lunes, 14 de noviembre de 2011

Lamentablemente

Hay dos verdades universales. 

Todo pasa. Y nada llega. Y de ahí nuestro eterno estado en un punto intermedio, que algunos llaman andar el camino. Francamente, jode, a veces, andar tanto para nunca llegar. O haber llegado, para tener que continuar el camino, sin poder conservar los pasos dados, en una cajita.

- ¿Se está acercando mi etapa anti-zen? 
- Sí, pequeño saltamontes. Todo pasa. 
- Pero, y ahora qué. ¿Caminar más?. Maestro, estoy un poco perezoso. O, se podría decir que cansado.
- ¿Quieres que te corte las piernas? 
- No, no. Pero ¿podría llegar ya a algún sitio?

4 comentarios:

  1. Camina conmigo. Juntas llegaremos. Lo prometo. Confía en mí (y en ti)

    ResponderEliminar
  2. Deja fluir. Camina sin prisa pero sin pausa. Todos tenemos un lugar.

    ResponderEliminar
  3. Marta, aunque no puedas o quieras caminar eso eso también es caminar... otra forma de caminar...
    un abrazo Hora

    ResponderEliminar