jueves, 3 de febrero de 2011

Cómo montar una bicicleta estática y extraer una lección zen

  • Primero. Tener un objetivo. Ya está bien de yoga y quietud. Tantas horas de oficina harán mis piernas como escayolas. Solución temporal: bicicleta estática. Complemento: piscina,.

  • Me dirijo al Alcampo. Rebajas, momento perfecto. Se divisa la bicicleta. Precio, 120 euros. Transporte: 30 euros. ¿Me espero al viernes, quedo con mi amigo J.M, la cargamos en el coche y me la monta él? No, mejor no depender de nadie, en la medida de la posible. Lo que una pueda hacer solita que no se lo haga nadie. (bueno, en casi todas las cosas) ¿Me la llevan a casa y pago 30 euros? Anda, si no pesa tanto. Con el centro comercial al lado del metro, y mi casa delante del metro, lo tengo chupao. La agarro por las cintas muy fácilmente. Jodeeeer. 15 kgs. Y ya estaba reventada al llegar a la caja. Y hoy que llevo medias. No sé...dudo. Nobleza obliga. Claro que puedo.

  • Obstáculo-escaleras mecánicas. A ver cómo mantengo el equilibrio y no caigo rodando con la caja. Con el volumen del paquete apenas veo los escalones. Por supuesto, no puedo agarrarme. Y ya no sé de dónde colgarme el bolso. Por unos instantes, me imagino contándole a mi jefe que tengo una baja por caerme en las escaleras del metro. No estoy hecha para el ridículo sino para las causas dignas. Fuera pensamientos negativos. Me lanzo a los diferentes tramos de escaleras a gran velocidad, si lo pienso va a ser peor. Perfecto.

  • Apenas me quedan ya fuerza en los brazos. Y las cuerdas me siegan cada vez más los dedos. Apoyo ahora el peso en las caderas y voy empujando con las piernas. Está bien ir alternando los puntos de apoyo. Llego al andén y subo al tren. Estoy en la mitad, pienso. Ya está hecho. Llego a mi parada y se me ocurre que puedo ir arrastrando la caja y será mucho más fácil. Así es. Y así llego a casa. Y las medias sin una carrera. PRIMERA FASE SUPERADA. Ahora queda montarla. ¿Lo puedo hacer mañana?. No dejes para mañana...

  • Ante la certeza absoluta de que faltan piezas (sólo cuento 6 tornillos en la bolsita) estoy a punto de desesperarme. Pero me convenzo, bueno, mira las instrucciones, sigue los pasos.  Según la voy montando, veo que van apareciendo las piezas y tornillos que pensé que faltaban. El universo siempre pondrá a tu alcance las piezas que necesites. No te dará más. Es justo (o tacaño). Te dará las justas. El universo tiene filosofía Ikea. Así nos va. Ya podía haberse fijado en El Corte Inglés.

  • Me quedan el sillín y el manillar. Pero me duelen ya bastante los brazos. Me cuesta meter los tornillos y las tuercas. No soy muy hábil para estas cosas. Me comienzo a agobiar. Quiero terminarlo pero no consigo meter un tornillo con el que llevo bastante tiempo. Está bien, dosificar fuerzas. Por hoy creo que tengo bastante. Espero mañana poder mover los brazos y los dedos.

  • Llegan mis compañeros y me preguntan. ¿La has traído tu sola? Sí, yo solina. Insisten en ponerme el tornillo que no podía meter. Ok, acepo la ayuda, a estas alturas la agradezco infinitamente. Pero ellos tampoco pueden. Decidimos dejar el tema para mañana. Los remedios y las soluciones suelen llegar por sí solas después de un tiempo.

  • Lección zen: si no haces el amor, por lo menos está bien tener agujetas por montar una bicicleta.

4 comentarios:

  1. Y hacer el amor en la bicicleta estática? Dobles agujetas? Eres una valiente, gasta esos 30 euros que te ahorraste en algo bonito!

    ResponderEliminar
  2. oleeee!!! bienvenida al club de las ciclistas estaticas... ¿se diría así? jajaja..

    ResponderEliminar
  3. pues, yo llego a otra conclusioN ZEN: Jooo que cabezona eres nO¿?

    ResponderEliminar
  4. Qué bien, ya tienes agujetas sin haber empezado a entrenar, eso es ejercicio eficiente!

    ResponderEliminar