  Pero en la vuelta de Paris nos pusieron atrás del todo. Dios! qué sacudidas al despegar y pasar por una nube. Que mi compañera señaló la ventana y dijo con miedo HALA! y era la nube, pero yo que estaba mirando por el rabillo del ojo y vi una sombra pensé que era otro avión justo a nuestro lado y que chocaríamos al instante. Tanta cosa me daba estar al final que contagié a mis compañeras y en pleno vuelo nos pasamos a unos asientos que estaban sin ocupar en las filas de la entrada. Eso sí, sacando nuestros equipajes y dando el pestazo al camembert que llevaba una en la maleta, ante los ojos atónitos de los parisinos. Pues qué miráis y qué oléis, si es vuestro queso.

También creo que ya conté que un taxista nos dijo que el aeropuerto de La Coruña estuvo cerrado muchos años porque un avión se estrelló en la montaña por la niebla. Y es que la pista está rodeada de montañas (pero pegandito) y por allí siempre hay niebla. Al menos en las fechas en que yo he ido. Menos mal, que ahora los aviones son más sofisticados y casi ninguno se cae. Voy con mi compañero francés, así que iré más tranqila. Me importa menos estrellarme si voy con alguien. Sentirme acompañada en ese momento de caída libre. Cuando caemos, no nos gusta sentirnos solos.

 http://martahora.blogspot.com/2010_11_01_archive.html

 http://martahora.blogspot.com/2010/12/la-coruna-y-barcelona.html

domingo, 27 de noviembre de 2011

DAFs

Segunda reunión en la calle Fortuny. La operación está aprobada por el Consejo en los términos presupuestados pero hay una nueva incorporación que debe ver el software porque va a ser uno de los usuarios. 

- "Es un formalismo", me dice el Director de Administración y Financiero. "Eduardo acaba de entrar y nos gustará tener su opinión pero el proyecto está aprobado". 

- "Qué cargo tiene" le pregunto al DAF. 

- "Alto", me dice.  

- "Pero, más alto que tú?", pregunto. Se calla un momento para luego repetir "alto". 

- "Hombre, pues tú eres el Director Finaciero..." , intento sonscarle. 

(Y pienso otra vez, no debería tomarme tantas confianzas con los DAFs. Pero qué le vamos a hacer, es mi trabajo. Y a mi jefe le gusta, que es el que paga mis vicios).

Intento averiguar si una operación que llevamos negociando dos meses, se me va a ir al garete por este nuevo fichaje. Normalmente, las nuevas incorporaciones en cargos altos se tienen que poner medallas. Tienen que lucirse y mostrar sus altos conocimientos adquiridos en los colleges, scuuls y mássterres. Deben justificar la pasta que les pagan y parecer que la merecen. Y, eso, en caso de procesos de negociación de proyectos supone que te las van a hacer pasar canutas hasta que se llegue a firmar. 

Así que como Eduardito tiene que ver el programa para lucirse un poco, pues allá vamos. Eduardo se ganó el título de Eduardito tras cruzar tres frases con él. Dije, ya lo tenemos aquí. Al payaso de turno. Paciencia. Que además hoy se me revienta la cabeza por las puñeteras cervicales. 

  - "Pues no conocía vuestra divisón de software dentro del grupo.."
  - "Igual como tú llevas dos días no lo sabes, pero ellos ya llevan 10 años trabajando con otra de nuestras soluciones". 
  - "Es que no sé si un programa de este tipo luego aporta algo o es más sencillo hacerlo en excel..."
  - "Eduardo, dudar ahora de la utilidad de los programas informáticos en cualquier área.. Es como si me dices que te haces un balance a mano; o que te llevas a la oficina la máquina de escribir.."
  - "Ah, y solo es por vía web? Pero si la red falla?"

La cabeza en ese momento me arde y pienso, si la red falla te la metes por el culo. Pero consigo decir: "si la red falla, mal vamos y habría que resolver muchos problemas antes. En cualquier caso, nosotros no hemos creado el sistema tecnológico actual en el que todo corre por internet. Solo intentamos adaptarnos y aportar siempre la teconología punta. Y ahí, te vamos a aportar todas las garantías. Otra cosa es si se te estropea el teléfono o el router o hay un terremoto. Ahí no puedo entrar". 


Estas elocuentes preguntas tuvieron lugar antes de la presentación. Después, mi compañero mostró las funcionalidades del programa y también hubo algún intercambio tenso. Pero la parte más intensa fue al llegar al presupuesto y dijo directamente que era carísimo, que él no pagaba 80.000 euros. 


     ((Qué??----Y deja de mirarme el escote!!!))

  - Eduardo, llevamos dos meses negociando con el DAF y el proyecto ya ha sido aprobado por el Consejero.  
  - Pues ya hablaré yo con Alberto a ver esto.. 

Intercambiamos algunas frases como cuchillos. Mi compañero se levanta y se va al baño. Creo que teme que le salpique la sangre. 


Joder, un pavo que lleva dos días en la empresa y dice "hablaré con Alberto" (el consejero, mísmisimo descendiente del creador de la empresa). En fin, tocó el enchufaíllo.. 

Nos vamos y quedamos en seguir en contacto durante esos días. 

Pues me ha llamado todos los días. Y todo para conseguir que le bajara 2.000 euros!! del presupuesto. Por dios! Qué poca clase. Ni que fuera a pagarlos él. 

Aunque, en las últimas conversaciones ya casi estábamos en plan de amiguitos. Él me decía: "Marta, tú comprende que yo entro en una empresa, me tengo que responsabilizar de un proyecto, blabla.."Si luego es majete...Cuando uno abandona su papel y sale la persona, pues eso... 

Mañana, si lucifer quiere, me enviará el contrato firmado. 

jueves, 24 de noviembre de 2011

Los caminos del amor son inescrutables

Vi las gotitas en sus botas marrones. 

No sabía si eran del barro tras la tarde lluviosa o porque acababa de vomitar.

Agachada en el banco, con su enorme melena desparramada por la espalda y sus manos sujetando la cabeza, la VI por primera vez. 

Y comencé a sentir algo blando por ella. Ternura, ganas de cuidarla, de acariciar su cabello para siempre. Su (y mi) dureza se habían ido. El amor es blando, escurridizo. Todas las barreras deben caer para que consiga entrar en el pecho. 

Miré otra vez su pelo y las gotitas en sus botas. Y sentí amor. 

martes, 22 de noviembre de 2011

G H I

Esta tarde voy al fisio, bueno a la fisio. Lo de matización no es fetichismo de bollo. Me la han recomendado. Ana, delgadita, rubia, con unos “dedos finitos pero que te taladran”. En fin, lo de deditos que atraviesan, taladran… Me lo dijo una compañera de trabajo hetero y para ella no tendrá connotaciones especiales. Como cuando me fui a Burgos con mi novia y me preguntó que qué tal morcillona  (ella no sabe nada…).
Tengo súper-jodidas las cervicales. Puto ordenador y puto jefe. La posturita con el portátil me está llenando de nudos; y la tensión y el estrés de mi jefe me los ponen durísimos. Los nudos, no los pechos.  
Así que a ver si esos deditos me ablandan un poco los pedruscos. Creo que la sesión será algo dolorosa, de apretar y estrujar. Aún así intentaré contener mis jadeos y suspiritos. Y es que tengo el punto G en la espalda. Ahí, a la vista de todos. Cuando me tocan la espalda parece que estoy doblando una peli porno. Y no es fingido o sobreactuado. Es que me produce un inmenso placer. Sin duda, más placer que al resto de la gente. A veces, en verano, si llevo camisetas con la espalda descubierta y me rozan sin querer, como en el metro, con la puntita de la hoja de un periódico, me estremezco brutalmente; arqueo totalmente la columna vertebral, todo el vello se me eriza y emito un gritito, ay.  Ay…AHÍ.
Luego tengo el punto H, que ya no está tan a la vista. Este no suena, salvo en castellano antiguo. Háblame en castellano antiguo, amor.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Biorritmos

´Según la teoría de los Biorritmos, en el momento de nuestro nacimiento se inician tres ciclos biológicos de distintas duraciones y se mantienen a lo largo de nuestra vida: físico, emocional, intelectual. Así en los distintos días estamos con diferente energía, estados de ánimo, etc. El ciclo va de +10 a -10. Y el cero se considera día crítico.

Hoy estoy en el -10 del ciclo emocional; me indican que tenga cuidado con los choques de personalidad. Ahora me avisan, que viajaba sin cinturón de seguridad y del choque de personalidad salí despedida a la cuneta...

También me dicen los biorritmos de hoy que realice actividades analíticas y no creativas. Pues eso, no haré actividades creativas. Pasaré una tarde analítica.

Y no conozco una mejor forma de pasar una tarde analítica que tomando vinos, cervezas y similares con mi amiga la rubia happy de clinique.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Hay

Días que son una lección para toda la vida. En los que todo parece que está al límite y que lo vives como en decorados. Como si todo se precipitara, se acelerara, se excitara fuera de ti. Y lo vieras pasar deprisa, borroso, a cámara rápida. Tú apenas eres dueño de tus palabras o movimientos. Vas ralentizado, detrás del ritmo que te marca la realidad. Esa inercia vital, existencial, de supervivencia hace cuestionarse dónde queda la libertad. En qué medida podemos salirnos de esas líneas tan marcadas y que, a veces, hasta podemos ver. Como cuando vamos por las pasarelas mecánicas-cintas transportadoras del metro. Sí, tú vas. Pero ella te lleva.

Hay días que empiezan mal, continuan peor pero acaban bien. Un beso tiene el poder de cambiarlo todo. Un beso te permite volar y pasar de cintas transportadoras y semáforos.

martes, 15 de noviembre de 2011

Qué buena soy

He dicho con orgullo cuando he encontrado mis 40 euros dobladitos en el banco de mi comunidad. 

Vuelvo de hacer unas compras, correr, caminar y que me dé el fresquito en la cara.. Llamo a mi madre, a mi novia y a mi amiga la rubia. Vuelvo andando a casa y sigo hablando con mi amiga. Entro en la parcela y me siento en un banco, continuo hablando y me pongo cómoda en el banco. Flexiono una pierna mientras nos reimos de una chorrada. Me muevo, me voy a otro banco.. Y vuelvo a espatarrarme otro poco mientras nos explayamos, contándonos nuestras cositas. Me doy cuenta de las posturas que ponemos cuando estamos hablando con alguien de mucha confianza. 

Subo a casa, me quito el pantalón deportivo. Saco las llaves, el teléfono, el mp3 y las moneditas. ¿Dónde están los billetes? Joder, con las veces que he sacado el teléfono, el mp3, cómo voy a adivinar dónde se han caido con todo el recorrido que he hecho por el barrio. 

Decido bajar al menos a los bancos donde me acabo de sentar. Pienso que seguro que ha sido allí. Pues sí. Allí estaban los dos billetes, intactos, inertes. Supongo que después de un minuto se los habría llevado el viento. Pero ahí estaban. Quietos. Reconozco que me hizo ilusión. Una ilusión tonta, de que..no sé..de que había reaccionado a tiempo. De que los perdí pero los recuperé. De que no querían abandonarme. De que con ese valor puedo hacer un maravilloso regalo (símbolico.., vamos que no soy una rata, que ya sé que con 40 euros no se compra un anillo de compromiso o una suite de lujo..). De que la vida, a veces, sí te da una segunda oportunidad aunque la cagues. 


La ilusión tonta, a veces, es difícil de encontrar.

 

lunes, 14 de noviembre de 2011

Lamentablemente

Hay dos verdades universales. 

Todo pasa. Y nada llega. Y de ahí nuestro eterno estado en un punto intermedio, que algunos llaman andar el camino. Francamente, jode, a veces, andar tanto para nunca llegar. O haber llegado, para tener que continuar el camino, sin poder conservar los pasos dados, en una cajita.

- ¿Se está acercando mi etapa anti-zen? 
- Sí, pequeño saltamontes. Todo pasa. 
- Pero, y ahora qué. ¿Caminar más?. Maestro, estoy un poco perezoso. O, se podría decir que cansado.
- ¿Quieres que te corte las piernas? 
- No, no. Pero ¿podría llegar ya a algún sitio?

martes, 18 de octubre de 2011

perro luna cicatriz piedra maraca

Esta es la historia de un perro que quería ir a la luna. Desde que vio en la televisión a Laika no soñaba con otra cosa.

Una tarde salio de la casa de sus amos, no dejó ninguna nota. Ni se llevó nada. Dejó hasta su hueso gastado y su mantita de astronautas. Su vida estaba vacía, ya ni sabía qué hacer para sobrellevar esa rutina doméstica. No es que tuviera crisis de identidad. Es que su identidad era una crisis. Un círculo sobre el que giraba y giraba con las orejas caidas y el rabo entre las piernas. Se sentía como una hiena que vio en un documental de la 2; estaba en el zoo y daba vueltas sobre el mismo punto.

Su sueño era elevarse, volar, llegar a la luna. Pero no podía ni correr. Un coche le atropelló cuando era cachorro y una profunda cicatriz atravesaba su blando y peludo cuerpecito hasta llegar a su patita trasera izquierda.  

Ese día salio arrastrando sus diminutas pezuñas. Iba a ser difícil pero había tomado una decisión y llegaría hasta el final con las consecuencias. Había oido que un día al año salía una nave espacial desde el acantilado del pueblo. Tardaría dos días en llegar a ese lugar. No sabía cómo encontraría agua y por eso había bebido mucho antes de salir.

La primera noche la pasó caminando entre las callejuelas oscuras y cuando vio amanecer se tumbó a la sombra de un árbol a descansar un poco. Una de sus pezuñas sangraba un poquito porque se le había clavado una piedra puntiaguda. Aún le quedaba otro día de camino y esa piedra le iba a ocasionar mucho dolor. "Solo queda un día", se daba ánimos.  

Emprendio la marcha como perro-maraca. A un lado y a otro, un saquito de huesos. Esquivando apoyar la pezuña ensangrentada y movimento a un lado. Con su pierna cojita, y movimiento al otro.. Un vaivén de perro.

Se acercaba al acantilado y empezó a recordar imágenes que había visto en la tele sobre el cañón del colorado y de Thelma y Louise..

La nave espacial era lanzada desde el acantilado porque antes de elevarse bajaba un poco para coger mayor impulso hasta la luna. Pero nunca llegaba a tocar el mar.

Cuando divisó la nave eran las 6 de la madrugada de la segunda noche. Estaba amaneciendo. Miró hacia atrás y vio las luces de la ciudad y el rastro de sangre que había dejado su pata. Pero ya estaba cerca, llegaría a tiempo.

Final abierto...

Algo nuevo

Hace unos años, tras hacer un curso de creatividad, realizaba un ejercicio que consistía en narrar algo nuevo que hacía cada día. Aunque pueda parecer que no hacemos nada nuevo cada día, es muy sencillo encotrar algo que se pueda considerar "nuevo".. También valían las nuevas cosas aprendidas o cosas que te pasaban sin hacerlas tú directamente. En mi día

  • Nada más abrir mi correo, había recibido unas fotos del amanecer.
  • Me he anticipado al decir la frase más importante que jamás se haya dicho o escrito.
  • He dejado la maleta a medias de hacer antes del viaje de mañana a Barcelona. "Ya la termino de hacer por la mañana".
  • Tengo fecha cerrada para ir a una Spa y a un concierto de Mozart..
No está mal..bastantes cosas nuevas para un día sin importancia. Pero, ya se sabe, en el fondo todos los días son importantes. Muy importantes. Y cuando no hay nada externo que nos haga que nuestro día tenga algo diferente, solamente tenemos que hacerlo nosotros. Ojalá tuviéramos algo nuevo y diferente cada día. Ojalá pudiéramos verlo tras la niebla de la rutina.

viernes, 14 de octubre de 2011

Primer día

Cómo me gusta ir a una reunión de trabajo habiendo dormido nueve horas. Radiante y esponjosa.

Dormir... Con lo poco que necesito para estar guapa, inteligente y feliz, qué difícil me lo ponen.

Como tengo que ir cogiendo ritmo y mis músculos (los de las manos y el cerebral) se deben ir despertando, haré una enumeración de mi vida de los próximos meses en puntos:

  • Yoga. Mañana comienzo otro curso. Otro de los cien mil cursos que he hecho desde hace 15 años. Ommm. Sí, donde siempre puedo volver, pase lo que pase.. Algo así se decía en "La piel que habito".. (yo soy de las defensoras de la peli y qué guapa Elena).
  • Dieta. Ahora me toca la del grupo sanguíeno. Soy A+, y se traduce en que no puedo comer casi nada de las cosas con las que te corres viva. Estoy limitada a placeres salivares pequeños y comedidos. Pero me he puesto en mi peso en un mes: 57 kgs... Y ahora? Sigo? No sigo? Pues claro que seguiré. No es por anorexia, me veo estupenda.. Es que, no sé..parece que me atraen estas cosas de la disciplina corporal.. Desde hace años.. Me da la sensación que de ese modo la mente está más dirigida a otras ideas más elevadas. O, como me decía una amiga el otro día, que voy de moderna: cuerpo sano, mente sana.
  • Amor. Canta en mis oidos... El amor está ahí fuera, agente Scully. Sí, Mulder, lo tengo enfrente.
  • Cambios. Digamos que los cambios me dan...no miedo..más bien pereza. Soy perezosa, a lo mejor, hasta vaga. Por eso me tengo que obligar un poco a esto de los cambios. Hasta mi primera pareja fue un experimento al que me obligué porque de la pereza que me daba, se me pasaba el arroz.
Leo los puntos de mi vida a corto plazo y me parecen pocos. ¿Eso es una vida? ¿Cuatro puntos?

Ah..miro el título y me he tranquilizado.. es mi primer día de vida. No está nada mal. Y siempre he preferido la calidad a la cantidad.

jueves, 13 de octubre de 2011

Día 0

Aún me duele todo el cuerpo.

Muevo los dedos de los pies.

De las manos.

Consigo empujar mis párpados contra la luz.

¿Por qué cuesta tanto mirar?

Siento los labios apretados.

Trago saliva y se aflojan.

Voy a tener que levantarme aunque aún no me he despertado.

La bella durmiente nunca miente.

Qué fácil es hacer una estúpida rima.

Busco palabras entre las telarañas de mi cerebro.

¿Habré perdido alguna en estos meses?

¿La vida sustituye a las palabras?

¿Las pasiones y des-pasiones nos dejan sin palabras?

Palabras por orden aparición:

amor

desamor

mar

luna

limón

canción

botella

embotellamiento

vino

se fue (ya, son dos palabras)

semáforo

rojo

verde

naranja

ejercicio

somalia

maricón

colonia

agua

fuego

monedas

tesoro

bella juventud

No.

No tengo todas las palabras.

En estos meses se me ha escapado alguna.

Muchas se fueron pero corrí tras ellas y las recuperé. 

Es hora de levantarse y estirar los músculos.

Comienzo a caminar.

El aire frío roza mis tobillos.

Oigo una voz lejana en la calle.

No sé si cerrar la ventana para no oirla.

O dejarla abierta para que se quede.

Lo pensaré mañana. Hoy tengo que escribir.

viernes, 1 de julio de 2011

Mi pelo liso

Andaba yo, últimamente, con el pelo algo encrespado. Sin duda, resultado de la piscina, las altas temperaturas, el llegar tarde a trabajar y no secármelo, la melancolía y el estrés.

Idea: acudir a centro comercial y explorar la gama de champús hydrolisos y encerados. Elección: uno de conocida marca que asegura el efecto alisado en los cabellos más encrespados. Resultado y pregunta: ¿cómo es posible que un champú contra el encrespamiento me deje el pelo como los hierbajos de una cuneta? Eso ya no era un encrespado, era un ecosistema. Me he acordado tanto de lo que siempre ha dicho mi madre...todo lo que anuncian, lo peor.

Ante tal montera en mi cabeza y la falta de tiempo, digo, aprovecho,me lo mojo un poquito y me pongo la espuma que tengo de rizos perfectos. Así, aprovechando tal fosquez pasaré a una bella cabellera rizada. Cual es mi sorpresa cuando después de darme medio bote y pasarme el secador descubro una bella melena lisísima... ¿Pero ese unte no era para hacer rizos? Joder.. Así que para obtener mi melena lisa primero tengo que encresparla con un champú alisador y luego alisarla con un enrizador.

En fin, mejor al natural.. o el alisado brasileño, digo japonés.

martes, 15 de marzo de 2011

Roles

El otro día me hizo sonreir ver, en un centro comercial, a una niña de unos siete años que llevaba de la mano y guiaba a su madre ciega.

Me imaginé un sentimiento de orgullo. El orgullo de la niña por haber llevado a su madre por la vida. Y lo orgullosa que iría la madre, a lo largo de los años, con su hija.

En la vida vamos teniendo distintos guías, maestros y apoyos. Y está bien cambiar los papeles. Que el hijo guíe a los padres. Y que los alumnos enseñen a los profesores. Mi profesora de teatro aprendió de mí, que seguro que existe alguna mariquita cuadrada y que la voz solo sale nítida desde los pechos enamorados. A mi maestra de yoga, a no preocuparse si tosía mientras meditaba. La tos no siempre es provocada por la mente para joder. Y a mis padres les he enseñado más cosas que ellos a mí; para eso ya me hicieron de buena calidad y me mostraron, con sus actos, cómo adorarles.

domingo, 13 de marzo de 2011

Una historia

No recuerdo quien me contó esta conocida historia. Creo que fue mi profesora de teatro.

Un hombre que tenía sueño se disponía a ir a dormir y quería que todo fuera perfecto. Decidió poner sábanas limpias y recién planchadas. Cuidadosamente puso la sábana bajera, pasando repetidas veces la palma de sus manos sobre ella para que quedara lisa y sin ninguna arruga. Después, la sábana de arriba doblando meticulosamente el embozo. Ahuecó durante largo rato la almohada de plumas hasta que adquirió la textura de una nube esponjosa. Abrió la ventana para que la habitación tomara el olor del aire fresco de los árboles. Mientras tanto, buscó entre sus cajones su mejor pijama. Se lo puso despacio. Fue a la cocina a tomar un vaso de agua mineral. Se lavó las manos, frotando dedo por dedo. Se echó colonia. Volvió a la habitación. Cerró la ventana. Colocó los libros que estaban encima de la mesa. Se quitó las zapatillas. Se metió en la cama. Apagó la luz. Y se dio cuenta de que ya no tenia sueño.

viernes, 11 de marzo de 2011

Favores

Parece que fue ayer cuando viniste con tu cara roja a pedirme ese favor. Nunca pido favores, me dijiste, pero esta vez lo necesito realmente. Jamás me niego a hacer favores, pero esta vez, era algo que realmente me iba a costar. Cuando me lo dijiste, yo también acabé con la cara roja. Y eso que, en ese momento, ni siquiera imaginaba lo que iba a ocurrir.

Vale, pero no me metas prisa, te advertí. Te he dicho que esto me va a costar. Espero que, por lo menos tú me ayudes.

Haré lo que pueda, respondiste.

Ahora recuerdo las risas y lágrimas de después.

martes, 8 de marzo de 2011

Mi jefe

Queridas todas.

No soy muy partidario de ciertas celebraciones, hay cuestiones que no se deberían reivindicar nunca. Pero el mundo, a Dios gracias, no es perfecto y es necesario recordarlas, especialmente a ciertos cavernícolas que andan sueltos.

No me considero feminista, pero si un defensor de la igualdad de derechos de “todo ser humano”. Hoy toca recordar a las mujeres y por supuesto que lo hago, aunque lo importante es hacerlo todos los días, con hechos y no solo palabras…. y para demostrarlo mañana os invito a comer.. J (lo tenía previsto para hoy pero se nos ha cruzado con la visita de los franceses).

Lo dicho, a seguir en la brecha y que dentro de 100 años las hijas de las hijas de nuestras hijas.. no tengan que recordar este día.

P.S.
Cécile a ti te invitaré otro día J

09:03

Respiré profundamente cuando vi el reloj en la pantalla de mi portatil. No sabía muy bien cómo había podido llegar perfectamente vestida y a salvo, tras el fin de semana de alcohol, dance y desenfreno. Ya. Lo había escrito hacía unos días. Puta bocaza...

Cuando monté en el vagón del metro llevaba una mezcla de cerveza, mojitos, paracetamol, red bull y mi lluvia de ideas. Me pongo el MP3, no sé si estoy despierta, o aún soñando. Veo que un hombre me está mirando con sonrisa pícara (o de salido) al otro lado del tren. Al instante miro al otro lado, y veo a otro con la misma expresión. Pienso, me sonrien porque yo voy sonriendo. Y ya veo a uno a mi lado, con la misma cara.  De repente me acuerdo que llevo un jersey negro escotado y me miro el pecho inmediatamente porque se me ocurre que igual se me ha salido una teta y por eso todos me miran con esa cara. Negativo. Pero en ese movimento de mi cabeza hacia abajo para mirarme el pecho, el que me estaba mirando hizo lo mismo. No es tan raro eso de que se sufran desnudos parciales en el metro en hora punta. Con tanto empujón, meneo y frotamiento, te desplazan las entretelas, los refajos y las enaguas. A mí alguna vez me han abierto algún botón de la camisa, con la espalda, pasando delante de mí. Pero no, esta vez no me habían desplazado el jersey. Creo que miraban mi cara de  empanamiento total por la lluvia de ideas.  sonrisa floja (fruto de los mojitos) y felicidad absoluta (fruto de la cerveza). Si los alcohólicos, lo serán por algo. Aunque en el trabajo me decían que tenía cara de haber echado un polvazo.  

jueves, 3 de marzo de 2011

The news

Hay días en los que, sin motivo aparente, se suceden las malas noticias. Se agolpan, se amontonan, se empujan unas a otras peleando por el protagonsimo absoluto.

Se camina por la calle, con la cabeza alta, sonriendo. Todo va bien. O más bien, no es que todo vaya bien, es que no hay ninguna alarma demoledora. No hay ninguna mala noticia. Es un día tranquilo, día zen. Paz y amor, qué guapa soy y qué tipo tengo.

Pero un mínimo detalle, un acto fallido se puede convertir en un punto de inflexión catastrófico. Hoy me ha venido en varios momentos a la mente la imagen de una mano tirando del horizonte y dándolo la vuelta, como cuando tiramos de una sábana, puesta en la cama, hacia atrás. Lo que estaba arriba ahora está abajo. Son las reglas del juego. Cuando estamos bien, estaremos peor. Y cuando estamos mal, estaremos mejor.

Las malas noticias por el trabajo desilusionan.
Las malas noticias familiares, golpean.
Y las malas noticias por algo que no entiendes, se quedan alojadas en el pecho, esperando..no sé..la respuesta..la clave para resolver el acertijo y que las puertas de la cueva se abran.

En fin, que ha sido un día de malas noticias. Menos mal que no tenía cita con el médico, me habrían dado tres meses de vida.

Siempre, en momentos adversos, embellezco notablemente (aunque ya es difícil superar el estado habitual). Yo lo noto. Y mis amigos me lo dicen. Primero, porque conscientemente no me permito el menor matiz de derrota. No podría mirarme a un espejo y ver a una persona vencida. Al contrario, es mi mecanismo consciente-inconsciente de ganar la batalla. Pase lo que pase no va a poder conmigo. Nunca voy a ser-parecer una persona marcada por unas posibles circunstancias externas adversas. La belleza como mecanismo de defensa, o adaptación. También puede ser porque, como nunca lloro, las lágrimas no expulsadas, acumuladas y evaporadas, aportan una mayor hidratación y otorgan una halo luminoso a mi rostro. El dolor me embellece.

Pase lo que pase ahi fuera, yo sigo estando (pareciendo) maravillosa de la muerte. Vamos, lo que toda la vida se dice, a mal tiempo, buena cara. Y fin de semana de alcohol, dance y desenfreno...

martes, 1 de marzo de 2011

Desde el Café Iruña

En Bilbao. (Gracias E, me ha gustado mucho este lugar. Lástima que no tuviera tu móvil, al final voy a estar más de un par de horas sola y podríamos haber tomado café, mi compañero salió hace un rato hacia Barcelona) 

Mi tren sale en una hora.

Día de lluvia y gris. Pero a pesar de eso, me ha encantado Bilbao. Me gustan mucho las ciudades del norte. Me gustan las chicas de aquí, su energía, su expresión.

 
Ay, hace muchísimos años que dejé de fumar y me apetece tanto encender un cigarrillo. La primera calada, la taza de café solo sin azúcar y el vasito de agua. Tal vez, porque este cafetín se parece mucho a los de mi ciudad, a los de mi pasado. O puede que, como dicen, seguimos siendo fumadores durante toda la vida. Como los alcohólicos. Así que, en este preciso instante, en que no echo de menos a nadie de este planeta ni del universo, anhelo y, casi saboreo, la primera caladita de un cigarro. ¿Me importan poco las personas? ¿Me gustaría estar aquí con alguien? ¿O preferiría tan solo la compañia de un cigarrillo? Sí.

Pero para pasear, una mano. Y en la habitación, un cuerpo frío-ardiente.  El cerebro, lo dejamos para después. Conozco muchos cerebros y pocos cuerpos. Tengo que igualar el porcentaje.

domingo, 27 de febrero de 2011

Pelotas van y vienen

Pregunté hace poco al I Ching de nuevo por mi ex. Vamos, no por mi ex, por lo nuestro. Que no es nada nuestro porque no estamos juntas. Pero bueno, ya se sabe, ¿hay alguna posibilidad, por remota que sea, de salvar lo nuestro? Que ya sé la respuesta por mí misma. Pero, por tocas las pelotas, se lo pregunto al universo. Que me lo diga a la cara. Siempre me dicen que soy un poco tocapelotas por hacer preguntas cuyas respuestas ya se saben. Pero, en realidad, no es por tocar las pelotas. Sino porque no acepto que algo sea así y ya está. Que no pueda cambiar. Siempre espero, confío y hasta suelo estar convencida de que cualquier cosa puede cambiar en cualquier momento. No acepto las situaciones impuestas o que son así porque sí, eternamente. Por eso tengo serios problemas con esto de la muerte.

Pero bueno, el caso es que le volví a preguntar oráculo. La última vez  que pregunté sobre lo nuestro, hace unos meses, me salió el hexagrama de la desintegración. Pues sí, desintegrado sí que está. Pero volví a preguntar hace unos días. A ver si la cosa va a mutar, que para algo se llama el libro de las mutaciones. Me salió el hexagrama 33, la retirada. Ya, si retiradas estamos. Y éste luego mutaba al estancamiento. Así que vamos, lo que yo ya sabía. Pero seguiré preguntando. Y la próxima vez lo haré para tocar las pelotas al oráculo.

Mi ex, en un correo de hace dos semanas me dijo textualmente que estaba centrada en su mundo budista y de sanación y "99% retirada del mundo lesbiano". Ya, así que el hexagrama de la retirada, era por eso.. Pero qué significa eso de 99%. Qué implica ese 1% que no está retirada. ¿Que se pone vídeos porno? ¿Que ha tenido algún contacto con tacto? Pues si se quiere retirar, mejor que se retire el 100%.

En fin, ya por cambiar, pregunté al I Ching por otra chica. Y me salió el hexagrama de la familia.

Y yo me pregunto, entre la retirada y la familia, un punto medio, sería mucho pedir??

O el oráculo me está tocando las pelotas a mí??

Pd. Bur, no es mi intención frivolizar sobre el I Ching. Tengo máximo respeto como fuente de sabiduría y misterio. Pero, ya sabes, se debe sacar algo frívolo hasta de las cosas más serias. Bea, tranquila, ya llegará tu hora del oráculo.

viernes, 25 de febrero de 2011

No existen las casualidades

Esta es la foto que estaba en la pared del cabecero de mi cama en el hotel de Barcelona. Fui a ver si en la de mi compañero también había un cuadro similar. Negativo. En la de él, un solemne bodegón. 





Y aprovecho para poner esta otra de una cerveza de importación que tomé en el bar de mi amigo el mago. Con el posavasos y el cristal se ve lo que se ve. La cerveza está buenísima y la de la imagen pues no sé, no la he probado.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Agenda

Hoy firmó el tercer grupo gallego de los que fui a visitar en diciembre. Han caído los tres a los que hicimos demos en La Coruña. Pleno. El de hoy es un conocido grupo de toda la vida. Y hasta mi jefe me ha dado la enhorabuena con un par de besos y un correo con trozos de canciones de Estopa y Chambao. Y yo a este hombre no le había visto el menor matiz poético o lírico. En fin, lo mío me costó. Que los gallegos, ya se sabe, ni te dicen que sí ni que no. Cuestión de paciencia y de dejarles. "Bueno, vale, ya pasó..."

Esta noche duermo en Barcelona. muy bien el Silken. Quería probar uno, ya que, tengo mi premio de dos noches en cualquier Hotel Silken de España hasta 31-12-2011. Me tengo que poner las pilas que con lo relajada que soy yo para estas cosas se me va a pasar el premio y el arroz.

Mañana 8 horas de demo. Llegaré a mi casa sobre las 12 de la noche. El viernes me vuelvo a ir, paso el fin de semana fuera. Y el lunes duermo en Bilbao.

Así que admiradoras, no saturéis mi correo ni queméis mi línea telefónica, no podreis gozar de mi presencia en estos días. A mi vuelta os responderé y atenderé a todas en orden alfabético.

Me bajo a cenar con mi compañero francés, que casi se pega con uno a la bajada del taxi. El uno hablando en catalán y el otro en medio francés.

Pd. No entreis jamás a los baños de minusválidos del AVE. Las puertas se pueden abrir de forma automática desde fuera y te pueden pillar con los pantalones bajados. Y no lo digo porque me haya pasado a mí.

martes, 22 de febrero de 2011

Bella Durmiente

Esta mañana, en uno de los periódicos del metro, se mostraban las fotos de los cadáveres de varios famosos. Para que se te quede bien el cuerpo desde primera hora. Siempre me ha parecido una burrada cuando aparecen imágenes de personas muertas en la televisión, internet.. Algo que si viviéramos en una sociedad como dios manda y se tuvieran unos valores, no aperecería. Entre otras cosas, por respeto al muerto, que no se puede quejar y que, seguro que no le gustaría que le vieran con ese aspecto. A mí, por lo menos no me gustaría que me viera nadie. No sé qué voy a hacer cuando tenga que ver a personas cercanas, amadas. Es algo inhumano ver a los muertos. La muerte es inhumana.

En el periódico pude ver el rostro de Bob Kennedy, sus ojos. Y una foto super-millonaria de, se supone, Marilyn en su cama con la mesilla llena de botes de pastillas. Digo se supone, porque está de espaldas. Se ven sus hombros desnudos y su cabello rubio corto alborotado y sudado. Como si hubiera estado dando vueltas toda la noche intentando, no sé, vivir. O morir.

Soy muy mitómana, mi proyecto de sociología fue sobre el consumo de ídolos ("El cónsumo de ídolos, como marca, en las unidades Diderot") Marilyn siempre ha estado en mi vida. En mi casa hay mucha Marylin, mucho Klimt y La Bella Durmiente.


A mi ex no le gustaba ver a Marilyn colgada en las paredes. Decía que era un símbolo que no transmitía positividad, desde el punto de visto energético del Feng Shui. Primero, porque no se deben poner imágenes de personas muertas. Y, segundo porque transmitía unos valores de mujer sex-symbol, femme fatale, diva que no eran buenos para un desarrollo personal. No entendía el concepto de icono, de símbolo, imagen...  Tenía poca capacidad de abstracción.

Vaya, es la primera vez que digo algo no-bueno de mi ex. Tal vez ya vea sus defectos? Quizá me esté desenamorando.. El amor a Marilyn ha perdurado más que el amor a ella.

lunes, 21 de febrero de 2011

Confucionada

El otro día vino mi amigo JM a buscarme a casa. Ha cambiado su coche, ya no tiene su BMW rojo. Lo vendió, a su mujer no le gustaba. A mí tampoco, lo confieso. Iba sentada "muy baja" y me gustan los asientos más altos. Ahora se ha comprado un Toyota Avensis gris azulado. Ha pasado del modelo de soltero ligón al modelo de respetable señor casado. Es bonito, me gusta más que el BMW, es más cómodo.

El caso es que yo sólo había visto el Toyota una vez, hace un mes o así. Este coche es muy similar a otros modelos de otras marcas. Peugeot, Renault, Wolsvagen, etc. tienen un modelo super parecido. Y además parece que todos los coches también tienen el mismo tono: gris oscurillo.

Es la hora y mi amigo JM me está esperando en el coche. Me hace llamada perdida y bajo. Es de noche. Veo su coche en la acera de enfrente. No recordaba los cristales tintados. Voy a abrir la puerta y está cerrada. Y de repente veo que arranca y avanza unos 100 metros por la calle para luego pararse. Pero qué hace, este es imbécil, pienso. Espero unos segundos mientras confío en que lo que va a hacer es dar la vuelta para salir en la dirección correcta pero oigo los pitidos de otro coche a mi lado. Joder, es JM con la mandíbula desencajada y llorando de la risa.  Quien coño era el del otro coche. Y qué habrá pensado. Que le iba a robar? Que era una yonkie? Una prostituta que se le metía en el coche para chupársela? O la agente Scully con orden de registro...

domingo, 20 de febrero de 2011

Un poquito más, un poquito menos

Mi despertador está adelantando 15 minutos, mi reloj de pulsera 10 y el de mi móvil está en punto.

Como no me levanto ni con una grúa de mi viscolástico de alta gama (cómo me sabe abrazar), pongo el despertador de la mesilla y el del móvil. Así que primero suena el de la mesilla a las 7:15 (hora ficticia) y luego el del móvil a las 7:15 (hora real). Poniendo los dos me siento segura de levantarme a mi hora. Pero aún así siempre llego 10 ó 15 minutos tarde al trabajo.

La primera vez que mi jefe me lo dijo, lo enfocó como una falta de respeto a los demás que están a su hora. Y que si llegaba la última, por lo menos, no me fuera la primera. Yo le respondí que mientras otros llegan puntuales y se ponen a ver su correo personal, las noticias, el tiempo o se van a la cocina y hasta al bar a por un café, yo me pongo a trabajar directamente y "a tope" (creo que utilicé esta expresión). Parece que le convencí porque no me volvió a decir nada; aunque muchos días ni me mira cuando le doy los buenos días. No soporto esta doble moral y menos la pérdida de tiempo. Yo voy a la oficina a trabajar. Y si es justificable que alguien llegue a las 8:45 para luego irse por ahí a tomar café o a hablar. Pues mira, yo llego a y cuarto y voy a lo que voy. Y luego los que se quedan más tarde porque sí, tocándose las narices, para que les vea su jefe. Porque eso sí, si el jefe no está, ellos no están. De verdad, me parece muy triste que alguien esté sin hacer nada, engañando a su jefe, a sí mismo y encima gastando luz. Vete a tu puta casa de una vez. ¿Es que no tienes nada mejor que hacer?

Decía que mi jefe nunca me había vuelto a decir nada desde la primera vez. Salvo hace poco que envío un correo que cuidado con los horarios, etc. Y en una reunión con todos dijo que el que llegue tarde, es muy sencillo, que adelante el despertador 10 minutos. Ay, si él supiera que no es tan sencillo. Es una cuestión mucho más profunda o, por lo menos, complicada. Porque cuando me he levantado, no 10, sino hasta 20 minutos antes, he llegado igual o más tarde. Me ponía a hacer otras cosas porque veía que me daba tiempo, a recoger ropa, buscar algún colgante que hacía años no veía, o me sentaba a esperar. Si es que en el fondo no es por madrugar, bueno sí, pero es más allá de eso. Cuando salgo de viaje pronto, estoy una hora antes en el aeropuerto o en Atocha. Si hay que ir, voy la primera. Pero esto de ir a trabajar todos los días...es como ir por ir. Vamos, porque no hay más remedio. Y creo que me impido a mí misma llegar puntual. No sé si como señal de rebeldía, para manifestar mi descontento por tener que trabajar. O mi inconsciente piensa que si todos los días llego 10 ó 15 minutos tarde lo gano en salud y le robo unos minutos al alma negra, extraterrestre o imbécil que nos jodió la vida a todos inventando esto del trabajo.

sábado, 19 de febrero de 2011

Sin importancia

Hay días que aprendemos poco y nos morimos por decirlo.

Y hay días que aprendemos mucho y no podemos decirlo.

jueves, 17 de febrero de 2011

Feng Shui corporal

  • Tuve melena larga y rubia en mi fase de femme fatale. Asistía a los cafés y ponía en el mármol de las mesas mi pitillera de plata y mi caja de cerillas. Tomaba café sólo sin azúcar o whiskey con hielo en vaso de tubo. Vestía con trajes, medias con costura. A veces, corbata y pelo recogido. Gafas de sol. Encendía un cigarro y miraba la vida a través del humo de la búsqueda del sentido de la vida, del amor y de la muerte. Tenia veintipocos años.


  • La época en que tuve más corto el pelo, al uno, y ya de mi color negro, coincidió con los meses en que menos peso he tenido. Tenía ansias de ligereza, de volar. Hasta el pelo me pesaba y no debía dejarlo crecer. Vivía a unos centímetros del suelo, levitaba, gracias al yoga, la meditación y el teatro de Shakespeare. Vestía con máxima sencillez y sobriedad, vaqueros y mucho negro. Dejé de fumar y me pasé a la cerveza. La intensidad de los símbolos y de lo ideal de la fase anterior dejó paso a lo ideal-energético-espiritual-poético. Tenía 27-28.

  • La entrada al mundo real de los adultos, para mí, el mundo del trabajo, trajo normalidad a mi pelo. Melena de mi color. A veces más corta, a veces más larga. Pero siempre normalidad. Me da un poco de miedo esta fase. Tal vez tenga que teñirme de azul y romper la rutina. Tendría que cambiar de trabajo; no podría raparme o hacerme algo raro..A ver. Volví a los trajes, por el trabajo. Me encantan los trajes. Y también el lado sencillo en los ratos libres. Sigo sin fumar aunque gorroneo alguna calada a  mis amigos fumadores. Y me he quedado en las cañas, pero con poquísimo aguante, con tres ya no vocalizo.  
Parece que he hecho el recorrido al revés. Hasta parezco más joven ahora que en la fase rubia.

  • Y cuando, tachán, me depilé todo-todito-todo, al día siguiente conocí a mi ex, el amor de mi vida. Vaya si funciona el feng shui corporal.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Mis citas del chat

Intentaré seguir el orden cronológico:

  • Número 1.Gloria. No recuerdo si trabajaba o estudiaba. Hablaba del aura y cosas así. Tomó un té desteinado, le afectaba la teína. Tambíen el alcohol, la cafeína, los perfumes y la gente. Según me contó se fumó en una ocasión un porro y quedó un poco (bastante, diría yo) trastornada. No volví a quedar con ella. Sin alcohol, café o comida no habría sabido qué actividades realizar. Porque me parece, aunque no lo llegamos a comentar, que make love también la trastornaba. Así que ya no me quedaba nada por hacer con ella.

  • Número 2. Cristina. Con ella fui por primera vez al café de Belén y tomamos un mojito. Conectamos muy bien mentalmente; ideas políticas, sociales, etc. Estábamos en la onda bohemia. Pero no volvimos a quedar, a mí no me atraía y se me juntó que no tenía tiempo. Pero nos encontramos tras unos meses en los servicios del aeropuerto de Jerez.

  • Número 3. María. Trabajadora en una fábrica de Alcobendas. Quedamos dos veces, no porque me gustara, sino por llenar el tiempo. Se enfadó conmigo porque dice que nunca la saludaba en el mesenger. Yo repondí que no la saludaba porque siempre estaba "ausente" y no me gusta interrumpir. Se lo tomó como una ofensa y me escribió un correo despotricando sobre mí. No, histérica, no era.

  • Número 4. Laura, directora financiera de una empresa de Coslada. Estuvo viviendo con su novio ocho años y cuando estaban a punto de pasar por el altar decidió romper y salir del armario por todo lo grande, contándoselo a su familia. Quedamos varias veces. A la tercera me llevó a su casa y nos enrollamos. No me gustaban sus besos, no había mucha química, pero estaba buena, con pasta e inteligente. Así que dije voy a ver qué pasa, y si luego aparece la química. Ella estaba medio-saliendo con otra (también del chat) pero decía que además quería conocerme a mí. Me agobiaba, quería hablar por teléfono a cada momento. Me dejó por junio (aunque tampoco es que estuviéramos saliendo). Y me volvió a llamar en agosto para tomar algo, aunque estaba saliendo ya con la otra. Me dijo que fuera a dormir a su casa y que tenía las tetas más bonitas que había visto. Qué podía hacer, sino ir. Pero delante de mis ojos se tomó un lexatin porque le entró un ataque de nervios al pensar que podía traicionar a la otra. Le dije, no hace falta, me voy. "No, quédate, pero no haremos nada". Así que dormimos juntitas en braguita y sin tocarnos. Por la historia del lexatin, mis compis siempre se refieren a ella como laura la loca.  Llevábamos tres o cuatro años sin contacto y hace poco me habló en el messenger y me pidió en el facebook. En fin, es buena chica.

  • Número 5. Victoria. Fue mi pareja durante un año. Conocía a Cristina, la número 2, habían salido de juerga unas cuantas veces. El día antes de enrollarme con Victoria quedé con Laura la número 4. Me dijo que fuera al grano con Victoria y no la dejara escapar con mis indecisiones y pasividades, como había hecho con ella (en fin..). Laura me dictó el mensaje que yo le envié a Victoria. Sí, fue un SMS directo, al día siguiente nos acostamos. Victoria me dejó después de un año porque no me apetecía nada irme a vivir con ella.

  • Número 6. Rebeca. Sólo quedé una vez con ella. En plena cena en el wok me habló de su colon irritable. De sus episodios de diarrea y estreñimiento. Por supuesto, no volví a quedar con ella. No me importa nada cuando caga la gente. No me importan las cosas comunes a todos los humanos. Me interesan los matices distintos de cada persona. Give me something different.

  • Número 7. Cruz. Fue una quedada con diferentes amigas y desconocidas del chat. Una de ellas intentó quedar conmigo a solas, sin éxito. Una noche que salí con Cruz al Fulanita, conocí a la mujer de mi vida, mi ex.

  • Número 8. Raquel. Muy guapa, muy femenina. Fuimos por la latina y ligamos con todos los tíos de todos los bares. Era maja pero, no sé, un poco líneal. No volví a quedar con ella.

  • Número 9. Beatriz. Por fin coincidíamos dos mujeres perfectas. Aunque una un poquito más que la otra. Yo menos, por supuesto. Había mantenido relaciones laborales con alguien con quien yo también había mantenido relaciones laborales. Me introdujo en un mundo nuevo y me dijo que lo mejor es hacerlo todos los días. 

  • Número 10. Carmen. Había sido monja durante unos 10 años. Muy maja y culta aparentemente. Pero hablaba a gritos, rasgando la voz. Me alteraba cada vez más su modo de hablar. Me dijo que su novia se había puesto a salir con otra; no me extraña..¿Conocerá lo que es la modulación de la voz? Tomé dos cañas con ella. Y nunca había sentido tanto alivio al bajar las escaleras del metro.

  • Número 11. La rubia happy de Clinique. Amiga de Cruz, la número 7. Nos habíamos conocido un año antes. Nos habíamos caído bien pero no nos volvimos a ver. Chateando, ella me reconoció. Hemos quedado varias veces. Cine, fulanita, cervezas y hasta excursión a Chinchón. Me tocó el botón del inglés; con ella tengo nivel medio. Estamos en proceso de forjar nuestra amistad y, tal vez, clases particulares de inglés.

  • Número 12. Luisa. Fue una cita divertida. Me dijo que su padre tiene 10 placas. Tenemos pendiente tomarnos un algo y cocido en su casa.

  • Número 13. Miranda. Aún no he quedado con ella. Nos dimos msn y hemos hablado dos veces. Parece que quedaremos. En primavera. Esta me conviene. Economista, 35 años. Tal vez, Miranda no sea su verdadero nombre, pero me gusta. Está bien tener alguna futurible de nombre desconocido.
Es posible que se me olvide alguna.. Jo, la verdad nunca las había contado. No sé si son muchas o pocas. Y eso que yo pienso que entro poquísimo en el chat.

lunes, 14 de febrero de 2011

Comunicado versus entró

Puse el tornillo. Yo solina. Después de muchos intentos y valorar múltiples opciones. De repente, en uno de los intentos, entró fácilmente. Como si jamás hubiera dado ningún problema.

Ya, ya. Entonces solo era eso.

Seguir intentándolo.

Insert coin.

Este chicle no ha sido premiado, sigue jugando.

Tarde o temprano el tornillo entrará o te tocará un chicle. Una vez me tocaron tres chicles. Uno detrás de otro. No se me olvida porque mientras saboreaba el tercero, por la radio se oían los disparos de Tejero. Mi madre solía poner mucho la radio. Me estaba dando besos compartiendo mi alegria por mis chicles premiados. Y de repente me soltó y subió el volumen de la radio. Yo no entendía muy bien lo que pasaba, tendría 6 años...

....pues no ha habido ninguna lección genuina. El que la sigue la consigue. Esa ya me la sabía. Y tampoco es tan cierta.

Dejaré una temporada las lecciones para centrarme en mi cuerpazo. A mejorarlo, aunque eso ya es difícil. Que lo tengo unos meses abandonado. Dos días de piscina, dos o tres de yoga y 30 minutines de nada de bicicleta todos los días. Algún fin de semana, senderismo en la sierra con mi amigo Alfonso. Esto me deja poco espacio para mi vida erótico-social. Al fin y al cabo, hoy por hoy el único cuerpo a cuidar es el mío.

El camino

Por todos es sabido que el camino se va haciendo con dos pasos retrocediendo y uno avanzando.

El truco está en que los pasos que demos hacia atrás sean más pequeños que el que damos para avanzar.

viernes, 11 de febrero de 2011

Reunión con Julia II

Mis queridas, lo lamento, la verdad no hay mucho que contar, desde el punto de vista pícaro, frívolo, seductor o guarro. No tuve apenas tiempo ni oportunidad de lanzar asociaciones de ideas en torno a Julia. La reunión fue muy intensa desde el punto de vista "profesional" y tenía todos mis poros y neuronas concentrados en no dar ninguna respuesta incorrecta o indebida a todos los presentes, y en controlar cualquier reacción de nervios o duda. Pero todo salió muy bien, perfecto, casi diría. Mi compañero y yo lo bordamos. He salido diciendo qué buenos somos y pensando qué buena soy. En fin, dejaré lo del ligoteo para la negociación telefónica que nos queda en los próximos días.

Y ahora estoy..un poco..no sé...como plof.. jeje, en serio.   Después del esfuerzo mental por la concentración y el autocontrol, y la euforia posterior a la reunión, el bajón no es más que el periodo refractario, de recuperación. Me pasaba eso también después de las representaciones teatrales. Es como si ,en esos momentos claves, en que no puedes fallar, gastas una cantidad de energia desmesurada. Y sólo se vuelve al equilibrio, a la energía de crucero, tras un periodo de apatía. Bueno, y con el madrugón pues ya te digo..

En fin, mi apatía actual no me permite escribir algo minimante gracioso o con ritmo. Pero diré, a pesar de ser tachada de recurrente, cansina y pesada que sigo intentando extraer mi lección sobre el tema bicicleta estática sin montar. En el servicio técnico me pidieron una foto de cómo mi marido intentaba poner el tornillo (les he dicho que mi marido no puede poner el tornillo; es que si les digo que soy yo, con lo de la inutilidad de la mujeres en estas cosas me iban a chotear un poco). Les respondí de una manera muy seria que no tenía que enviar ninguna foto de nada y que como no me dieran una solución les pondría una reclamación. Y me respondió: "si quiere le puedo enviar un pequeño vídeo":



Buñuel, sigues con nosotros.

jueves, 10 de febrero de 2011

Reunión con Julia

Mañana de nuevo AVE a Barcelona. Esta vez no es demo(stración) del software, sino reunión de temas varios. Normalmente, solo paso una vez por cada empresa: el día de la demo. Y más si es fuera de Madrid, por ahorrar gastos a la empresa en tiempos de crisis (aunque en 2010 hemos llegado a objetivos, claro, teniéndome a mí). En diciembre fue la demo. Vuelvo porque el proceso de negociación está en un punto clave y hay que aclarar unos puntos. Y voy una segunda vez porque es una cuenta grande, mucha pasta en juego..y ahí no se miran los gastos. Esta es la historia oficial, la realista, de que por qué vuelvo mañana a esta empresa de Barcelona.

Pero yo creo que, en realidad, vuelvo por una o dos cosas.

  • Una. En la entrada nos dieron la típica tarjeta de visitante y cuando salíamos yo no la encontraba por ninguno de mis bolsillos: americana, pantalones, abrigo, bolso, bolsillo interior del bolso, compartimentos del maletín del portátil.. Estuve un buen rato buscándola y nada. Hasta que, por fin, el guardia de seguridad dijo: no te preocupes, cuando vuelvas otro día, la traes. Pues va a ser que no, pensé.. La encontré después de un rato en uno de los bolsillos del abrigo. Así que, allá que tendré que llevar mañana la tarjeta. Si es que no se puede decir nada, que todo va al karma.

  • Dos. A la demo que hicimos en diciembre asistieron 8 personas. Mega-quorum. Director financiero, responsable de administración, gerentes de los subrupos de empresas, directora del proyecto, etc. Y a mí derecha se sentó la Directora de Sistemas, Julia P. De primeras no me llamó nada la atención: con gafas, pelo rizado, vestida un poco regular para mí gusto..como cuando yo saldría a hacer la compra por mi barrio. Pero según se desarrollaba la sesión e intercalábamos frases y miradas fue creciendo mi interés hacia ella. Creo que pensé que podría entender, que de todas las presentes, podría ser la única entendida. Y es posible que por eso focalizara toda mi atención y energía seductora en ella. Recuerdo que eché unas miraditas de putón pero lo hacía porque estaba haciendo unas preguntas muy jodidas y mi compañero ya se estaba poniendo nervioso. Yo la miraba y respondía suposiciones lógicas y quitando peso al asunto. "Si el programa hace plof, el servicio técnico dónde está", preguntó. No podía decir que en París. Así que le ponía ojitos, sonreía y decía "el programa nunca va a hacer plof". Todos sonríen y se relajan. El que una frase tan chorra desblquee un punto tenso se basa en que te vean seguro en lo que dices. Si lo dices contundente, sin preocupación, con sentido del humor..piesan..el programa nunca a hecho plof. Pues parecerá mentira pero por estas frases chorras bien dichas salen operaciones millonarias. En fin, espero mañana estar tan inspirada como en la primera reunión y llevarme el premio de la chorrada bien dicha.

Pues a lo que iba, Julia y yo nos sonreímos con ojitos en varias ocasiones.. Aunque ella con gafas y yo con lentillas, en lo de los ojitos igual hay alguna distorsión de la realidad. Me llamó la atención su voz. Hablaba muy femenina, un poco bajo, como estas voces que están al borde del susurro y con cierta sensualidad impostada. Como si dijeran, ay, meteme solo la puntita. He hablado con ella en varias ocasiones por teléfono y  ha ido in crescendo el interés y hasta el nerviosismo. Además, lo del nombre de Julia me da mucho respeto. La madre de mi padre se llamaba Julia; también tiene una hermana que se llama Julia. Mi padre se casó con una Julia (mi madre) y mi hermano con otra Julia. Me imagino contándole a mi madre que a mí, en el fondo, no me gustan las mujeres, que sólo estoy con Julia por seguir la tradición familiar. Así que, aunque no esperaba volver a verla, mañana la veré.

Ay, Julia, no me pongas esa vocecita, que hago plof.

Visto lo visto

Cósame los ojos, doctor.

martes, 8 de febrero de 2011

En el buen sentido

Hoy mi jefe estaba hablando de la presidenta de nuestro Grupo. Es una señora de unos 50 y pocos muy atractiva, inteligente... Le da por comprar empresas. Quiere que nuestro Grupo sea un Imperio.

Pues bien, mi jefe decía que en las oficinas de Francia hay muchas mujeres trabajando. Que a nuestra presidenta le gustan mucho las mujeres. "En el buen sentido", puntualizó, "está casada".

Ayy, pensé, a mí también me gustan las mujeres en el buen sentido. En el mejor.

En el sentido de las agujas del reloj.

Y en el contrario.

lunes, 7 de febrero de 2011

Pantolones fuera

Los pantalones no me dejaban hacer la postura de yoga que quería. Impedían la apertura de mis piernas. Mis piernas se abren más que los pantalones.

Así que fuera pantalones, ataduras, lastres, complejos, pesos, cadenas, miedos, traumas, sogas, imbecilidades, tardanzas, reservas, esperas, chorradas. Mariconadas, las justas.

Se está muy bien sin pantalones.

domingo, 6 de febrero de 2011

Cómo montar una bicicleta estática y extraer una lección zen II: la contra-lección

Está bien, asumo que la lección zen es que soy muy bruta y cabezona. Quería la bicicleta ya. ZSA. Y ya, significa ya. Y no podía contemplar ninguna otra alternativa que implicara posponerlo en el tiempo. Si la quería ya, debía coger la caja por las cuerdas y llevármela con mis propias manos. Es verdad que podría haber cogido un taxi y haberme ahorrado la peregrinación en metro. Pero no habría sido lo mismo. Parece que las cosas que cuesta conseguir, que se obtienen con sacrificio, nos satisfacen más (este brote masoquista me lo tengo que mirar). El caso es que me sentí muy satisfecha porque, yo que tengo muy poca fuerza, pude hacerlo.

La contra-lección zen es que, según una amiga, el universo luego me dijo "te jodes". Hay un tornillo que no entra de ninguna manera y la bicicleta aún sigue sin montar. Mis compis no logran ponerlo. Y ellos sí que controlan de estas cosas. Tendré que ¿devolver la bicicleta? (juro que no haré el camino inverso del mismo modo) ¿llamar al servicio técnico? Según mi amiga, a pesar de mi cabezonería y quererla ya, sin la ayuda de nada ni nadie, el universo me dijo "te jodes, ahora no la tendrás cuando tú quieres". Ella me decía que así pagaré por mi soberbia y por no querer contar con ayudas externas. A ver, no es que rechace las ayudas externas, pero me gusta necesitarlas lo mínimo posible. No creo que por eso merezca "joderme". En fin, ya sé desde hace mucho tiempo, que una cosa es lo que queremos y otra lo que el entorno-universo nos deja. Y "nos jodemos" varias veces al día, todos los días de nuestra vida. Y, francamente, creo que ahora paso de la bicicleta. Me he dado cuenta de que todo el mundo que tiene una bicicleta estáticta apenas la utiliza. Que es un muerto en casa. Así que no sé...igual estoy a tiempo de devolverla y recuperar mis 120 euros para emplearlos en una habitación de hotel. Ah,olvidé que tengo mi premio de dos noches de hotel, intacto.

Resumo, entonces, la enseñanza:

Contri-lección: contri más quieres algo, más te jodes.

viernes, 4 de febrero de 2011

Pérdida de derechos

Últimamente estoy algo..no sé...preocupada, cabreada, molesta.. Esto de que nos digan que nos vamos a jubilar a los 67 años y nos quedemos tan panchos me inquieta un poquitín. Deberíamos negarnos rotundamente a cualquier pérdida de derechos ya adquiridos. Se ha luchado durante muchos años para llegar a lo que ahora nos parece tan normal: jubilación, vacaciones remuneradas, jornadas de 8 horas.. Generaciones anteriores lucharon hasta que se reconocieron unos mínimos derechos de la clase trabajadora. Salían a la calle, gritaban. Pedían cosas y, cuando menos, manifestaban su desacuerdo. Tal vez, la nuestra, va a ser la generación en que se pierdan los derechos adquiridos y, ni siquiera nos inmutemos. Los niños que hemos tenido todo no nos damos cuenta de lo que costó la conquista del estado de bienestar.

O, no sé, igual sólo sucede en España. A Sarkozy le han hecho huelgas bestiales por tocar la edad de jubilación. Y creo que ellos se jubilan a los 62. Y aquí con el panorama que tenemos sólo se hace una tímida huelga apenas secundada. Pa qué, "uy, me quitan un día de trabajo". Tranquilo, pronto no tendrás trabajo, ni jubilación. Ya...se ve que los franceses por algo abanderaron el lema universal igualdad, libertad, fraternidad. Ellos sí que saben. Aquí, con irnos de tapas igual ya tenemos suficiente. Vamos, que no nos estresamos.

Parece que aquí no saldremos a la calle para manifestar nuestro desacuerdo. Perdón, qué cosas digo. Cómo vamos a salir a la calle. Eso era la clase obrera. En nuestra sociedad no hay clase obrera. No queremos ser clase obrera. Somos lo señoritos/as de cuello blanco, la clase media. ¿Tal vez osamos a creernos algo por ir con trajecito y camisa? Pues mi padre jamás se puso un traje para trabajar y mi madre nunca tuvo ocupación fuera de casa, y tienen tres casas. Y las pagaron a tocateja. Y ahora para comprarte una mierda de estudio estás con hipoteca 40 años. Así que, en algún momento, nos han engañado y no nos hemos dado cuenta. Uff, si es que a mí no me salen las cuentas con esto de que tengo que cotizar treinta y tantos años. Joder, que hubieran avisado y no habría estudiado tantos años. Y mi par de años sabáticos haciendo teatro y yoga me van a costar carísimos.

También me parece sorprendente que sea un gobierno de izquierdas el que reduzca estos "derechos sociales". A los sindicatos les sorprende cómo el PP ha colaborado, nos ha jodido, sirven su causa. Vamos, que me da igual quien recorte los derechos, voy a mostrarme contraria igual. Pero si no tenemos una izquierda para defender estas cosas, estamos perdidos.

Ah, y conozco los límites del estado de bienestar. Los estudié en uno de mis años de carrera. En ese en que tendría que haber estado trabajando para cotizar. Creo que recortar derechos a la ciudadanía no es la solución; más bien, reducir los privilegios de las élites.

jueves, 3 de febrero de 2011

Cómo montar una bicicleta estática y extraer una lección zen

  • Primero. Tener un objetivo. Ya está bien de yoga y quietud. Tantas horas de oficina harán mis piernas como escayolas. Solución temporal: bicicleta estática. Complemento: piscina,.

  • Me dirijo al Alcampo. Rebajas, momento perfecto. Se divisa la bicicleta. Precio, 120 euros. Transporte: 30 euros. ¿Me espero al viernes, quedo con mi amigo J.M, la cargamos en el coche y me la monta él? No, mejor no depender de nadie, en la medida de la posible. Lo que una pueda hacer solita que no se lo haga nadie. (bueno, en casi todas las cosas) ¿Me la llevan a casa y pago 30 euros? Anda, si no pesa tanto. Con el centro comercial al lado del metro, y mi casa delante del metro, lo tengo chupao. La agarro por las cintas muy fácilmente. Jodeeeer. 15 kgs. Y ya estaba reventada al llegar a la caja. Y hoy que llevo medias. No sé...dudo. Nobleza obliga. Claro que puedo.

  • Obstáculo-escaleras mecánicas. A ver cómo mantengo el equilibrio y no caigo rodando con la caja. Con el volumen del paquete apenas veo los escalones. Por supuesto, no puedo agarrarme. Y ya no sé de dónde colgarme el bolso. Por unos instantes, me imagino contándole a mi jefe que tengo una baja por caerme en las escaleras del metro. No estoy hecha para el ridículo sino para las causas dignas. Fuera pensamientos negativos. Me lanzo a los diferentes tramos de escaleras a gran velocidad, si lo pienso va a ser peor. Perfecto.

  • Apenas me quedan ya fuerza en los brazos. Y las cuerdas me siegan cada vez más los dedos. Apoyo ahora el peso en las caderas y voy empujando con las piernas. Está bien ir alternando los puntos de apoyo. Llego al andén y subo al tren. Estoy en la mitad, pienso. Ya está hecho. Llego a mi parada y se me ocurre que puedo ir arrastrando la caja y será mucho más fácil. Así es. Y así llego a casa. Y las medias sin una carrera. PRIMERA FASE SUPERADA. Ahora queda montarla. ¿Lo puedo hacer mañana?. No dejes para mañana...

  • Ante la certeza absoluta de que faltan piezas (sólo cuento 6 tornillos en la bolsita) estoy a punto de desesperarme. Pero me convenzo, bueno, mira las instrucciones, sigue los pasos.  Según la voy montando, veo que van apareciendo las piezas y tornillos que pensé que faltaban. El universo siempre pondrá a tu alcance las piezas que necesites. No te dará más. Es justo (o tacaño). Te dará las justas. El universo tiene filosofía Ikea. Así nos va. Ya podía haberse fijado en El Corte Inglés.

  • Me quedan el sillín y el manillar. Pero me duelen ya bastante los brazos. Me cuesta meter los tornillos y las tuercas. No soy muy hábil para estas cosas. Me comienzo a agobiar. Quiero terminarlo pero no consigo meter un tornillo con el que llevo bastante tiempo. Está bien, dosificar fuerzas. Por hoy creo que tengo bastante. Espero mañana poder mover los brazos y los dedos.

  • Llegan mis compañeros y me preguntan. ¿La has traído tu sola? Sí, yo solina. Insisten en ponerme el tornillo que no podía meter. Ok, acepo la ayuda, a estas alturas la agradezco infinitamente. Pero ellos tampoco pueden. Decidimos dejar el tema para mañana. Los remedios y las soluciones suelen llegar por sí solas después de un tiempo.

  • Lección zen: si no haces el amor, por lo menos está bien tener agujetas por montar una bicicleta.

martes, 1 de febrero de 2011

Cuatro paredes

Te espero tibia.
Sábanas y piernas retorcidas.
Paredes, techo, saltos, golpes, impulsos.
Te espero vaporosa.
Gravedad, ligera. Subiendo, girando.
Dedos afilados, pupilas hondas, cintura alerta.



lunes, 31 de enero de 2011