martes, 15 de marzo de 2011

Roles

El otro día me hizo sonreir ver, en un centro comercial, a una niña de unos siete años que llevaba de la mano y guiaba a su madre ciega.

Me imaginé un sentimiento de orgullo. El orgullo de la niña por haber llevado a su madre por la vida. Y lo orgullosa que iría la madre, a lo largo de los años, con su hija.

En la vida vamos teniendo distintos guías, maestros y apoyos. Y está bien cambiar los papeles. Que el hijo guíe a los padres. Y que los alumnos enseñen a los profesores. Mi profesora de teatro aprendió de mí, que seguro que existe alguna mariquita cuadrada y que la voz solo sale nítida desde los pechos enamorados. A mi maestra de yoga, a no preocuparse si tosía mientras meditaba. La tos no siempre es provocada por la mente para joder. Y a mis padres les he enseñado más cosas que ellos a mí; para eso ya me hicieron de buena calidad y me mostraron, con sus actos, cómo adorarles.

1 comentario:

  1. "Obras son amores y no buenas razones"


    mariquita cuadrada otro enigma como las unidades diderot :))

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