Yo había llegado a las siete y media para comprar las entradas.
La película empezaba a las ocho y cuando llegamos al cine las puertas estaban cerradas.
Ella había perdido la tarjeta del banco, se le había caído y descuartizado el teléfono..
- "No es mi día. Y el segundo día que quedamos, llego tan tarde que ya no me vuelves a perdonar".
En compensación, me regaló un Buda, pagó la cena, los mojitos y me besó.
Aunque tenga que hacer un esfuerzo, creo que no tendré más remedio que perdonarla.
Oeeee, lo que empieza así hay que seguir rascándolo, a ver qué sale!
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