Ultimamente
me estoy preguntando mucho eso. No es una pregunta genuina ni original. Ni
siquiera creo que lo pregunto por mí, porque yo pensaba que lo tenía más o
menos claro. Que sabía o pensaba que siempre había sabido, qué es lo más
importante.
Sí. Lo
importante es el amor. Que ames a la otra persona. Hasta ahí creo que todos y
todas estaríamos de acuerdo. Pero qué es el amor. Cómo lo vive cada cual es la
clave que da sentido a una pareja.
Mi
amiga, la rubia happy de Clinique habla de las 3 Cs. CABEZA CORAZÓN Y COÑO. Que
en una pareja tienen que darse los 3 puntos de conexión. Se tiene que poder
hablar largamente de muchos temas, comunicarse bien, reírse, aprender y
aportarse cosas nuevas mutuamente… Tiene que haber mucho deseo mutuo, pasión;
como decía una canción de Ana Torroja, la humedad debe imponer su ley.
Nos
queda entonces la C de CORAZÓN. El AMOR. Creo que hay dos ideas del
amor dentro de la pareja.
·
Conoces
a alguien e inmediatamente sientes la flecha en el pecho. Sin apenas conocerla.
Es el flechazo o enamoramiento; según las definiciones es un estado alterado de
conciencia y tiene un alto contenido de idealización. Es mi forma. Yo tengo que
sentir a primera vista. Y realmente, lo siento en el pecho. Si no tengo esa
sensación, no será amor. Podrá ser una amiga, un rollo o lo que sea. Pero no
amor.
·
Conoces
a alguien y la deseas o te llevas bien con ella, pero no la amas. “La vas
amando” a medida que la conoces más y más. Por lo que dicen, la amas cuando se
convierte en alguien imprescindible en tu vida. Cuando todo el tiempo estás o
quieres estar con ella. Casi dependes de ella. Me cuesta más entender esta
visión. Así se limitaría el amor a algo casi rutinario. Pues claro que el roce
hace el cariño, pero el que ames más por hablar más horas por teléfono, por
ejemplo, me parece algo simple y menos elevado.
En mi
opinión, son dos estados o fases complementarias. Para mí, es imprescindible,
la primera. Ese sentimiento es lo que hace que la persona elegida sea ELLA.
Pero parece que hay una tendencia a pensar más bien de la segunda manera. Tal
vez, porque es más fácil limitarlo todo a cuestiones “más objetivables”; todos
sabemos qué es ponerse cachondo-cachonda y qué es llevarse bien con alguien y
poder pasar muchas horas conversando y haciendo actividades. Pero mejor no
adentrarse a valorar cosas menos palpables…
En fin…
Reflexión interna de las ocho de la mañana… que después de las vacaciones es mu
duro mantenerse despierta en el trabajo..