martes, 28 de diciembre de 2010

Solina

Pues aquí estoy, solina, ya sé, ya sé, porque yo he querido. En mi suite ejecutiva del hotel de 4 estrellas de Barcelona. Un poco floja la habitación. He estado en mejores, la verdad, siendo de 3 estrellas. Creo que ahora me bajaré a comprar un sandwinch o macmenú y me lo subo a comer a la habitación.

Dejo unas breves líneas para mis amadas:

Tengo pensado escalar el Everest cuando consiga subir por tu espalda.

También he considerado la posibilidad de atravesar el Misissipi, cuando mis brazos demuestren su fuerza y resistencia al mantenerse sobre tu cuerpo sin temblar.

Incluso me planteo seriamente recorrer la Muralla China si corriendo, mis piernas insisten en sumar todas tus pisadas.

Subí al podio, medalla de oro en persuasión, al recibir tu llamada.

Inspiraré-espiraré. Inspiraré-espiraré. Hasta obtener la capacidad de poder absorber todo el aire de tus pulmones.

Volar… Volar… Eso lo dejo para la primera vez que volemos juntas.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Carteles

 En estos días me he encontrado unos carteles en diferentes lugares que me han hecho pensar.
·         ESTACIÓN DE AUTOBUSES DE MÉNDEZ ÁLVARO. En los baños de abajo, situados al lado de los diferentes andenes, aparece el siguiente cartel en el baño de minusválidos, en este caso, minusválidas: “Aseos de minusválidos cerrados con llave. Acuda a Información para solicitar la llave”.
Pues me cogí una especie de rebote con ese cartel. Información, el lugar donde los minusválidos deben acudir a solicitar la llave está en la planta de arriba. Y hay bastante distancia. Se puede acceder por escalera o por rampa mecánica. Algo tremendamente sencillo para una persona sin piernas o paralítica. Y, sobre todo, si va a viajar e igual tambié tiene derecho a llevar un pequeño equipaje colgado a la chepa o en la silla de ruedas.
Si para cualquier persona normal, desde esos servicios, sería un auténtico coñazo ir a Información porque es un paseíto que no veas. Por qué a nadie se le ocurre que tiene que ser todo un suplicio, para cualquier minusválido, ir a pedir esa dichosa llave. Y encima les dirán que suban otra vez a devolverla. Por qué coño deciden cerrar con llave una mierda de baño de minusválidos, si está igual de sucio que el resto. Vamos, que no les ponen papel de hilo de oro  ni espejos de plata. ¿Quién está detrás de esa decisión de hacer a los minusválidos recorrer 400 metros entre rampas y escaleras? ¿El mismísimo Hitler? Seguro que un inútil estará cobrando un pastón por planificación estratégica de servicios públicos.
Pues eso, me cogí un cabreo. Y me dio mucha pena. Una cosa es la genética y nacer jodido. O que tengas un mal día y  tu coche se vaya por el barranquillo. Pero es que…ni que puedan mear… Creo que el próximo día, les redactaré una amable sugerencia. O llamaré al tío de la vara.

·         ESTACIÓN DE METRO CRUZ DEL RAYO.  Me veo subiendo por una escalera mecánica, aparentemente nueva. En la pared, al lado, hay un precioso cartel de diseño moderno donde leo el siguiente texto: “En esta escalera se ha invertido más de 240.000 euros”, etc. Etc.
Vuelvo a mirar porque estoy haciendo la cuenta mentalmente en pesetas y pienso que leído un cero de más. Pero no, pone 240.000 euros. Sigo avanzando y tomo otra escalera donde está el mismo cartel…y sigo haciendo la cuenta para pasarlo a pesetas. Por un momento, creo olvidar la operación matemática porque me salen 40 millones de pesetas y considero imposible que una escalera mecánica cueste 40 millones de pesetas. ¿Dónde está la cámara? ¿Dónde están los chupópteros que establecen ese presupuesto, los que los aprueban y los que lo ponen?

En fin, no tengo ganas de leer nada más. ¿Alguien sabe dónde venden capas y varas?

jueves, 23 de diciembre de 2010

Just do it

Hay cosas que, inevitablemente, no haremos nunca. Que dejaremos sin hacer cuando nos vayamos de aquí.


Pueden ser cosas que simplemente no nos ha apetecido hacer. Seguro que nunca haré puenting, ni falta que me hace. Prefiero irme sin haber hecho puenting, a irme por haberlo hecho. Hay muchísimas cosas que no nos planteamos hacer. No nos hace infelices no hacer tal o cual cosa, que ni siquiera se nos ocurre. No me levanto cada mañana pensando que no he ido a tal o cual país y que me moriré sin ir. No me preocupa lo más mínimo. PERO. Lo que sí me puede preocupar es que mi vida acabe siendo una sucesión de días apáticos y rutinarios. Repitiendo las mismas acciones. Y sin, ni siquiera, pensar que podría hacer otras cosas que me aportaran muchas más sensaciones, evolución, camino hacia la completitud. Siempre que me he lanzado a hacer cosas nuevas, nunca me he arrepentido. Al contrario, me han hecho decir, “qué bien que se me ocurrió hacerlo”.  De hecho, muchas de esas cosas configuran nuestra vida, y a las personas que vamos conociendo. Si no hubiera hecho algunas cosas, no sería quien soy. Entonces pienso que igual debo hacer más cosas. No puedo quedarme en una existencia de trabajar y subsistir.  Confío en el plan universal de la vida y de la existencia. Si hubiera tenido que vegetar, no habría nacido humana; habría sido un pino o un ciprés. Pero si me pusieron dos piernas y dos brazos, un cerebro… tal vez (sólo tal vez) sea porque tenga que sacarlos el máximo provecho. También lo pienso cuando veo a alguien en silla de ruedas. Joder, me entran unas ganas de utilizar mis piernas... En fin, que hay muchas cosas que no haré. Y no me quita el sueño. Pero espero que también reúna la iniciativa necesaria para hacer otras que no he hecho aún. Mi profesora de teatro solía decir, “cuando el cuerpo se mueve, la mente se mueve”.  Pues eso.

Y hay otro tipo de cosas que no haremos porque ya pasó el momento de hacerlas. No podremos volver al pasado para hacer lo que quisimos con alguien; decir algo que no salió de nuestra boca. Lo único que podemos hacer es ser más conscientes del presente, de lo que pensamos y sentimos en cada momento porque cada segundo que pasa ya no volverá. Perdemos la oportunidad de sumar experiencias bonitas con personas porque pensamos en un pasado o futuro que consideramos mejor que nuestro presente. Qué chorrada. No conozco mayor evasión de la realidad; ni la morfina. Vaya, creo que pareceré pedante y arrogante, como si yo tuviera la clave de la felicidad o de la existencia completa. No la tengo. Sólo que hoy eché de menos el tacto de una mano que nunca toqué.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Mi amiguita invisible

Hoy hemos repartido los regalos del amigo invisible en mi empresa. Nada significativo para mí ahora. Ya que, el primer año, el amigo invisible (amiga invisible) me hizo vivir una bonita (aunque agridulce) historia con una chica.

Las primeras navidades en la empresa en la que estoy, nos dijeron que participábamos en la fiesta y en el regalo del amigo invisible con todo el grupo de empresas (unas 150 personas). A mí me salió el nombre de una chica con la que había hablado en alguna ocasión en el desayuno y en el camino al metro. Vi su nombre en el papel E.M y pensé pues qué bien que me ha tocado esta chica, porque había gente de otras plantas que apenas conocía. Le regalé un pijama que compré en el HM y que se probó mi ex (no la última, la anterior)  porque más o menos EM era como ella en la talla.

Pues bien, llegó el día de la fiesta y cada uno recogió sus regalitos. Y ella recogió su pijama.. Al final de la comida yo me acerqué a su mesa y le pregunté "¿te ha gustado?, pruebátelo, si no te queda bien, tengo el ticket y lo puedes cambiar". Ahí quedó la cosa en la comida. Por la noche, en el pub con poca luz en que estábamos tomando copas estuvimos hablando un largo rato por casualidad. Ella me dijo que llevaba 7 años viviendo con su novio pero que eran una pareja abierta, blabla. Una conversación típica para conocerse. Ella escribe. Y ese día habían entregado en la fiesta una edición de un libro finito que había escrito contando anécdotas de la empresa. Yo le dije que los de nuestra división que habíamos llegado tarde a comer, no teníamos el libro. Y seguimos hablando de otras cosas. Nos fuimos juntas al metro, nos dimos dos besos y nos despedimos.

A partir de ese día, me empezó a hablar de forma muy atenta. Se cruzaba todo el comedor para preguntarme cualquier cosa y sonreía mucho. Yo pensaba, qué maja, cómo le ha tenido que gustar el pijama. Y llegó el séptimo día después de la fiesta y me llama a mi extensión y me dice que nos va a bajar una cosa. Se presenta en mi despacho que compartía con dos compañeros (compañera y compañero) con tres ejemplares de la edición de su libro. Con una sonrisa happy y con los ojos con estrellitas me dice que han quedado para salir algunos del trabajo y que me apunte. Yo le digo que ese día he vomitado y que estoy malísima (era verdad, había vomitado porque iba a quedar a comer con mi ex de entonces y ya se sabe como funcionan estas cosas psicosomáticas). Digo, mira qué cara tengo que he vomitado. Y me dice con su megasonrisa, estás muy guapaaaa. Yo pienso, esta chica está mal, porque con el careto que tengo después de vomitar. Vamos, que hasta yo, que no me entero nunca cuando gusto a alguien, con ella me enteré. Yo y mis dos compañeros. Cuando salió de nuestro despacho, les dije a mis compañeros (en bromas, porque no sabían nada), vaya, parece que he ligado.

Quedamos después de ese fin de semana, un lunes. Fuimos a un bar que está por la calle Carretas. Hablamos muy animadamente. Y, en un momento, ella me dice, "tengo muchas ganas de besarte". Yo le respondo, "me he asustado". Ella repite como cinco veces, perdón, perdón, perdón. Y yo digo, no, "me he asustado porque es mutuo". Casi no habia pronunciado la o, cuando ella ya me estaba besando. Fue muy bonito, teníamos mucha química. Después de unos días, la invité a mi casa e hicimos el amor. Ella estaba muy nerviosa porque era la primera vez con una mujer. Y yo estaba muy nerviosa porque no era la primera vez pero, bueno, había estado con pocas. Durante unos meses, quedamos varias veces para sentirnos en mi casa. A mí me cansaba eso de ir siempre a mi casa y un día fuimos a la suya. Uff, qué miedo, me parecía que podía aparecer el novio en cualquier momento y asesinarnos ahí desnuditas. Y, a partir de ese día, todo se chafó. Seguro que su novio captó algún "rastro" o señal de algo. Entró en el correo de ella y vio nuestros mensajitos de amor. Le pidió a ella la prueba del VIH y ella me la pidió a mí. Sana como una manzana. A mí me van a decir, Teresa de Calcuta. Pero quiso que siguiéramos viéndonos después de ese episodio. Qué lista, ahora que me había hecho la prueba, diría "no la voy a desperdiciar".

Pasó que yo quise romper con ella y ella no. Y luego ella quería romper y yo no. Así que, consecuencia natural, cayó por su propio peso. Ella se compró un coche para no volver a coincidir en el metro, cambió su hora de desayunar y rompió su amistad con un amigo mutuo que teníamos. Algunas veces, nos cruzamos por algún pasillo y nos saludamos. Los ojos le brillan como entonces.

martes, 21 de diciembre de 2010

Doble-mujer

He decidido que voy a apartar de mis recuerdos, de mi vida a un par de personas. Necesito el espacio para que entren otras nuevas. Exactamente, echo fuera el recuerdo o las ilusiones puestas en dos mujeres. E inmediantemente veré cómo entran otras dos. Es una simple ley matemática y universal para restablecer el equilibrio. Estoy segura de que cuando llora alguien, en otro lugar del universo otro está partiéndose el culo. Y de la energía negativa que me aportan menos dos mujeres, le sumo cuatro (porque me da la gana y si no no salen las cuentas) pues, voilá, salen más dos mujeres. Es verdad, todas lo sabemos, que hay mujeres que valen por dos (no por el peso, mal pensadas). Hay mujeres, muy mujeres. Son el doble de mujer. Así que, a partir de hoy mismo tengo hueco para dos mujeres o para una doble-mujer.

((Pues ya estoy percibiendo lejanamente, aún, la energía de mi doble-mujer. Que rápido ha funcionado mi formulita))

domingo, 19 de diciembre de 2010

La Coruña y Barcelona

Parece que estos van a ser mis dos últimos (penúltimos) viajes de trabajo del año.
  • Mañana vuelvo a La Coruña. Ya estuve hace dos semanas. Es un día importante para mí porque veré si de verdad me he quitado el miedo a volar YO SOLITA. Mañana voy y vuelvo, YO SOLITA, qué mayor. En el anterior vuelo a La Coruña apenas me puse nerviosa (o lo justo) y disfruté de bonitos momentos: nubecitas y colores anaranjados y rosáceos del amanecer. Me pareció precioso el paisaje al llegar a La Coruña: la multitud de curvas de la costa (como si la hubieran dibujado con el pulso tembloroso), las entradas del mar a la tierra, el verde fuerte, los miles de eucaliptos.. Así que veremos si he frenado mi miedo o fue falsa alarma. De todos modos, espero que no haga mal tiempo, que el piloto no tenga resaca de fin de semana, que los controladores no toquen las pelotas..ayyyy

  • Y la semana siguiente a Barcelona. Qué raritos son los directores financieros. Marcan imprescindible reunirse un 29 de diciembre, así que, allá voy. Llego el 28 por la tarde, de modo que pasearé por las Ramblas navideñas y me acercaré al puerto. Paso la noche en hotel de 4 estrellas, YO SOLINA. En una extraña ciudad pasando la noche SOLA. A ver si alguna churri lo remedia (perdón, bella doncella) Alguien ha visto a una linda gatita?? Miauuuu

viernes, 17 de diciembre de 2010

Mi amigo J.M

Mi amigo abogado, J.M,  es la persona que más lee de todas las que conozco. Sobre todo lee tochos de historia y política. Y le encantan los de batallas. También es gran entendido en narrativa. Pero, aunque superdotado y con alto CI, tiene un defecto que le impide entender la filosofía. Por eso, mantenemos largas conversaciones. Yo alucino cuando él me habla de acontecimientos históricos y él alucina cuando yo desarrollo ideas varias, en plan filosófico o sociológico.  

Lo conocí al poco tiempo de venirme a Madrid. Era uno de mis clientes, que sencillamente utilizó mi teléfono para que le hiciera un contrato y para ligar conmigo. Yo al principio, me resistí. Claro, no me gustaba. ((¿Por qué será?)) Pero después de mantener algunas conversaciones con él, no podía rechazar tanto plancer mental en mi vida. Supongo que a él también le habrá valido con el placer mental durante todos estos años.Aunque hubiera preferido otro tipo de placeres.

Durante dos o tres años, estuvimos quedando muchos fines de semana. Salíamos a cenar y a conversar. También hicimos varios viajes en su BMW rojo. De estos de ida y vuelta en el día, claro. Nada de dormir por ahí. Él dejó a su novia de entonces, esperando, alguna vez obtener algo de mí. Después de los años, resignado, volvió con su novia y se casó.

Me dijo que, sobre todo, se enamoró de mí en dos momentos concretos. Uno, cuando saliendo de un caro restaurante hindú, me di de frente contra el cristal de la puerta (joer, cómo habían limpiado el cristal ese día, y yo con dos cervezas). Y dos, cuando vio mi cara bajando por las escaleras del Alcazar de Segovia (me entró un ataque de pánico cuando me percaté que de la escalera de caracol sólo había una barandilla y el resto estaba al aire). Supongo que sucede así. No nos enamoramos de la gente en sus momentos guays.. Sino en sus momentos-error. Cuando sale el lado más auténtico de la persona. Los errores, los momentos-fallos de cada uno, son lo más genuino. El resto sólo es personaje, el yo-social, el yo-impostado. Así que mi amigo JM se enamoró de mí cuando dejó de ver en esos momentos a la mujer segura, espléndida y alegre para encontrar a la mujer torpe y miedosa. Recuerdo algo así en "La insoportable levedad del ser"; Tomás se enamora de Teresa cuando oye el ruido de sus tripas.

Esta noche cenamos en el japonés de lujo donde cenamos la primera vez que quedamos. Fue el sábado siguiente a los atentados del 11M y un día antes de las famosas elecciones. Caminando por el centro, mientras nos dirigíamos al restaurante se oían distintas manifestaciones. Fue un día raro. Se respiraba inestabilidad. Parecía que algo brutal había golpeado a España y que podría haber cambios importantes. Los hubo. Ese día me divertí muchísimo. Acabé muy borracha, no tenía conotrolado yo lo del sake. Mi amigo J.M, también quedó bastante perjudicado etilicamente. No sé cómo pudo conducir para llevarme a casa.

Por cierto, a este restaurante en cuestión, es al que llevé a mi ex el último día que nos vimos. El último día que la vi. El pasado 24 de julio. No es que esté tan obsesionada, es que tengo excelente memoria. Tengo tanta memoria que no logro olvidar ni cómo respiró la primera vez que nos vimos.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Ya sé, ya sé...

…que quitaron la tilde de “sólo” cuando se utiliza como “solamente”… y yo la sigo poniendo.
Es que soy una nostálgica. Y me encantan las tildes.
¿Alguna Ma-tilde entre las presentes?

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Mi amigo J.M. 7/11/2010


 ¡Hola cielo!
¿Qué tal lo has pasado este finde con tus amigas? Seguro que bien, aunque tú digas que no eres las mas amante de las anfitrionas...
Bueno el motivo de escribirte es para decirte que no se por qué, pero llevo toda la tarde pensando en ti, en que me gustaría disfrutar de la suavidad de tus manos y que te echo de menos.
No te molesto mas, pero tenía que decírtelo. Espero que ni te enfandes ni te siente mal. "mon amour".
Muchos besitos.
JM.
 
 
(Mi amigo JM sólo me ha tocado las manos)

martes, 14 de diciembre de 2010

Lo sabía

Jajaja. Fui a la fiesta y me tocó el viaje. Bueno, viaje, viaje, no es. Es una estancia de dos noches + desayuano para dos personas en cualquier hotel de la cadena Silken en la península. Válido durante todo 2011. Así que tengo tiempo de conocer a muchas churris y elegir tranquilamente a mi acompañanta.

Sabía que me iba a tocar. De esas certezas tontas. Como cuando mi amiga Lourdes estaba segura de que la hija de Madonna se iba a llamar Madonna Lourdes. Todos nos reíamos de ella. "Sí, bueno..." Pues la llamó Lourdes María. Y yo tenía la certeza de que me iba a tocar el viaje. Se lo iba diciendo todo el tiempo a mis compañeros de trabajo y también se reían, decían, "sí, bueno". Y,cuando vi el número, 305, aún más. Seguro que sacaban ese número. Eran 700 números y 20 premios. Así que puedo decir que la suerte estuvo de mi lado. ¿Estaba tan segura porque sentía la suerte? ¿O la suerte fue donde la estaban llamando? En fin, nos reímos mucho. Y mis compañeros fliparon. Creo que pensaron que tenía poderes o algo así. Y ya que me llamaban la "star" porque en París me dieron un premio en la fiesta de la empresa (por mi trayectoria y esas chorradas) y ahora este premio que tuve recoger y tal y tal..pues vaya cachondeíto que tienen.

No fue de los mejores premios. Había un crucero, Punta Cana, Cancún, Bruselas... Pero tampoco fue de los peores: un puerto USB ¿?, un billete del AVE (que lo tengo más visto..). Es un premio chuli...mi premio.

Volví a casa alegre, con una sonrisa en los labios. De estas bobadas que te hacen gracia. Me encantan las bobadas. Sólo eso.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Ay, pena, penita, pena

Esta tarde me voy a una fiesta de una conocida agencia de viajes. Nos invitan a los que viajamos durante el año. Y sortean unos viajes entre los asistentes. Que pa qué voy a ir, he pensado. Pa que me toque el viaje y no tenga con quien ir. Pero bueno, puedo regalarlo. O mejor, venderlo…

Porque, por cierto, ya tengo yo muchos bonos para los NH en habitación doble y con desayuno incluido. Y ahí los tengo, muertos de risa. Ya nada. Caducan el 31 de diciembre. Qué infamia. Este desperdicio de cuerpazo y bonos.

viernes, 10 de diciembre de 2010

El monstruo...

Ayer fui a ver esta obra a la RESAD, mi amigo Sergio interpretaba al protagonista, Pascal no se qué...

Mi amigo Sergio y yo nos conocemos desde el grupo de teatro del instituto. Nos hicimos enseguida amigos. Él era el guapo del grupo y yo la guapa. Durante años, pasamos mucho tiempo juntos en los cafés de mi ciudad. Todo el mundo pensaba que éramos pareja. Él es gay y yo...pues eso.

Durante también mucho tiempo fuimos un trío. Mi amigo Sergio, mi compañero-amigo-hermano Fer y yo. Fer es la persona más fan (fanática) de Madonna en el planeta. Y desde que vio una actuación mía del Express Yourself en el instituto, soñaba con ser mi amigo. Dice que ese mismo día, después de la actuación, me siguió. Y que se metió en el grupo de teatro, al año siguiente, por conocerme. Es un poco obsesivo, sí. Pero, mira, su sueño se cumplió. Llevamos casi 20 años de amistad y 8 compartiendo piso. Sí, logró conocerme. Como nadie me ha conocido.

Pues eso. Que durante mucho tiempo, Fer, Sergio y yo paseamos nuestros sueños por las calles y los cafés de nuestra nostálgica ciudad. Los tres,buenos entendedores, hicimos nuestra primera visita a un bar de ambiente. Entre nuestros poquitos años, las pintas de bohemios adolescentes y el miedo con que cruzamos la puerta del bar, no sé como no nos echaron en ese mismo instante. A nuestra cara de alucinados no le ayudó que hubiera un travesti con un vestido abierto por toda la parte de atrás. Y cuado digo toda, es toda. Ese día imaginamos que era habitual encontrar a un travelo con el culo al aire en estos bares. Pensamos, o por lo menos, pensé, esto no va a ser lo mío. Me dedicaré a la poesía y a mandar cartas de amor anónimas a mis delicadas amadas.

Fer y Sergio siguieron el camino teatral estudiando Arte Dramático y yo me fui a la Uni. Sergio también vive en Madrid. Asi que muchas veces he pensado en eso de que Dios los cria y ellos se juntan. Parece que con algunas personas nos une un destino, un camino por la vida. Con ambos, ha habido periodos de tiempo, incluso años, que no tenía contacto. Pero siempre nos volvemos a encontrar en algún rincón del camino.

Sergio tuvo un novio, representante de las actrices españolas más famosas. Nos invitaba a estrenos de películas, representaciones teatrales, circo, entregas de premios Fotogramas, etc. Así que he visto a muchos famosillos/as. Cuando rompió con él fue una pena, tuve que renunciar a esa pequeña parte de glamour en mi vida. Luego se casó con una actor americano de Sensación de Vivir; no, ni con Brandon, ni con Dylan..otro más secundario.

Uff...muchas historias con Fer y con Sergio...para otros días...

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Cecilia

Tenía el don de absorber todos los momentos que estaban sucendiendo a su alrededor. Los que vivían los demás. Todos los momentos de todas las vidas de todos los presentes en su entorno.

Los absorbía, en parte, a través de sus ojos. Omnipresentes, por eso, en más de un sitio a la vez. Su mirada lejana, de espectación simple, incomodaba a todos, que se sentían escrutados.

Pero la mayor capacidad de asimilación, la tenía en las yemas de los dedos de su mano izquierda y en la parte baja de su pecho. Por eso también, incomodaban a la gente, su mano izquierda y su pecho.

Soñaba con guardar cada momento en una cajita de cristal. Tener todos los momentos juntos colocados y ordenados escrupulosamente en sus cajitas correspondientes. Y cada vez que quisiera revivir un momento, sólo tendría que abrir esa caja y el momento saldría y la inundaría.

Aquella tarde salió a la calle con su abrigo gris. Cogió el autobús hasta el centro y bajó por la calle comercial que estaba repleta de gente con bolsas. Era el día en que todo el mundo hace las compras de navidad. Se empezó sentir mal porque no podía asimilar todos los momentos que se estaban sucediendo a su lado. Demasiadas conversaciones, demasiadas historias. Los miles de deseos y frustraciones abandonados se enganchaban en su mano izquierda. Notó que no podía respirar. Todas las voces, perfumes e intenciones estaban presionando la parte baja de su pecho y lo estaban volviendo una losa que ella no podía mover al tomar el aire. Miró al cielo, "si pudiera volar y escapar". De repente, se dio cuenta de que no quería poseer más momentos ajenos. Su don siempre le había hecho vivir los momentos de otras personas, pero, en ese momento, no recordó ningún momento suyo. "No quiero tener más cajitas de cristal, quiero tener mis momentos, mi vida. No puedo respirar". Se cayó en plena calle. La gente pasaba a su lado. Algunos miraron pero no hicieron nada. Estuvo varias horas ahí tirada, hasta que fue recogida por personal sanitario.

- "Sólo es un tipo de delirio. Todo el mundo retiene, "absorbe" los momentos: EN SU MEMORIA. Y los vuelve a revivir cada vez que los recuerda. Los tiene muy almacenaditos y muy ordenados en el cerebro, como en cajitas de cristal, si quieres imaginarlo así." 

- "Sí, pero dice que no tiene recuerdos de su vida"

- "La gente puede huir de su propia vida y sentir más otras vidas".

- "Sí, pero no sé lo que dice de su mano izquierda y su pecho"

- "Esos detalles forman parte de su delirio"

- " Ya, sólo que noté..."

-"Qué"

- "Que se llevó mi tristeza, por un momento"

martes, 7 de diciembre de 2010

Tarde de trabajo insoporteibol

Estar a punto de dormirte en el trabajo es algo que creo que sucede con demasiada asiduidad. Espero que algún día se supere la visión rancia de tener que asistir a los centros de trabajo y se implante el teletrabajo. Yo (y muchísima gente) podría hacer el mismo trabajo desde mi casa, conectada a mi Outlook y con el teléfono, video-conferencias, etc. Cuando tenga demos, reuniones presenciales pues se va y ya está. Pero tenerme que levantar a las 7 para estar toda mona en mi puesto de trabajo a las 9, pa qué. Para llamar a los directores financieros, cuando podría llamarles tranquilamente desde mi casa. Con voz más relajada y sensual por haber dormido dos horas más. En pijama, o en picardías, si es preciso.

Dicen que habría gente que no haría nada desde su casa. Allá ellos. Yo sí lo haría. Rendiría mucho más. Y yo (persona responsable, capaz de trabajar sin un guardián detrás de mis hombros) tengo que pagar y sufrir unas condiciones trasnochadas por unos cuantos inútiles. Se ahorrarían los desplazamientos y no se contaminaría tanto nuestro planeta. Ya sé, ya sé. También generaría más paro (gasolineros, etc. ). Pero bueno se trata de evolucionar.  Y, como mecanismo socializador, dudo mucho de la eficacia del ambiente de trabajo. Yo, pura bondad y transparencia antes de incorporarme a mi primer trabajo, he tenido que aprender malicias varias para subsistir en el ámbito laboral. Con lo bien que estaría yo en mi casa, trabajando el doble, más descansada y sin tener que soportar a tanto hijo de puta/hija de puta.  Ya me socializo yo como me dé la gana. E iba a hacer unas reuniones de negocios en mi casa que ni en el Hola..

Sólo le veo un problema. Que tal como está el panorama, paro, miserables sueldos, y apartamentucos de 25 metros. Ni mesa vamos a poder tener.

¿All you need is..?

Es una pena que no esté enamorada. Tendría la fuente eterna de la que bebería mi blog.  

De mi ex, creo que ya no queda amor. Sólo un recuerdo muy dulce y, a veces, pena. Por mí. Y por ella.

Y aún no conzco a ninguna futurible...tampoco tengo muchas ganas, la verdad. Estoy perezosa.

A ver, me encantaría tener una churri para darnos besitos, arrumacos, revolcones. Ir juntitas en el coche, hacer excursiones... Darnos homenajes de cena y vino. Pero me gustaría tenerlo ya. En un punto avanzado. Llevar al menos un año en ese estado. Me da pereza comenzar. Me he vuelto vaga, seguro. Aunque se dice que al principio es lo más bonito. Y, sí, para mí también lo ha sido en mis anteriores experiencias. Pero estar siempre comenzando... Con los enamoramientos acabo exhausta. Cuando mi ex, mi gran amor, las primeras semanas apenas comía porque las mariposas volaban a sus anchas en mi estómago. Y, si a eso le sumábamos, que teníamos exacerbado el deseo y quedábamos todo el tiempo que podíamos y encima había que ir a trabajar...pues unas ojeras que pa qué.. Menos mal que ella viajaba mucho, me daba tiempo a recuperarme.

Pero sí, me noto algo sin inspiración. El enamoramiento me ha abandonado. Me estoy preocupando porque esto puede ser el comienzo de la senectud. Yo siempre estaba enamorada de alguien. Y ahora ni siquiera lo añoro. Añoro lo que siempre había odidado: un tranquila vida compartida con una buena novia. Sin problemas económicos, ni psicológicos... (hay tanta loca suelta).

En fin, a ver si me enamoro y empiezo a escribir cosas etéreas, poéticas, bucólicas y esdrújulas.

viernes, 3 de diciembre de 2010

La ciudad híbrida

Llevo ya ocho años viviendo en Madrid. Parece que fue ayer y blablabla... Pero ocho años sí que es tiempo. Nunca dejé la vida de mi otra ciudad. Voy uno o dos fines de semanas al mes. Así que continúo con mi vida familiar y conservo mis amigos intactos. Podría parecer que nunca me fui, puesto que mantengo los mismos hábitos (salir con la misma gente, mismos actos familiares...). Pero sí que me fui. Lo que ocurre es que ahora tengo dos vidas (o una y media). La entera es la de Madrid y la media es la otra. Reparto tiempo entre las dos y de las dos recibo distintos espacios. De modo, que muchas veces llegan a mezclarse. Los espacios y los tiempos. Me sucede ya, a menudo, en determinados lugares que pueden ser iguales en ambas ciudades (Zara, algunos bares, calles..) que de repente no sé en qué ciudad estoy. No es que tenga alzheimer, no. Por unas milésimas de segundo los dos espacios confluyen en un sólo tiempo. Las dos ciudades se unen en mi tiempo. Podría estar en cualquiera de las dos. Igual estoy en las dos (en fin, si nos ponemos metafísicos y estas cosas). Este fenómeno es acentuado cuando veo a alguien que se parece a una persona de la otra ciudad. "Anda fulanito, ay, que no, que estoy en Madrid y fulanito es de la otra ciudad".

Sería como un deja vu "real", con pensamientos, espacio, y tiempo reales y conscientes. Así que, a lo mejor, el deja vu sólo es el punto en que se unen nuestras distintas vidas. La de aquí y las otras. Y las otras pueden estar en cualquier espacio, tiempo, dimensión, nivel de energía.. Seguro que hay "rastros" nuestros en otros espacios-tiempos-etc-etc. Como el rastro que yo dejo en una ciudad cuando me voy a la otra.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Hoy: día maravilloso

Pues a pesar de todo lo fue. A las seis de la mañana la calle huele diferente, a rocío fresquito. El avión, a la ida, bastante bien, apenas se movió y confieso que disfruté en algunos momentos de la mezcla de nubes y colores rosáceos y anaranjados del amanecer. Y, a la vuelta, muy tranquilo también; a mi lado iba un matrimonio con una niña de unos meses muy rubita y con ojitos azules. Más rica. Me he notado hoy muy relajada en los vuelos. Puede ser que del agotamiento no me sobraba energía para la preocupación. Y puede ser, no me extrañaría, que me he cansado de este absurdo miedo. Soy muy pragmática. Y algo que me hace infeliz lo echo de mi vida rapidamente. Así igual he mandado a tomar vientos a mi miedo. Es que es muy pesado, de verdad. A la porra.

(A ver lo que me dura esta euforia. Hasta el próximo vuelo)

También es verdad que siempre que he volado con Iberia los vuelos son "mas tranquilos y confortables". Sin mucho movimiento ni alti-bajos de esos que te suben el estómago hasta la coronilla. Una vez me dijeron que los pilotos de Iberia tienen una formación "más completa" que los de otros compañías. Sí, volar con Iberia me da tranquilidad. Será una bobada.. pero Iberia forever.

Y las demos genial. Me notaba hasta más elocuente que habitualmente. Será eso de que uno saca fuerzas de flaqueza. O que se crece en la adversidad.

Así que un día más in my life. Y uno menos. Maravilloso...

martes, 30 de noviembre de 2010

Mañana: día maravilloso

Mañana madrugón (cinco menos algo). Viaje en avión (bueno dos, ida y vuelta a La Coruña). El primero voy con mi compañero, bien, me tranquiliza relativamente. Pero por un rollo del auto-check, yo estoy en la fila 8 y él en la 24..Así que espero que nos cambie alguien el asiento; seguro que el de la 24 prefiere ir en la 8. A la vuelta, vuelvo sola... Uff, me tomaré un par de cervezas. Ah no, no me gusta estar "turbada" en el avión, por si hay que escapar y estas cosas, tener los cinco sentidos. jaja

AVE para el norte, ya!!

lunes, 29 de noviembre de 2010

Viaje chamánico

Mi ex me hizo la siguiente meditación o viaje chamánico. Ella con un gong y diferentes campanas tibetanas genera diferentes sonidos que hacen que tu subsconciente reaccione y, por ejemplo, cree una historia. La historia que yo (o mi subsconciente) creó es esta:

Voy corriendo por un camino de tierra. A los lados hay altísimos árboles, una vegetación muy espesa, densa y de un verde muy intenso. Es una selva. A mi lado, o cerca de mí veo pasar un jeep blanco. Yo sigo corriendo. Llego a un lago, me meto, nado. Tengo una larguísima cabellera negra y disfruto empapando todo mi pelo en el agua. Salgo. Empiezo a escalar una montaña a cuatro patas como si fuera cualquier animal salvaje. He visto leones. Soy un león. Llego a la cima y empiezo a flotar sobre las nubes. Estoy tumbada boca arriba, flotando; es una sensación muy placentera. Estoy así bastante tiempo. Pero escucho sonidos muy bruscos que me hacen descender. De repente, me veo entre maleza, tierra y barro.Soy un león encerrado entre la maleza, estoy cubierta de barro hasta la cintura. Pero mi pecho, mi cabeza y mi cabellera brillan como el oro. Me pregunto qué estoy haciendo allí. Parece que no puedo salir de allí. Muevo mi cabeza a un lado y a otro. No sé qué hago allí y qué tengo que hacer. Muevo mi cabeza cada vez más rápido, describiendo círculos. Por fin, me concentro y decido hacerme una pregunta que tengo que responder: ¿qué estoy buscando?. Como una iluminación, recibí la resupuesta. Con los movimientos de mi cabeza estaba dibujando el ocho tumbado, el símbolo matemático del infinito. Esa era mi respuesta. Estaba buscando el infinito.

Como análisis posterior, ella me dijo que tengo muy desarrollados los chakras superiores. El pecho y la cabeza brillaban; es decir, soy muy creativa, siento el amor muy intensamente, soy inteligente, intuitiva y espiritual. Y la parte inferior de mi cuerpo, que estaba como en barro, son los chakras menos desarrollados: lo social, lo sexual, lo terrestre. Estoy mejor en las nubes que en la tierra. Soy más "elevada" que "sexual". Aunque, ella me abría muy bien el chakra sexual. Hacía que funcionara muy bien... Pero sí, he leído más que he follado. Y mi animal de poder es el león.

Noto yo que mi león se está poniendo dorado entero ultimamente...

domingo, 28 de noviembre de 2010

Madam B.

La que fue mi profesora de teatro hace años, nos contó esta historia.

Una mujer de su pueblo había limpiado toda la casa escrupulosamente, había recogido y planchado toda la ropa de su marido e hijos. Se había puesto un whiskey, se lo había tomado y se había quitado vida con la escopeta de caza.

No era lo significativo de esta historia el haberse quitado la vida. Sino cómo. Esa mujer no había bebido en su vida. Decidió irse de este mundo, de esta sociedad, haciendo lo que hace una mujer. Lo que los esquemas sociales habían marcado cuando nació mujer. "Sí, no te preocupes que yo limpio, que es lo que tengo que hacer, ya lo sé. Me voy a ir sin una tachadura, yo siempre he hecho lo que tenía que hacer. Y hoy lo haré mejor que nunca". Pero tomó un wiskey, que nunca había tomado. No cambió de idea ni con el efecto alcohólico de euforia y felicidad que la bebida pudo causarla.  Lo tenía muy claro. "Me voy haciendo todo lo de una mujer y tomando un whisky. Por una vez, haciendo algo como un hombre".

viernes, 26 de noviembre de 2010

Match point

Desde las seis de la mañana en pie y hasta ahora haciendo horas extras (en mi casa y no remuneradas) traduciendo los textos del francés de un nuevo programa que tenemos que ofrecer para cerrar una operación... En fin, eso de que los vendedores,muchas veces, ofrecemos humo, es verdad. En alguna ocasión, hemos vendido programas aún no hechos. Bueno, hechos en la teoría. Imaginados, en defintiva. Pero aún no desarrollados.

En fin que desde las seis sin parar, con demo de por medio, y ya me planto.

Mañana también madrugo. Jornada intensiva de yoga en casa rural de la sierra de Madrid. Haremos varias técnicas: pranayama (respiración de toda la vida), mantras (el ohmmmm y otras similares). Luego comeremos en silencio (vaya, yo que voy para ligar). Y por la tarde, recorrido por la naturaleza, atención acrecentada, se llama (pues con el fresquito de la sierra, a ver si son mis anginas las acrecentadas).

Bueno, en serio, me apetece mucho ponerme mi ropa zen y recibir toda esa buena energía durante todo el día. Se lo he dicho a mis compis de trabajo y me dicen que me va a hacer falta la energía zen. Finales de año, cumplimiento de objetivos, varias operaciones a puntito. Uff, afrontar el momento del match point con buena predisposición. Cuando ya has hecho todo lo posible en un proceso de venta y negociaciación (has mostrado el software, has superado las objeciones, has rebatido el precio) el proceso se queda muchas veces en un punto muerto. Este proceso es una partida de tenis. Saco-recibo. Me la tiran, tengo que recogerla. No puedo perder ningna pelota que me lancen. Y cuando ya sólo queda esta pelota que se queda en punto muerto antes de caer definitivamente, puede pasar cualquier cosa. Puede avanzar o puede pararse (torcerse) la operación. La pelota está en el aire y cualquier cosa puede hacer que vaya a un lado o a otro. Tú ya has hecho todo lo que tenías que hacer (o casi todo). Y sólo algo muy pequeño, un matiz, hará inclinarse la balanza. A veces, muchas veces, tú puedes generar ese matiz, puedes soplar un poquito para que la pelota vaya donde tú quieres. Una llamada al director financiero. Tal vez, al de sistemas. Una llamada agradable, o tal vez, agresiva. Un correo contundente con copia a to dios para que el pánfilo de turno no te esté bloqueando la firma y los demás no se enteran. Otras veces, sencillamente no hay que hacer nada y esperar; cualquier movimimiento haría que la pelota saliera disparada.

Pues digamos que yo tengo muchas pelotas de partido ahora mismo. Muchas operaciones en ese puntito. Y dos, muy gordas. Los análisis de cada situación pasan de la objetividad a la subejetividad en un segundo. Lo lógico no siempre es lo adecuado. Y el camino recto deja de ser el más corto. La intuición supongo que juega un papel muy importante. Creo que está de moda el tema de la intución en los ejecutivos; con multitud de libros y cursos. Y yo, en fin, simpre he tenido la impresión de que no me cosco de nada. Así que, bueno, como todo, me lo tomaré como un aprendizaje. De momento, no lo llevaré tan mal. Llevo ya varios añitos viviendo (y viviendo bien) del rollo este.

Así que mañana me pondré mi ropa zen, mis botas de senderismo y mi plumas colorao. Respiraré todo el aire que pueda de la sierra, y lo iré dosificando para soplar, una por una, a todas mis pelotitas de partido hasta que caigan donde yo quiero.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Like a bird

La próxima semana tengo dos demos en La Coruña. A conocidas empresas de conservas. Nada del otro mundo salvo que me tengo que enfrentar a mis dos grandes miedos:
  • Madrugar (levantarse a las 5 o 4:45). Se me ponen los pelos como escarpias, sólo por escribir la hora.
  • Avión.
Lo de madrugar ya lo contaré otro día.

Desde los últimos viajes he ido desarrollando una pequeña fobia a volar. Siempre lo tuve respeto, normal. Pero ultimamente noto que va a más. En el último vuelo estuve a punto de llorar del nerviosismo (es que yo nunca lloro y soy muy fría). Creo que este miedo creciente tiene que ver con el accidente de autobús que tuve. Nomal también. Que no me pasó nada en el autobús, sólo salí disparada por no llevar el cinturón puesto ("ablochal cintulones") y una semana de collarín. Poca cosa. Pero lo de la fobia esta a volar sí que es una secuela. Joer, y ya me pagaron tres mil euros por lo de las cervicales. Pero ahora cómo me quito yo lo de los aviones; quién me paga el psiquiatra.

Acabo de estar hablando con mis compañeros del tema y me dicen que me tome una pastilla. Les he dicho que no me voy a tomar nada, que no estoy enferma. Al contrario, estoy demasiado cabal para subir a esas bombas volantes.

Además, me jode tener que volar por trabajo. Sevilla, Zaragoza, Barcelona...lo tengo contraladito con el AVE. Me encanta el AVE, se está mejor que en casa. Hace poco tenía que ir a Valencia. Normalmente, vamos en avión. Pues yo me fui en tren. Ahora ya estrenan el Ave, pero en el que fui yo, casi cuatro horas de ida y cuatro de vuelta. Mi jefe me preguntó extrañado, y por qué vas en tren. "Porque ese día los vuelos estaban muy caros". Vale, dijo. Pensaría, esta me ha salido austera. No le voy a decir que me da miedo volar. A ver si me va a despedir o algo. Además, queda mal en una mujer de hoy. En una ejecutiva zen-agresiva. Parece un miedo de gente palurda. Pues eso, nadie como yo habrá celebrado el AVE Madrid-Valencia.

Y este miedo me está convirtiendo en una friki. Conozco todos los modelos y las diferentes series: Airbus, Boeing... Creo que prefiero los airbus, aunque en caso de fallo de motor, son incapaces de planear. Leo las medidas de seguridad: llevar ropa amplia de algodón (menos inflamables, al parecer, que otras telas), deportivas (por si hay que correr). En caso de caída libre, flexionar las piernas, que el impacto sobre las rodillas será menor y nos permitirá caminar después para huir de las llamas. Que no suele haber la fila 13...

Y qué fue del mito Concorde.

Pues eso

I just want a lover. I don't need a friend.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Kriptonita

Sin duda,  estoy más "sensible" de lo habitual. Hoy en la peluquería casi me pongo malísima cuando la chica me ha metido la toalla entre el escote de la camisa. Y eso que era panchita. Pero es que yo eso nunca lo había vivido. Normalmente, te ponen la toalla sobre los hombros y ya está. Pero esta metió toda la mano entre mi camisa y el sujetador para ajustar la toalla. Primero de un lado y luego del otro. Incluso, creo que tardo más de lo necesario. Como colocando la toalla, arriba y abajo, y metiéndola más. Eso sí, muy suave. Pero noté su mano super-dentro, casi en mi pezón. Ya le iba a decir, sigue, no te cortes... En fin, que noté yo una sensibilidad mayor de lo habitual. Si es que, el secano... Entre la ruptura con mi ex y mis platonismos esperándola. Pues eso, que una echando a perder este cuerpazo. Pero es que luego tampoco es que me apetezca (con cualquiera). A misis platón se le juntó misis selectiva, así que a dieta de roscos. Sí, mi vida habría sido mucho más fácil y cómoda (tal vez, también feliz) si no fuera tan tiquismiquis. Ah no, se me olvidaba que ser así es lo que me hace feliz. Soñar, esperar... Y, por eso, me jodió tanto romper con mi ex. Por el buen sexo. Sexo del bueno, pero de esos con amor, alma, energía kármica y de to-o. Puede que sólo sea una evolución (en mí). Las sensaciones sensuales han ido mejorando en cada amante . Han sido muy pocas e igual lo que tengo es que practicar más. Así en la próxima será la releche. Pura lógica. O puede que no funcione así. Más bien será lo de la buda-química que todo lo rige... En la tabla periódica de las relaciones, yo debo ser un gas noble, monoatómica en estado normal. De complicada fusión.

Los gases nobles cuentan con fuerzas intermoleculares muy débiles y, por lo tanto, tienen puntos de fusión y de ebullición muy bajos. Todos ellos son gases monoatómicos bajo condiciones estándar.

Lo que yo decía.

Por lo menos, los gases nobles tienen nombres muy bonitos y poéticos: Helio, Neón, Argón, Kriptón... Ay, Helio, dios del sol y qué rica mermelada.

Soy una kriptonita.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Gusanos, no

Suelo llevar escotes generosos. Me quedan muy bien. Tengo una preciosa zona pectoral. Las clavículas más brillantes nunca vistas. Esto es por mis años de yoga. Mis posturas favoritas eran las que potencian los músculos pectorales. Y mis pechos son preciosos.

En alguna ocasión, en verano, he llevado vestidos que practicamente dejaban mis pechos al aire. Casi se me salían. Pero no quedaba mal o de mal gusto, ni siquiera provocativo. Mis pechos son muy elegantes. No son grandes, ni tampoco pequeños. No están caídos. Son redonditos, tersos, pezones pequeños y puntiagudos. Se sujetan muy bien a sí mismos. Esto es porque no me gusta llevar sujetador. Lo llevo las mínimas horas posibles. Solamente cuando estoy en la calle. En casa, lo primero (o segundo que hago) es quitarme el sujetador. No lo aguanto. Por eso, mis pechos han aprendido a sujetarse a sí mismos durante tantos años. Se han hecho autosificientes al no depender de apoyos y sujecciones externas. Y es verdad que lei hace poco que no es nada recomendable llevar tantas horas el sujetador, debilita los músculos e impide el fortalecimiento natural.

No llevo estos escotes por provocar. Ni por ligar (que total ligaría con tíos aunque veo a muchas mujeres que me las miran cuando voy en el metro, por ejemplo). Simplemente, me veo muy bien con esos vestidos, o camisetas escotadas. Me favorecen, eso es todo. Y una siempre debe tender a mostrar el lado más bello. Pudiendo ir bien para qué se va a ir mal. Por qué ir fea con una camiseta cerrada si puedo ir guapa por el mismo precio con una camiseta escotada.

En una boda, llevé un vestido de seda verde precioso. Tenía la espalda al aire y el pecho sólo cubierto por dos tiras que se ataban al cuello. Al ser seda, y con el viento, las dos tiras se movían bastante dejando mis pechos semidescubiertos (por decirlo de una forma fina). Me hicieron más fotos que a la novia. Una amiga mía lo definió entonces. "Haces muy bien, lo que van a comer los gusanos, que lo disfruten los cristianos".

Cristianas, budistas, ateas...

jueves, 18 de noviembre de 2010

Calor II

Oigo el sonido lejano de un despertador. Mientras, el único movimiento que hago es acercarme más a su cuerpo. Ella está de espaldas y consigo acoplarme totalmente a su cuerpo. Cada una de sus esquinas...sus rincones, sus vértices son completados y llenados por mi piel. El despertador de la habitación contigua sigue sonando. No sé cuanto tiempo ha pasado. Debí de volverme a dormir en la maniobra de acople. Comienzo a mover mis dedos sobre el contorno de su cuerpo. Muy despacio. Apenas la rozan. Hombros redondos, brazos pequeños y duros, pechos ingenuos, cintura expectante y caderas soñantes. Paro las manos en sus muslos. La funda nórdica blanca cubre nuestros cuerpos desnudos. Ella aún no se ha movido. El calor que desprenden nuestros cuerpos derrite el hielo de la ventana y enturbia los cristales con minúsculas gotitas de agua. Respiro el olor a flores secas de su piel.

Se escuchan algunos ruidos que provienen de la otra habitación. Ella comienza a moverse y muy despacio se gira hacia mí. Con los ojos aún cerrados me susurra y dice "hola". "Hola", suspiro en su cuello. Ella es la que comienza esta vez el acople corporal. Ahora nuestros pechos se rozan y buscan el hueco que les pertenece. Nos rodeamos con los brazos y las piernas. Emitimos placenteros ronroneos cada vez que realizamos un movimiento de ajuste más perfecto. Existe, lo sabemos, el ajuste perfecto. Y lo buscamos sin prisa. Disfrutando cada prueba. Así mejor. Si mi mano roza su cabello. Si sube su pierna hasta mi rodilla. Si mi cabeza reposa más sobre su pecho. O si un poquito más de lado. Besos sobre su cara. Mi espalda en caricias.  

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Duracell

Últimamente me da por pensar si voy bien en mi vida. Si he elegido un camino correcto. Si voy por mi camino o me he equivocado. Mi camino es el de la vida fácil. Y eso me inquieta. Creo que la vida no debe ser muy fácil. Para eso, vegetar, sería la mejor opción. Y ya sabemos que no lo es.

A veces veo a las madres de familia con hijos, marido, trabajo y guapísimas de la muerte, y pienso, cómo lo harán. De dónde sacarán el tiempo? Serán unas super-mujeres? Dormirán 3 horas? Tendrán servicio doméstico? A ver, porque yo trabajo y estoy guapísima de la muerte. Pero para lavar y planchar mi propia ropa ya me cuesta encontrar tiempo. Muchas veces, no comería, por no cocinar. Cómo iba yo a dar sustento a unas criaturitas, si apenas me lo puedo dar a mí misma.

Pues eso, a veces me entra algo como…un complejo de inferioridad. No, inferioridad, no. Inutilidad. O escasa adaptación al medio, bajos niveles de supervicencia. Porque yo no podría hacerme cargo de nadie.

A ver, bueno, es que soy una persona cómoda, moderna. Me gusta llevar una vida tranquila, intelectual, zen. Es decir, no me haría cargo de nadie porque no quiero. ¿O es que no quiero porque no podría? ¿El zen es sinónimo de inutilidad?

Mi maestra de yoga decía que nacemos con una cantidad de energía determinada y que está depositada en los riñones. Es la energía para toda nuestra vida. Y cuando se gasta, adiós. Podría parecer una teoría, al menos, lógica y coherente. Como el conejito de duracell con sus pilitas puestas en los riñones. A lo mejor, algunos nacemos con alkalinas, otros con pilas de chinos, incluso habrá con pilas usadas. Pues no sé si por esta teoría o por mi propia vagueza, mi vida sigue el principio más riguroso de la conservación de la energía. Ahorrar, que ya me hará falta.

Ya sé que hay señoras que han tenido 8 hijos y que se han muerto requeteviejas. Y yo que sé, estas serán las que nacieron con alkalinas.

El caso es que creo que la vida no debe ser demasiado cómoda, demasiado fácil. Hay que introducir algún elemento de actividad extra, de complicación, de inquietud. Hay que superarse e inducir la búsqueda de nuevas experiencias.

Si tuviera tiempo...


martes, 16 de noviembre de 2010

Mi novio

Supongo que ha llegado el momento del análisis del momento-blog. De mi experiencia a través del blog. De qué aporta. Cuál es el objetivo que cumple en mi vida. Por qué lo escribo?? Por qué empecé? Y por qué he de continuar??

Comencé el 5 de septiembre, es decir, llevo más de dos meses. Inicialmente, quería que fuera una experiencia creativa de unos 90 días. Ya había realizado ejercicios de creatividad de este tipo. Podría marcarme una fecha-objetivo, hasta la cual seguiré escribiendo. Determinar una fecha en la que acabe el ejercicio. Puede que lo haga.

Luego está el contenido a incluir. Nunca me gustó que tuviera un formato similar a un diario: "hoy he hecho esto, mañana voy a hacer lo otro.." Quería que fueran historias que no hablaran de mi vida de un modo tan directo. Sin embargo, rapidamente ha ido adquieriendo la forma de diario. Y no es que lo que cuente sea exactamente mi YO. Es mi personaje. Pero...parece un diario puro y duro. Así que otra decisión será si acepto y continuo escribiendo un diario. Desde luego es lo más rápido. La escasez de tiempo no permite partir de una historia diferente cada día. ¿O sí? Podría intentarlo.

Pienso también en la supuesta función psicológica que parece que puede conllevar escribir en un blog. Esa función de desahogo total, de plasmar tus opiniones más sinceras. Pero ahí habría que mantener siempre el anonimato. Si las personas que conoces, leen tu blog, deja de ser un elemento de expresión tan libre. Hasta ahí yo voy bien. No se lo he dicho a nadie de mi entorno cercano. Se lo dije a una persona que no era de mi entorno, pero que ahora lo es. En fin, sólo una persona. Puedo opinar del resto.

Puede que empezara a escribir para recrear recuerdos. Sobre todo, los de mi ex. Pero no puedo escribir siempre de ella. O sí. Total, no escribo para un público. Escribo para mí.

Y, ni siquiera, sé las respuestas de todas estas cuestiones. Porque igual me queda mucho tiempo más para plantearme las "verdaderas cuestiones sobre el blog".

Incluso me da la impresión que desde que escribo el blog, estoy más dispersa, por ejemplo, en el trabajo. Puede que sea una coincidencia. Puede que ya me aburra mi trabajo. Y hasta puede que sea inevitable que el trabajo aburra siempre.

Creo que no voy a resolver estas dudas blogueras por el momento. Seguiré en el a ver qué pasa. Como con las novias, y bueno, a ver si acabamos casados o rompemos en navidades, como suele suceder con las parejas. Yo y mi novio el blog.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Happy

Me puse a pensar hoy en los momentos más felices de mi vida. Quería que me vinieran a la cabeza varios y recordarlos todos como metiditos en una lista en mi cabeza. Recordar de forma líneal. No es fácil este ejercicio. Se me venían, al contrario, los momentos malos. Y no es que haya tenido tantos. Puede que mi memoria selectiva sea más generosa con los momentos dolorosos y no los reprima, como se supone que tendría que hacer.

Creo que lo que pasaba es que dudaba. Porque el término "feliz" no se adapta a los acontecimientos que vivimos. Pensaba en:
  • momentos divertidos (juergas con los amigos)
  • intensos (espectáculos de teatro y películas que me habían hecho sentir la intensidad)
  • momentos de logros (sacar matrículas de honor, retos profesionales)
  • procesos de aprendizaje, desarrollo, evolución (yoga y teatro)
  • la tranquiliad, el equilibrio en esas épocas en que todo va bien o que nada va mal
  • momentos familiares (oir la voz joven y risueña de mi madre, y la de niña cursi de mi sobrina pidiendo otra Barbie)
  • momentos del ego (qué guapa soy y qué tipo tengo)
  • liberación de endorfinas (después de nadar o dar largos paseos por el campo)
  • satisfacciones culinarias varias (comer y beber, qué gozada)
  • momentos amorosos (los más buenos)
No sé si será una cuestión de conceptos, pero incluso esos momentos no podría considerarlos "felices". Pero, claro, se trata de saber qué es (para mí) un momento feliz. Y, no sé, parece que ese término no cuadra con los "buenos momentos" que he vivido. Son buenos y muy buenos, pero no sé si podría llamarlos felices. Pensándolo bien, me parece una palabra un poco pedante. Decir, "qué felicidad" o cosas así, es insoporteibol. Mira, me gusta más happy. Suena más liviano, como tiene que ser. No esto de la "felicidad", como una losa, que nuestra cultura considera una utopía y que luego se inventaron eso de que la felicidad no existe, sino que tenemos "momentos de felicidad". Nos ha jodido, se quedaron calvos de pensar.

Así que, bueno, espero, que sea sólo una cuestión de conceptos y que mis "buenos momentos" sean también "momentos felices". Esto del pensamiento y el lenguaje... El relativismo lingüístico (una chica se enamoró de mí sólo por pronunciar este palabro). También me pusieron una matrícula de honor en psicología social por mencionar que los esquimales tienen 5 términos para designar diferentes tonalidades del color blanco. Y que, en no recuerdo cuál de los libros de Kundera, comentaba que en la Checoslovaquia de toda la vida tenían (o no tenían, es que no me acuerdo ahora) un término para designar un tipo de nostalgia que en otros países no tienen y, por eso, ellos tenían esa cara de tristeza de nacimiento..

Y ahora que los de la Real Academia están cambiando palabras y no sé si podré escribir sólo, o por no saberlo, pondré siempre solamente...pues a ver si cambian la de "felicidad" por otra que nos sea mentalmente más conseguible.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Calor

Se acercan los días en que mi cara volverá a estar cubierta de besos. Lo (pre)siento.

Vamos paseando por un camino en medio de un campo. Llevamos puestas nuestras botas de senderismo y ropa de abrigo. La temperatura es muy baja. Caminamos
deprisa para no sentir el frío y porque está anocheciendo. Deberíamos llegar al coche en menos de una hora. No hablamos. No tenemos miedo al silencio. Sólo escuchamos nuestras respiraciones, ahora fuertes y rápidas, por el empinado recorrido. También se oyen las ramas azotadas por el viento y los susurros de las hojas secas bajo los pies. Nos miramos de reojo. Esperando encontrar algún gesto de complicidad, alguna sonrisa... Huele a sándalo, a lluvia lejana, a madera quemada. El tiempo pasa deprisa. No querríamos llegar nunca. Queremos parar el tiempo. Seguir caminando juntas en silencio para siempre. Sabemos que al final del camino, nuestro silencio se volverá jadeos y olor a velas. Mientras andamos, recreamos ese momento de ensueño, de deseo callado.

Llegamos al coche congeladas. Al entrar, no nos besamos. No nos cogemos las manos. No podremos ni rozarnos. Tenemos que mantener la pureza hasta llegar al
hotel. Vemos colores naranjas y violetas en el cielo.

La habitación está en la primera planta. Nos quitamos la ropa despacio. Cazadora, polar, camiseta, botas, pantalón... Temblamos. Escalofríos. Aún no logramos entrar
en calor. La bañera se está llenado con agua ardiendo. Los espejos ya se han cubierto de vaho. Ella es quien va repartiendo velas por toda la habitación. Una a
una. Piensa delicadamente los lugares perfectos para ubicarlas. Y las enciende. Yo abro la botella de vino blanco y lo sirvo en las copas. Apagamos todas las luces. Toda la habitación y el baño están vestidos de pequeñas velas. Vemos diminutas sombras que se mueven y se proyectan sobre nuestros cuerpos desnudos. Nos dirigimos a la bañera. Brindamos aún fuera del agua. Bebemos. Nos besamos y nos abrazamos de pie. Durante mucho tiempo.

martes, 9 de noviembre de 2010

Mi violín

Es verdad, me estoy dando cuenta de ello, como otras veces... Llevo unos días que estoy desacompasada con el mundo... Vibro en difernte sintonía, voy a otro ritmo que no se acopla a la sintonía de la orquesta universal. No logro afinar mi violín para que no desentone.

Es una sensación conocida ya por mí. Un viejo amigo. O enemigo.

En varios días he roto vasos, se me caen las cosas, se me rompen, hasta electrocuto... Estas cosas no tienen importancia. No me importan lo más mínimo. Pero sé que son la señal de que voy con el pie cambiado.. Yin y yang. A veces, se fluye con todo lo que sucede en el día. Todo sale según lo deseado; o, si no deseado, en el ritmo, en la coherencia, en el plan universal. Y otras veces está la sensación de que eres una gota de agua que no logra meterse en la corriente del río. Que intenta entrar y que una y otra vez es expulsada del río de la vida. En las cosas más pequeñas se observa que las piezas no están encajando...desde hace un tiempo... Tal vez, sólo sea cuestión de analizar cuál fue la primera que se puso mal; y a partir de la cual todo ha ido al caos. Es lo que intenté en mi post de hace unos días. Pero lo hice mal. Analicé las consecuencias de ese estado de no-fluir. Repasé los actos fallidos de los últimos días pero estos ya sólo eran los inevitables efectos a una o varias causas. No me fui al origen. Pasé por alto estas causas.

Ahora sí que estoy entre la espada y la pared. Me estoy haciendo la pregunta del millón. Por qué estoy estos días desacompasada. Sé la respuesta. La he sabido desde el principio. No soporto hacer cosas que no me apetecen, que no me salen de dentro. No tengo ningún grado de hipocresía ni de falsedad. Soy demasiado auténtica. Para bien y para mal. Porque, a veces cuesta mucho adaptarse a ecosistemas adversos y poner buena cara. Pero para eso ya están los falsos. No soporto a mis amigas de toda la vida que vinieron de mi ciudad. Ya me cuesta pasar una hora con ellas porque tienen un grado bastante elevado de maldad, según mi escala. Es esa maldad, provocada por la ignorancia y la pobreza de sus vidas. Sus conversaciones no tienen otro motivo que criticar a otras amigas, a famosos, etc. Siempre la crítica. Siempre estar más pendientes de las vidas ajenas que de las suyas. Porque sus pobrecitas vidas son algo más que la vida del cerdo. Habían venido a Madrid en otras dos ocasiones. No soporto pasar dos días con ellas. Desde septiembre me estaban diciendo que querían venir y yo iba dando largas. No quería que vinieran. No quiero pasar mi tiempo con alguien que no quiero ver. Finalmente, ya no tenía más excusas y vinieron este fin de semana. En fin, creo que cuando haces una cosa que no quieres hacer, cuando te sientes obligada a hacer algo, estás rompiendo el plan universal, estás colocando mal una pieza. Así que, a ver qué excusas me busco para cuando quieran volver. Me niego a volver a poner una pieza mal en el puzzle mi vida.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Libros...

Esta tarde, aprovechando que había recobrado mi existencia habitual, fui a la biblioteca. Siempre me gusta coger una novela y otro de otras materias: teatro, psicología o poesía. Hoy toca Murakami (hace poco me lo recomendaron... y tenía ganas ya de leer algo de él). El otro estaba en la sección que yo llamaría psicología barata: autoayuda. Nunca he cogido ninguno de esos libros, me parecen libros para gente necia que con dos frases con lógica piensan que ya han encontrado el sentido de su vida. Pero bueno, hoy cojo éste, no por el contenido de autoayuda en sí. Sino por la estructura: en cada página hay un título y la enseñanza en un párrafo.. Permite pensar en cosas muy concretas de forma muy rápida. "Es fácil dejar de preocuparse", es el título. Lo elegí por lo que dicen del autor que, cito textualmente, trabajaba como asesor financiero hasta que en 1983 consiguió dejar de fumar sin ningún esfuerzo. Cualquiera puede escribir un libro y creerse proclamador de la verdad. Yo también dejé de fumar sin esfuerzo, pero mira, seré más tonta porque no  me he forrado con ello. Con lo que yo sé y qué poco me luzco...

Uno de los párrafos dice lo siguiente:

Supongamos que naciste con una minusvalía mental. Algunas personas nacen así y una de las Maravillas de la Madre Naturaleza es que esas personas no tienen inteligencia para preocuparse por ello o por las otras muchas cosas que resultan tan preocupantes a la gente más inteligente. Sin embargo, si tienes inteligencia para leer este libro, tienes capacidad suficiente para convertirte en un gigante intelectual.

??

domingo, 7 de noviembre de 2010

Ratpeca

Después de mi ataque de no querer existir durante unas horas, repaso mis últimos días para ver qué es lo que lo ha causado.
  • Jueves por la mañana. Mi ex me escribe un mail, me llama cariño y me dice que tiene muchas ganas de verme. Pero que no podrá hasta diciembre. ((Sus oraciones budistas le roban todo el tiempo)). ((Eso no lo dice ella, lo digo yo)).
  • Viernes por la mañana. 6:15. Voy a recoger mi croissant de la tostadora y sufro un calambrazo de 50000000 voltios o watios, o como se diga. Saltan los plomos y del aparato salen un fuegos artificiales naranjas, hasta con traca. (El chillido que di están pensando en ponerlo en el próximo doblaje de Psicosis). Espero que mis compañeros se levanten a axiliarme en cualquier momento. Pero nada. Y como puedo, con mis manos templando por el calambrazo y el susto, tomo una linterna y voy a encender los pilotos de la luz. Cuando volví a casa por la tarde, mis compañeros me dijeron, qué grito esta mañana, nos despertaste. Y mi compi-amigo-hermano (hasta ese día) me dijo que tenía una energía muy destructiva con los objetos. Perdón, perdón por existir.
  • Viernes por la mañana. 11:00. Demo. Mi compañero y yo nos dirgimos a la calle San Roberto. Cuando salimos del metro y nos plantamos en esa calle, sólo nos falta que nos ofrezcan coca. Niñatos varios se dirigen a un instituto, señoras con las bolsas de la compra... Las calles de barrio marginal nos hacen intuir que ahí no estará el mega-grupo al que nos dirigimos. Mi compañero revisa la dirección en su blackberry. La calle es San Norberto. No es San Roberto. Me siento estúpida porque fui yo quien sacó el plano. Y no sé si confundir la calle se debe a un despiste o a que no veo tres en un burro. O a que la forma global de la palabra sustituyó al contenido exacto. Así que, cogemos un taxi y le decimos la dirección al taxista. Nos volvemos a encontrar en unas calles de barrio-barrio. Estoy teniendo un deja vu. El taxista nos mete por unas calles de vallecas similares a las otras y dice que está a 500 metros. AQUÍ NO PUEDE SER.. El taxista había metido en el tomtom, la calle San Alberto. Nos pide perdón cien veces y a toda leche se dirige a la calle San Norberto. Y, cuando por fin llegamos a la calle San Norberto, vemos a una prostituta en las esquina. Vamos, que los tres santos tenían unas calles que pa qué. Y encima,  a San Norberto lo ignora todo el mundo, subyugado por sus hermanos famosos Alberto y Roberto.
  • Sábado por la mañana vienen mis amigas de mi ciudad. No tengo nada en común con ellas pero como son de toda la vida...pues nobleza, obliga. Tengo que estar con ellas todo el fin de semana, HM, VIPS, rastro....Por la noche vamos a Chueca y entramos en la bodega. Me encuentro a dos amigas (que entienden). Casi me da un ataque porque mis amigas de toda la vida no saben que me vuelven loca las mujeres. Y en décimas de segundo veo mil escenas en que mis AMIGAS LESBIANAS me dicen algo de contenido bollo delante de mis AMIGAS DE TODA LA VIDA. Pienso, las saludo y me voy pitando, no las puedo dejar hablar (A LAS LESBIANAS). Una de las LESBIANAS se me pone a hablar de que han ido a ver una peli del festival y la corto en seco. "Me tengo que ir que están mis amigas ahí y no hay sitio"... Nunca he dejado a nadie con la palabra tan en la boca. Más que en la boca todavía la tenía en el hipotálamo. Me puse nerviosísima. Me volví a mis amigas y dije, vámonos que no hay sitio. Una de mis AMIGAS DE TODA LA VIDA, dijo, pues nos quedamos en la barra. También la dejé con la palabra en la boca, me dirigí a la puerta y dije vámonos de aquí. Entramos en otro bar que estaba al lado. Voy al baño y llamo a mi amiga LESBIANA para pedir dsiculpas por haberle dejado con la palabra en el cerebelo. No me lo coge. Salgo del baño y voy a la mesa. Me llama mi amiga lesbiana y digo a mis amigas de toda la vida, uy qué querrá mi cuñada..y salgo a la calle a hablar para contar a mi amiga lesbiana la historia... Puto armario. Re-puto armario.
  • Ayer llevo una chaqueta negra. Una vez la dejé en una silla en una tienda. Cuando volvimos aún estaba. Otra vez, me llama un chico y me dice que se me ha caido. Y la tercera vez, es una señora mayor la que va detrás de mí para darme el cinturón.
  • Esta tarde, tras dejar a mis amigas en el tren, fui a BIOCULTURA. Mi ex había ido ayer, según me dijo en su correo. Entro muy contenta. Me apetece coger mucha información sobre escuelas de yoga, chi kung, etc. Pero a medida que voy caminando por los diferentes pasillos me empieza a entrar una tristeza incontrolable. Todo me recordaba a ELLA. Imagino que ella estuvo ayer ahí. Me la imagino en todos los puestos con su eterna risa. Sus cuencos... No aguanto más. Me voy. Por primera vez, no acepto lo que pasó. 
No acepto que el budismo nos separara. No acepto que tenga ganas de verme y tenga que ser en un mes. Eso no son muchas ganas.
No acepto la doble vida lesbiana/no-lesbiana.
No acepto las descargas eléctricas.
No acepto los deja vu. Hoy no.
No acepto las coincidencias y las casualidades que no llevan a nada. Hoy no.
Si tengo que perder algo, quiero perderlo. No acepto segundas ni terceras oporunidades.
Incluso, no acepto a San Alberto ni a San Roberto. Acepto a San Norberto.
Y porque no aceptaba, me moría de tristeza mientras volvía a casa.No aceptaba la existencia, tampoco. Mi existencia. Pensé que estaría bien dejar de existir durante unos instantes. ¿Será lo que les pasa a los suicidas? Igual no quieren dejar de vivir. Igual solo quieren dejar de existir unos instantes.

También pensé que en esos momentos sólo se pueden hacer unas pocas cosas: comer a lo bestia, beber. O las otras salidas más espirituales: meditación... No me daba la gana ni comer ni beber. Ni meditar. Hoy no acepto la meditación tampoco. Así que, puede que esto del blog, sea mi modo de hoy de salir de la existencia unos minutos.

Y no acepto al Papa,que se vaya ya a Roma.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Preciosa??

En las últimas dos-tres semanas, mi ex y yo nos estamos intercambiando correos. Empecé yo, qué menos, es la mujer de mi vida. Le reenvié un correo de un tema de yoga que me habían enviado. Sin texto, ni nada. Algo aséptico. A ver qué pasaba.. Si no había respuesta, pues nada, sin ninguna implicación emocional. Y si la había, pues a descifrar el contenido. Yo le envié el email a las 23:30 de la noche. Y a las 8:30 de la mañana tenía la respuesta.

Me preguntaba qué tal me iba. Y me contaba un poquito cómo le iba a ella; cambios en el trabajo, se había roto un brazo, etc. A los dos días, sin demasiada prisa, le contesté a ese email. Podría considerarse dentro de la cortesía. Ella me cuenta sus cambios sin que yo le pregunte. Pues yo le cuento los míos, ya que me lo pregunta. Le formulo, a su vez, otra pregunta muy sutil en ese correo. Una de esas cosas que no se tienen por qué responder. Pero que si te interesa seguir en el hilo de la comunicación, respondes.

Me respondió a los tres días con el siguiente encabezado. "Hola preciosa"..blablabla..

La verdad, no tengo intención de volver con ella. O por qué me engaño. No lo sé. No lo sé, de verdad. A ver, me encantaría volver con ella. Pero por otro lado siento que no va a suceder.. Lo de "hola preciosa", se lo dije a mi compi-amigo-hermano Fer. Y me dijo "esa quiere guerra". Eso, que me dé encima ilusiones.

Pero, para ser estrictos, yo, lo de preciosa sólo lo digo a una a quien quiera besar, como mínimo. Lo de "hola guapa" es otro matiz muy diferente. Eso se dice a casi todo el mundo en plan agrado. Reviso, y veo que sólo he llamado preciosas a las chicas con las que me he enrollado o lo he intentado. Y a las que he amado.

Entonces, el utilizar esa palabra por su parte..me dio que pensar... Directamente, si quieres un trato normal, distante, etc. no utilizas esa palabra. Aunque, como ella es italo-alemana, puede que tenga otras connotaciones; que sólo sea una palabra agradable.

En fin, no quiero pensarlo más. Después de publicar el post, lo olvidaré. Porque, conociéndome, platónica pura al cubo más mi derivada y multiplicada por mi integral de platonismo puro, me veo pasándome tres años flotando en mi nube de estado ideal de historia de amor platónica y etérea...y falsa. Lo de que esas historias perfectas, ideales y platónicas son falsas es algo que he descubierto hace poco. Aún a veces, no quiero creerlo, como platónica que conserva su esencia. Pero sí. Ahora ya lo estoy dejando. Estoy muy centrada yo en esto de la realidad. Más o menos.

Botones II

La Ley de Mr. Buda-Murphy se cumplió una vez más. Es la única Ley que se cumple. La Ley Divina. La Ley:

Hace unos días hice una reflexión sobre los pocos botones que se me habían descosido en los años que llevo en Madrid. Y que nunca había cosido ninguno.

Pues 9:30 de la mañana. Metro de Madrid. Me dirijo a Atocha para coger el AVE Madrid-Sevilla que sale a las 11:00 horas. Tengo demo y llevo modelito: medias, zapatitos y maletín con ruedas para el portátil. Soy bastante precavida (o previsora). Siempre llevo otros pantys de repuesto en el bolso. Lentillas y gafas. Colonia Tous, desodorante Sanex (po zi la caló de Zevilla...). Mis cositas de suave maquillaje. Incluso pinzas.. El bolso de la Señorita Pepis. Pero hoy en el metro me sucede algo para lo que no había tomado ninguna precaución. Un botón sale disparado de mi americana. No uno de abrochar la americana, que total la dejas suelta y ya está. Es un botón que sujeta unas tiras a modo de cinturón, que se juntan en la espalda y hacen que la americana sea entalladita. Vamos es el detallazo de la americana. Y sin ese botón, las dos tiras de tela caen a los lados. Un horror.

Pienso que voy con muchísimo tiempo y seguro que en Atocha hay un cose-todo. O, a las malas, venderán en algún lugar aguja e hilo y me tocará coser un botón por primera vez (o segunda; creo que una vez cosí uno). Pues ni a las malas ni a las malísimas. Lo del cose-todo parecía ciencia ficción. Incluso, no conocían la palabra. Pero cuando pedía aguja e hilo, se me quedaban mirando con unas caras en las tiendas..  A VEEERR.  Cómo se me ocurre pedir esa extrañeza. En  un lugar donde cada día viajan miles de personas. Que, muchas de ellas van a reuniones de trabajo. Y que un dobladillo suelto, un botón que se cae…. o cosas peores pasarán… a cada segundo. Eso sí, tiendas de bolsos de 200 euros, que no falten. Son tan necesarias… Y hasta me regalaban un viaje en AVE ida y vuelta a no sé donde, por hacerme no sé qué tarjeta. No quiero un viaje, no necesito un viaje. Cuando quiero viajar, viajo. No necesito regalos. Tengo necesidades de supervivencia que no puedo satisfacer en esta sociedad tan complicada y capitalista. Desistí después de un rato de peregrinación por tiendas y puestos. Pero seguí pensando. En el tren seguro que tienen para esos imprevistos. También veo a un grupo de un viaje del IMSERSO; seguro que las señoras de esa edad, todas llevan su kit de cose-cose. Estoy salvada. Y, encima, una de ellas se prestará a cosérmelo.

Después de largo rato estudiando todas las posibilidades, me cansé. Las abuelas estaban en otro coche y me negaba a estar con la americana de la mano por todo el tren, suplicando limosna. Y la azafata del AVE, me dijo no tienen esas cosas. A estas alturas ya me había quedado claro que pido unas cosas muy raras.

Pues mira así no tendré que coser nada. Voy como vaya. Total, en Sevilla hará calor y llevo la americana quitada y ya está. Que yo hasta puedo vender un software de 100.000 euros sin americana ni ná. Pedazo de falda y piernacas que llevo. Hombre ya!!!

Finalmente, nadie reparó en mi no-botón. Hice un nudo con los dos trozos de tela y genial. Y, la verdad, hacía bastante calor en Sevilla y casi todo el tiempo estuve con la americana quitada.