martes, 28 de diciembre de 2010

Solina

Pues aquí estoy, solina, ya sé, ya sé, porque yo he querido. En mi suite ejecutiva del hotel de 4 estrellas de Barcelona. Un poco floja la habitación. He estado en mejores, la verdad, siendo de 3 estrellas. Creo que ahora me bajaré a comprar un sandwinch o macmenú y me lo subo a comer a la habitación.

Dejo unas breves líneas para mis amadas:

Tengo pensado escalar el Everest cuando consiga subir por tu espalda.

También he considerado la posibilidad de atravesar el Misissipi, cuando mis brazos demuestren su fuerza y resistencia al mantenerse sobre tu cuerpo sin temblar.

Incluso me planteo seriamente recorrer la Muralla China si corriendo, mis piernas insisten en sumar todas tus pisadas.

Subí al podio, medalla de oro en persuasión, al recibir tu llamada.

Inspiraré-espiraré. Inspiraré-espiraré. Hasta obtener la capacidad de poder absorber todo el aire de tus pulmones.

Volar… Volar… Eso lo dejo para la primera vez que volemos juntas.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Carteles

 En estos días me he encontrado unos carteles en diferentes lugares que me han hecho pensar.
·         ESTACIÓN DE AUTOBUSES DE MÉNDEZ ÁLVARO. En los baños de abajo, situados al lado de los diferentes andenes, aparece el siguiente cartel en el baño de minusválidos, en este caso, minusválidas: “Aseos de minusválidos cerrados con llave. Acuda a Información para solicitar la llave”.
Pues me cogí una especie de rebote con ese cartel. Información, el lugar donde los minusválidos deben acudir a solicitar la llave está en la planta de arriba. Y hay bastante distancia. Se puede acceder por escalera o por rampa mecánica. Algo tremendamente sencillo para una persona sin piernas o paralítica. Y, sobre todo, si va a viajar e igual tambié tiene derecho a llevar un pequeño equipaje colgado a la chepa o en la silla de ruedas.
Si para cualquier persona normal, desde esos servicios, sería un auténtico coñazo ir a Información porque es un paseíto que no veas. Por qué a nadie se le ocurre que tiene que ser todo un suplicio, para cualquier minusválido, ir a pedir esa dichosa llave. Y encima les dirán que suban otra vez a devolverla. Por qué coño deciden cerrar con llave una mierda de baño de minusválidos, si está igual de sucio que el resto. Vamos, que no les ponen papel de hilo de oro  ni espejos de plata. ¿Quién está detrás de esa decisión de hacer a los minusválidos recorrer 400 metros entre rampas y escaleras? ¿El mismísimo Hitler? Seguro que un inútil estará cobrando un pastón por planificación estratégica de servicios públicos.
Pues eso, me cogí un cabreo. Y me dio mucha pena. Una cosa es la genética y nacer jodido. O que tengas un mal día y  tu coche se vaya por el barranquillo. Pero es que…ni que puedan mear… Creo que el próximo día, les redactaré una amable sugerencia. O llamaré al tío de la vara.

·         ESTACIÓN DE METRO CRUZ DEL RAYO.  Me veo subiendo por una escalera mecánica, aparentemente nueva. En la pared, al lado, hay un precioso cartel de diseño moderno donde leo el siguiente texto: “En esta escalera se ha invertido más de 240.000 euros”, etc. Etc.
Vuelvo a mirar porque estoy haciendo la cuenta mentalmente en pesetas y pienso que leído un cero de más. Pero no, pone 240.000 euros. Sigo avanzando y tomo otra escalera donde está el mismo cartel…y sigo haciendo la cuenta para pasarlo a pesetas. Por un momento, creo olvidar la operación matemática porque me salen 40 millones de pesetas y considero imposible que una escalera mecánica cueste 40 millones de pesetas. ¿Dónde está la cámara? ¿Dónde están los chupópteros que establecen ese presupuesto, los que los aprueban y los que lo ponen?

En fin, no tengo ganas de leer nada más. ¿Alguien sabe dónde venden capas y varas?

jueves, 23 de diciembre de 2010

Just do it

Hay cosas que, inevitablemente, no haremos nunca. Que dejaremos sin hacer cuando nos vayamos de aquí.


Pueden ser cosas que simplemente no nos ha apetecido hacer. Seguro que nunca haré puenting, ni falta que me hace. Prefiero irme sin haber hecho puenting, a irme por haberlo hecho. Hay muchísimas cosas que no nos planteamos hacer. No nos hace infelices no hacer tal o cual cosa, que ni siquiera se nos ocurre. No me levanto cada mañana pensando que no he ido a tal o cual país y que me moriré sin ir. No me preocupa lo más mínimo. PERO. Lo que sí me puede preocupar es que mi vida acabe siendo una sucesión de días apáticos y rutinarios. Repitiendo las mismas acciones. Y sin, ni siquiera, pensar que podría hacer otras cosas que me aportaran muchas más sensaciones, evolución, camino hacia la completitud. Siempre que me he lanzado a hacer cosas nuevas, nunca me he arrepentido. Al contrario, me han hecho decir, “qué bien que se me ocurrió hacerlo”.  De hecho, muchas de esas cosas configuran nuestra vida, y a las personas que vamos conociendo. Si no hubiera hecho algunas cosas, no sería quien soy. Entonces pienso que igual debo hacer más cosas. No puedo quedarme en una existencia de trabajar y subsistir.  Confío en el plan universal de la vida y de la existencia. Si hubiera tenido que vegetar, no habría nacido humana; habría sido un pino o un ciprés. Pero si me pusieron dos piernas y dos brazos, un cerebro… tal vez (sólo tal vez) sea porque tenga que sacarlos el máximo provecho. También lo pienso cuando veo a alguien en silla de ruedas. Joder, me entran unas ganas de utilizar mis piernas... En fin, que hay muchas cosas que no haré. Y no me quita el sueño. Pero espero que también reúna la iniciativa necesaria para hacer otras que no he hecho aún. Mi profesora de teatro solía decir, “cuando el cuerpo se mueve, la mente se mueve”.  Pues eso.

Y hay otro tipo de cosas que no haremos porque ya pasó el momento de hacerlas. No podremos volver al pasado para hacer lo que quisimos con alguien; decir algo que no salió de nuestra boca. Lo único que podemos hacer es ser más conscientes del presente, de lo que pensamos y sentimos en cada momento porque cada segundo que pasa ya no volverá. Perdemos la oportunidad de sumar experiencias bonitas con personas porque pensamos en un pasado o futuro que consideramos mejor que nuestro presente. Qué chorrada. No conozco mayor evasión de la realidad; ni la morfina. Vaya, creo que pareceré pedante y arrogante, como si yo tuviera la clave de la felicidad o de la existencia completa. No la tengo. Sólo que hoy eché de menos el tacto de una mano que nunca toqué.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Mi amiguita invisible

Hoy hemos repartido los regalos del amigo invisible en mi empresa. Nada significativo para mí ahora. Ya que, el primer año, el amigo invisible (amiga invisible) me hizo vivir una bonita (aunque agridulce) historia con una chica.

Las primeras navidades en la empresa en la que estoy, nos dijeron que participábamos en la fiesta y en el regalo del amigo invisible con todo el grupo de empresas (unas 150 personas). A mí me salió el nombre de una chica con la que había hablado en alguna ocasión en el desayuno y en el camino al metro. Vi su nombre en el papel E.M y pensé pues qué bien que me ha tocado esta chica, porque había gente de otras plantas que apenas conocía. Le regalé un pijama que compré en el HM y que se probó mi ex (no la última, la anterior)  porque más o menos EM era como ella en la talla.

Pues bien, llegó el día de la fiesta y cada uno recogió sus regalitos. Y ella recogió su pijama.. Al final de la comida yo me acerqué a su mesa y le pregunté "¿te ha gustado?, pruebátelo, si no te queda bien, tengo el ticket y lo puedes cambiar". Ahí quedó la cosa en la comida. Por la noche, en el pub con poca luz en que estábamos tomando copas estuvimos hablando un largo rato por casualidad. Ella me dijo que llevaba 7 años viviendo con su novio pero que eran una pareja abierta, blabla. Una conversación típica para conocerse. Ella escribe. Y ese día habían entregado en la fiesta una edición de un libro finito que había escrito contando anécdotas de la empresa. Yo le dije que los de nuestra división que habíamos llegado tarde a comer, no teníamos el libro. Y seguimos hablando de otras cosas. Nos fuimos juntas al metro, nos dimos dos besos y nos despedimos.

A partir de ese día, me empezó a hablar de forma muy atenta. Se cruzaba todo el comedor para preguntarme cualquier cosa y sonreía mucho. Yo pensaba, qué maja, cómo le ha tenido que gustar el pijama. Y llegó el séptimo día después de la fiesta y me llama a mi extensión y me dice que nos va a bajar una cosa. Se presenta en mi despacho que compartía con dos compañeros (compañera y compañero) con tres ejemplares de la edición de su libro. Con una sonrisa happy y con los ojos con estrellitas me dice que han quedado para salir algunos del trabajo y que me apunte. Yo le digo que ese día he vomitado y que estoy malísima (era verdad, había vomitado porque iba a quedar a comer con mi ex de entonces y ya se sabe como funcionan estas cosas psicosomáticas). Digo, mira qué cara tengo que he vomitado. Y me dice con su megasonrisa, estás muy guapaaaa. Yo pienso, esta chica está mal, porque con el careto que tengo después de vomitar. Vamos, que hasta yo, que no me entero nunca cuando gusto a alguien, con ella me enteré. Yo y mis dos compañeros. Cuando salió de nuestro despacho, les dije a mis compañeros (en bromas, porque no sabían nada), vaya, parece que he ligado.

Quedamos después de ese fin de semana, un lunes. Fuimos a un bar que está por la calle Carretas. Hablamos muy animadamente. Y, en un momento, ella me dice, "tengo muchas ganas de besarte". Yo le respondo, "me he asustado". Ella repite como cinco veces, perdón, perdón, perdón. Y yo digo, no, "me he asustado porque es mutuo". Casi no habia pronunciado la o, cuando ella ya me estaba besando. Fue muy bonito, teníamos mucha química. Después de unos días, la invité a mi casa e hicimos el amor. Ella estaba muy nerviosa porque era la primera vez con una mujer. Y yo estaba muy nerviosa porque no era la primera vez pero, bueno, había estado con pocas. Durante unos meses, quedamos varias veces para sentirnos en mi casa. A mí me cansaba eso de ir siempre a mi casa y un día fuimos a la suya. Uff, qué miedo, me parecía que podía aparecer el novio en cualquier momento y asesinarnos ahí desnuditas. Y, a partir de ese día, todo se chafó. Seguro que su novio captó algún "rastro" o señal de algo. Entró en el correo de ella y vio nuestros mensajitos de amor. Le pidió a ella la prueba del VIH y ella me la pidió a mí. Sana como una manzana. A mí me van a decir, Teresa de Calcuta. Pero quiso que siguiéramos viéndonos después de ese episodio. Qué lista, ahora que me había hecho la prueba, diría "no la voy a desperdiciar".

Pasó que yo quise romper con ella y ella no. Y luego ella quería romper y yo no. Así que, consecuencia natural, cayó por su propio peso. Ella se compró un coche para no volver a coincidir en el metro, cambió su hora de desayunar y rompió su amistad con un amigo mutuo que teníamos. Algunas veces, nos cruzamos por algún pasillo y nos saludamos. Los ojos le brillan como entonces.

martes, 21 de diciembre de 2010

Doble-mujer

He decidido que voy a apartar de mis recuerdos, de mi vida a un par de personas. Necesito el espacio para que entren otras nuevas. Exactamente, echo fuera el recuerdo o las ilusiones puestas en dos mujeres. E inmediantemente veré cómo entran otras dos. Es una simple ley matemática y universal para restablecer el equilibrio. Estoy segura de que cuando llora alguien, en otro lugar del universo otro está partiéndose el culo. Y de la energía negativa que me aportan menos dos mujeres, le sumo cuatro (porque me da la gana y si no no salen las cuentas) pues, voilá, salen más dos mujeres. Es verdad, todas lo sabemos, que hay mujeres que valen por dos (no por el peso, mal pensadas). Hay mujeres, muy mujeres. Son el doble de mujer. Así que, a partir de hoy mismo tengo hueco para dos mujeres o para una doble-mujer.

((Pues ya estoy percibiendo lejanamente, aún, la energía de mi doble-mujer. Que rápido ha funcionado mi formulita))

domingo, 19 de diciembre de 2010

La Coruña y Barcelona

Parece que estos van a ser mis dos últimos (penúltimos) viajes de trabajo del año.
  • Mañana vuelvo a La Coruña. Ya estuve hace dos semanas. Es un día importante para mí porque veré si de verdad me he quitado el miedo a volar YO SOLITA. Mañana voy y vuelvo, YO SOLITA, qué mayor. En el anterior vuelo a La Coruña apenas me puse nerviosa (o lo justo) y disfruté de bonitos momentos: nubecitas y colores anaranjados y rosáceos del amanecer. Me pareció precioso el paisaje al llegar a La Coruña: la multitud de curvas de la costa (como si la hubieran dibujado con el pulso tembloroso), las entradas del mar a la tierra, el verde fuerte, los miles de eucaliptos.. Así que veremos si he frenado mi miedo o fue falsa alarma. De todos modos, espero que no haga mal tiempo, que el piloto no tenga resaca de fin de semana, que los controladores no toquen las pelotas..ayyyy

  • Y la semana siguiente a Barcelona. Qué raritos son los directores financieros. Marcan imprescindible reunirse un 29 de diciembre, así que, allá voy. Llego el 28 por la tarde, de modo que pasearé por las Ramblas navideñas y me acercaré al puerto. Paso la noche en hotel de 4 estrellas, YO SOLINA. En una extraña ciudad pasando la noche SOLA. A ver si alguna churri lo remedia (perdón, bella doncella) Alguien ha visto a una linda gatita?? Miauuuu

viernes, 17 de diciembre de 2010

Mi amigo J.M

Mi amigo abogado, J.M,  es la persona que más lee de todas las que conozco. Sobre todo lee tochos de historia y política. Y le encantan los de batallas. También es gran entendido en narrativa. Pero, aunque superdotado y con alto CI, tiene un defecto que le impide entender la filosofía. Por eso, mantenemos largas conversaciones. Yo alucino cuando él me habla de acontecimientos históricos y él alucina cuando yo desarrollo ideas varias, en plan filosófico o sociológico.  

Lo conocí al poco tiempo de venirme a Madrid. Era uno de mis clientes, que sencillamente utilizó mi teléfono para que le hiciera un contrato y para ligar conmigo. Yo al principio, me resistí. Claro, no me gustaba. ((¿Por qué será?)) Pero después de mantener algunas conversaciones con él, no podía rechazar tanto plancer mental en mi vida. Supongo que a él también le habrá valido con el placer mental durante todos estos años.Aunque hubiera preferido otro tipo de placeres.

Durante dos o tres años, estuvimos quedando muchos fines de semana. Salíamos a cenar y a conversar. También hicimos varios viajes en su BMW rojo. De estos de ida y vuelta en el día, claro. Nada de dormir por ahí. Él dejó a su novia de entonces, esperando, alguna vez obtener algo de mí. Después de los años, resignado, volvió con su novia y se casó.

Me dijo que, sobre todo, se enamoró de mí en dos momentos concretos. Uno, cuando saliendo de un caro restaurante hindú, me di de frente contra el cristal de la puerta (joer, cómo habían limpiado el cristal ese día, y yo con dos cervezas). Y dos, cuando vio mi cara bajando por las escaleras del Alcazar de Segovia (me entró un ataque de pánico cuando me percaté que de la escalera de caracol sólo había una barandilla y el resto estaba al aire). Supongo que sucede así. No nos enamoramos de la gente en sus momentos guays.. Sino en sus momentos-error. Cuando sale el lado más auténtico de la persona. Los errores, los momentos-fallos de cada uno, son lo más genuino. El resto sólo es personaje, el yo-social, el yo-impostado. Así que mi amigo JM se enamoró de mí cuando dejó de ver en esos momentos a la mujer segura, espléndida y alegre para encontrar a la mujer torpe y miedosa. Recuerdo algo así en "La insoportable levedad del ser"; Tomás se enamora de Teresa cuando oye el ruido de sus tripas.

Esta noche cenamos en el japonés de lujo donde cenamos la primera vez que quedamos. Fue el sábado siguiente a los atentados del 11M y un día antes de las famosas elecciones. Caminando por el centro, mientras nos dirigíamos al restaurante se oían distintas manifestaciones. Fue un día raro. Se respiraba inestabilidad. Parecía que algo brutal había golpeado a España y que podría haber cambios importantes. Los hubo. Ese día me divertí muchísimo. Acabé muy borracha, no tenía conotrolado yo lo del sake. Mi amigo J.M, también quedó bastante perjudicado etilicamente. No sé cómo pudo conducir para llevarme a casa.

Por cierto, a este restaurante en cuestión, es al que llevé a mi ex el último día que nos vimos. El último día que la vi. El pasado 24 de julio. No es que esté tan obsesionada, es que tengo excelente memoria. Tengo tanta memoria que no logro olvidar ni cómo respiró la primera vez que nos vimos.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Ya sé, ya sé...

…que quitaron la tilde de “sólo” cuando se utiliza como “solamente”… y yo la sigo poniendo.
Es que soy una nostálgica. Y me encantan las tildes.
¿Alguna Ma-tilde entre las presentes?

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Mi amigo J.M. 7/11/2010


 ¡Hola cielo!
¿Qué tal lo has pasado este finde con tus amigas? Seguro que bien, aunque tú digas que no eres las mas amante de las anfitrionas...
Bueno el motivo de escribirte es para decirte que no se por qué, pero llevo toda la tarde pensando en ti, en que me gustaría disfrutar de la suavidad de tus manos y que te echo de menos.
No te molesto mas, pero tenía que decírtelo. Espero que ni te enfandes ni te siente mal. "mon amour".
Muchos besitos.
JM.
 
 
(Mi amigo JM sólo me ha tocado las manos)

martes, 14 de diciembre de 2010

Lo sabía

Jajaja. Fui a la fiesta y me tocó el viaje. Bueno, viaje, viaje, no es. Es una estancia de dos noches + desayuano para dos personas en cualquier hotel de la cadena Silken en la península. Válido durante todo 2011. Así que tengo tiempo de conocer a muchas churris y elegir tranquilamente a mi acompañanta.

Sabía que me iba a tocar. De esas certezas tontas. Como cuando mi amiga Lourdes estaba segura de que la hija de Madonna se iba a llamar Madonna Lourdes. Todos nos reíamos de ella. "Sí, bueno..." Pues la llamó Lourdes María. Y yo tenía la certeza de que me iba a tocar el viaje. Se lo iba diciendo todo el tiempo a mis compañeros de trabajo y también se reían, decían, "sí, bueno". Y,cuando vi el número, 305, aún más. Seguro que sacaban ese número. Eran 700 números y 20 premios. Así que puedo decir que la suerte estuvo de mi lado. ¿Estaba tan segura porque sentía la suerte? ¿O la suerte fue donde la estaban llamando? En fin, nos reímos mucho. Y mis compañeros fliparon. Creo que pensaron que tenía poderes o algo así. Y ya que me llamaban la "star" porque en París me dieron un premio en la fiesta de la empresa (por mi trayectoria y esas chorradas) y ahora este premio que tuve recoger y tal y tal..pues vaya cachondeíto que tienen.

No fue de los mejores premios. Había un crucero, Punta Cana, Cancún, Bruselas... Pero tampoco fue de los peores: un puerto USB ¿?, un billete del AVE (que lo tengo más visto..). Es un premio chuli...mi premio.

Volví a casa alegre, con una sonrisa en los labios. De estas bobadas que te hacen gracia. Me encantan las bobadas. Sólo eso.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Ay, pena, penita, pena

Esta tarde me voy a una fiesta de una conocida agencia de viajes. Nos invitan a los que viajamos durante el año. Y sortean unos viajes entre los asistentes. Que pa qué voy a ir, he pensado. Pa que me toque el viaje y no tenga con quien ir. Pero bueno, puedo regalarlo. O mejor, venderlo…

Porque, por cierto, ya tengo yo muchos bonos para los NH en habitación doble y con desayuno incluido. Y ahí los tengo, muertos de risa. Ya nada. Caducan el 31 de diciembre. Qué infamia. Este desperdicio de cuerpazo y bonos.

viernes, 10 de diciembre de 2010

El monstruo...

Ayer fui a ver esta obra a la RESAD, mi amigo Sergio interpretaba al protagonista, Pascal no se qué...

Mi amigo Sergio y yo nos conocemos desde el grupo de teatro del instituto. Nos hicimos enseguida amigos. Él era el guapo del grupo y yo la guapa. Durante años, pasamos mucho tiempo juntos en los cafés de mi ciudad. Todo el mundo pensaba que éramos pareja. Él es gay y yo...pues eso.

Durante también mucho tiempo fuimos un trío. Mi amigo Sergio, mi compañero-amigo-hermano Fer y yo. Fer es la persona más fan (fanática) de Madonna en el planeta. Y desde que vio una actuación mía del Express Yourself en el instituto, soñaba con ser mi amigo. Dice que ese mismo día, después de la actuación, me siguió. Y que se metió en el grupo de teatro, al año siguiente, por conocerme. Es un poco obsesivo, sí. Pero, mira, su sueño se cumplió. Llevamos casi 20 años de amistad y 8 compartiendo piso. Sí, logró conocerme. Como nadie me ha conocido.

Pues eso. Que durante mucho tiempo, Fer, Sergio y yo paseamos nuestros sueños por las calles y los cafés de nuestra nostálgica ciudad. Los tres,buenos entendedores, hicimos nuestra primera visita a un bar de ambiente. Entre nuestros poquitos años, las pintas de bohemios adolescentes y el miedo con que cruzamos la puerta del bar, no sé como no nos echaron en ese mismo instante. A nuestra cara de alucinados no le ayudó que hubiera un travesti con un vestido abierto por toda la parte de atrás. Y cuado digo toda, es toda. Ese día imaginamos que era habitual encontrar a un travelo con el culo al aire en estos bares. Pensamos, o por lo menos, pensé, esto no va a ser lo mío. Me dedicaré a la poesía y a mandar cartas de amor anónimas a mis delicadas amadas.

Fer y Sergio siguieron el camino teatral estudiando Arte Dramático y yo me fui a la Uni. Sergio también vive en Madrid. Asi que muchas veces he pensado en eso de que Dios los cria y ellos se juntan. Parece que con algunas personas nos une un destino, un camino por la vida. Con ambos, ha habido periodos de tiempo, incluso años, que no tenía contacto. Pero siempre nos volvemos a encontrar en algún rincón del camino.

Sergio tuvo un novio, representante de las actrices españolas más famosas. Nos invitaba a estrenos de películas, representaciones teatrales, circo, entregas de premios Fotogramas, etc. Así que he visto a muchos famosillos/as. Cuando rompió con él fue una pena, tuve que renunciar a esa pequeña parte de glamour en mi vida. Luego se casó con una actor americano de Sensación de Vivir; no, ni con Brandon, ni con Dylan..otro más secundario.

Uff...muchas historias con Fer y con Sergio...para otros días...

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Cecilia

Tenía el don de absorber todos los momentos que estaban sucendiendo a su alrededor. Los que vivían los demás. Todos los momentos de todas las vidas de todos los presentes en su entorno.

Los absorbía, en parte, a través de sus ojos. Omnipresentes, por eso, en más de un sitio a la vez. Su mirada lejana, de espectación simple, incomodaba a todos, que se sentían escrutados.

Pero la mayor capacidad de asimilación, la tenía en las yemas de los dedos de su mano izquierda y en la parte baja de su pecho. Por eso también, incomodaban a la gente, su mano izquierda y su pecho.

Soñaba con guardar cada momento en una cajita de cristal. Tener todos los momentos juntos colocados y ordenados escrupulosamente en sus cajitas correspondientes. Y cada vez que quisiera revivir un momento, sólo tendría que abrir esa caja y el momento saldría y la inundaría.

Aquella tarde salió a la calle con su abrigo gris. Cogió el autobús hasta el centro y bajó por la calle comercial que estaba repleta de gente con bolsas. Era el día en que todo el mundo hace las compras de navidad. Se empezó sentir mal porque no podía asimilar todos los momentos que se estaban sucediendo a su lado. Demasiadas conversaciones, demasiadas historias. Los miles de deseos y frustraciones abandonados se enganchaban en su mano izquierda. Notó que no podía respirar. Todas las voces, perfumes e intenciones estaban presionando la parte baja de su pecho y lo estaban volviendo una losa que ella no podía mover al tomar el aire. Miró al cielo, "si pudiera volar y escapar". De repente, se dio cuenta de que no quería poseer más momentos ajenos. Su don siempre le había hecho vivir los momentos de otras personas, pero, en ese momento, no recordó ningún momento suyo. "No quiero tener más cajitas de cristal, quiero tener mis momentos, mi vida. No puedo respirar". Se cayó en plena calle. La gente pasaba a su lado. Algunos miraron pero no hicieron nada. Estuvo varias horas ahí tirada, hasta que fue recogida por personal sanitario.

- "Sólo es un tipo de delirio. Todo el mundo retiene, "absorbe" los momentos: EN SU MEMORIA. Y los vuelve a revivir cada vez que los recuerda. Los tiene muy almacenaditos y muy ordenados en el cerebro, como en cajitas de cristal, si quieres imaginarlo así." 

- "Sí, pero dice que no tiene recuerdos de su vida"

- "La gente puede huir de su propia vida y sentir más otras vidas".

- "Sí, pero no sé lo que dice de su mano izquierda y su pecho"

- "Esos detalles forman parte de su delirio"

- " Ya, sólo que noté..."

-"Qué"

- "Que se llevó mi tristeza, por un momento"

martes, 7 de diciembre de 2010

Tarde de trabajo insoporteibol

Estar a punto de dormirte en el trabajo es algo que creo que sucede con demasiada asiduidad. Espero que algún día se supere la visión rancia de tener que asistir a los centros de trabajo y se implante el teletrabajo. Yo (y muchísima gente) podría hacer el mismo trabajo desde mi casa, conectada a mi Outlook y con el teléfono, video-conferencias, etc. Cuando tenga demos, reuniones presenciales pues se va y ya está. Pero tenerme que levantar a las 7 para estar toda mona en mi puesto de trabajo a las 9, pa qué. Para llamar a los directores financieros, cuando podría llamarles tranquilamente desde mi casa. Con voz más relajada y sensual por haber dormido dos horas más. En pijama, o en picardías, si es preciso.

Dicen que habría gente que no haría nada desde su casa. Allá ellos. Yo sí lo haría. Rendiría mucho más. Y yo (persona responsable, capaz de trabajar sin un guardián detrás de mis hombros) tengo que pagar y sufrir unas condiciones trasnochadas por unos cuantos inútiles. Se ahorrarían los desplazamientos y no se contaminaría tanto nuestro planeta. Ya sé, ya sé. También generaría más paro (gasolineros, etc. ). Pero bueno se trata de evolucionar.  Y, como mecanismo socializador, dudo mucho de la eficacia del ambiente de trabajo. Yo, pura bondad y transparencia antes de incorporarme a mi primer trabajo, he tenido que aprender malicias varias para subsistir en el ámbito laboral. Con lo bien que estaría yo en mi casa, trabajando el doble, más descansada y sin tener que soportar a tanto hijo de puta/hija de puta.  Ya me socializo yo como me dé la gana. E iba a hacer unas reuniones de negocios en mi casa que ni en el Hola..

Sólo le veo un problema. Que tal como está el panorama, paro, miserables sueldos, y apartamentucos de 25 metros. Ni mesa vamos a poder tener.

¿All you need is..?

Es una pena que no esté enamorada. Tendría la fuente eterna de la que bebería mi blog.  

De mi ex, creo que ya no queda amor. Sólo un recuerdo muy dulce y, a veces, pena. Por mí. Y por ella.

Y aún no conzco a ninguna futurible...tampoco tengo muchas ganas, la verdad. Estoy perezosa.

A ver, me encantaría tener una churri para darnos besitos, arrumacos, revolcones. Ir juntitas en el coche, hacer excursiones... Darnos homenajes de cena y vino. Pero me gustaría tenerlo ya. En un punto avanzado. Llevar al menos un año en ese estado. Me da pereza comenzar. Me he vuelto vaga, seguro. Aunque se dice que al principio es lo más bonito. Y, sí, para mí también lo ha sido en mis anteriores experiencias. Pero estar siempre comenzando... Con los enamoramientos acabo exhausta. Cuando mi ex, mi gran amor, las primeras semanas apenas comía porque las mariposas volaban a sus anchas en mi estómago. Y, si a eso le sumábamos, que teníamos exacerbado el deseo y quedábamos todo el tiempo que podíamos y encima había que ir a trabajar...pues unas ojeras que pa qué.. Menos mal que ella viajaba mucho, me daba tiempo a recuperarme.

Pero sí, me noto algo sin inspiración. El enamoramiento me ha abandonado. Me estoy preocupando porque esto puede ser el comienzo de la senectud. Yo siempre estaba enamorada de alguien. Y ahora ni siquiera lo añoro. Añoro lo que siempre había odidado: un tranquila vida compartida con una buena novia. Sin problemas económicos, ni psicológicos... (hay tanta loca suelta).

En fin, a ver si me enamoro y empiezo a escribir cosas etéreas, poéticas, bucólicas y esdrújulas.

viernes, 3 de diciembre de 2010

La ciudad híbrida

Llevo ya ocho años viviendo en Madrid. Parece que fue ayer y blablabla... Pero ocho años sí que es tiempo. Nunca dejé la vida de mi otra ciudad. Voy uno o dos fines de semanas al mes. Así que continúo con mi vida familiar y conservo mis amigos intactos. Podría parecer que nunca me fui, puesto que mantengo los mismos hábitos (salir con la misma gente, mismos actos familiares...). Pero sí que me fui. Lo que ocurre es que ahora tengo dos vidas (o una y media). La entera es la de Madrid y la media es la otra. Reparto tiempo entre las dos y de las dos recibo distintos espacios. De modo, que muchas veces llegan a mezclarse. Los espacios y los tiempos. Me sucede ya, a menudo, en determinados lugares que pueden ser iguales en ambas ciudades (Zara, algunos bares, calles..) que de repente no sé en qué ciudad estoy. No es que tenga alzheimer, no. Por unas milésimas de segundo los dos espacios confluyen en un sólo tiempo. Las dos ciudades se unen en mi tiempo. Podría estar en cualquiera de las dos. Igual estoy en las dos (en fin, si nos ponemos metafísicos y estas cosas). Este fenómeno es acentuado cuando veo a alguien que se parece a una persona de la otra ciudad. "Anda fulanito, ay, que no, que estoy en Madrid y fulanito es de la otra ciudad".

Sería como un deja vu "real", con pensamientos, espacio, y tiempo reales y conscientes. Así que, a lo mejor, el deja vu sólo es el punto en que se unen nuestras distintas vidas. La de aquí y las otras. Y las otras pueden estar en cualquier espacio, tiempo, dimensión, nivel de energía.. Seguro que hay "rastros" nuestros en otros espacios-tiempos-etc-etc. Como el rastro que yo dejo en una ciudad cuando me voy a la otra.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Hoy: día maravilloso

Pues a pesar de todo lo fue. A las seis de la mañana la calle huele diferente, a rocío fresquito. El avión, a la ida, bastante bien, apenas se movió y confieso que disfruté en algunos momentos de la mezcla de nubes y colores rosáceos y anaranjados del amanecer. Y, a la vuelta, muy tranquilo también; a mi lado iba un matrimonio con una niña de unos meses muy rubita y con ojitos azules. Más rica. Me he notado hoy muy relajada en los vuelos. Puede ser que del agotamiento no me sobraba energía para la preocupación. Y puede ser, no me extrañaría, que me he cansado de este absurdo miedo. Soy muy pragmática. Y algo que me hace infeliz lo echo de mi vida rapidamente. Así igual he mandado a tomar vientos a mi miedo. Es que es muy pesado, de verdad. A la porra.

(A ver lo que me dura esta euforia. Hasta el próximo vuelo)

También es verdad que siempre que he volado con Iberia los vuelos son "mas tranquilos y confortables". Sin mucho movimiento ni alti-bajos de esos que te suben el estómago hasta la coronilla. Una vez me dijeron que los pilotos de Iberia tienen una formación "más completa" que los de otros compañías. Sí, volar con Iberia me da tranquilidad. Será una bobada.. pero Iberia forever.

Y las demos genial. Me notaba hasta más elocuente que habitualmente. Será eso de que uno saca fuerzas de flaqueza. O que se crece en la adversidad.

Así que un día más in my life. Y uno menos. Maravilloso...