domingo, 5 de octubre de 2014

Algunas veces hay que coger el alma con alfileres

Así de esa forma no la lastimas y
la trasladas con sumo cuidado
al lugar donde crees que has de depositarla
y si no sabes lo que hacer con ella
colócala en la mesa del estudio,

secciónala y en tiras muy pequeñas

la vas comiendo lentamente;

siempre la tendrás en ti y al morir

ella también morirá.

No olvides mascar bien el lugar

de los recuerdos

y dispersarlo por todo el cuerpo,

así cuando te toques las rodillas

recordarás tu infancia

y si alguna chica besa tus labios

recordarás tu primer amor

y en los espejos te verás como eras y no como eres

y eso tendrá sus cosas buenas y malas

y cuando mires la luna la verás

desde el vientre de tu madre

y no querrás salir

y cuando leas un poema lo leerás

desde el lugar reservado al poeta

y cuando navegues lo harás por la

memoria de tus deseos

y tus imposibles se harán realidad uno a uno,

tal como querías…

quién te iba a decir que todo se

arreglaría de manera tan simple.


Ginés Parra



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