viernes, 12 de noviembre de 2010

Happy

Me puse a pensar hoy en los momentos más felices de mi vida. Quería que me vinieran a la cabeza varios y recordarlos todos como metiditos en una lista en mi cabeza. Recordar de forma líneal. No es fácil este ejercicio. Se me venían, al contrario, los momentos malos. Y no es que haya tenido tantos. Puede que mi memoria selectiva sea más generosa con los momentos dolorosos y no los reprima, como se supone que tendría que hacer.

Creo que lo que pasaba es que dudaba. Porque el término "feliz" no se adapta a los acontecimientos que vivimos. Pensaba en:
  • momentos divertidos (juergas con los amigos)
  • intensos (espectáculos de teatro y películas que me habían hecho sentir la intensidad)
  • momentos de logros (sacar matrículas de honor, retos profesionales)
  • procesos de aprendizaje, desarrollo, evolución (yoga y teatro)
  • la tranquiliad, el equilibrio en esas épocas en que todo va bien o que nada va mal
  • momentos familiares (oir la voz joven y risueña de mi madre, y la de niña cursi de mi sobrina pidiendo otra Barbie)
  • momentos del ego (qué guapa soy y qué tipo tengo)
  • liberación de endorfinas (después de nadar o dar largos paseos por el campo)
  • satisfacciones culinarias varias (comer y beber, qué gozada)
  • momentos amorosos (los más buenos)
No sé si será una cuestión de conceptos, pero incluso esos momentos no podría considerarlos "felices". Pero, claro, se trata de saber qué es (para mí) un momento feliz. Y, no sé, parece que ese término no cuadra con los "buenos momentos" que he vivido. Son buenos y muy buenos, pero no sé si podría llamarlos felices. Pensándolo bien, me parece una palabra un poco pedante. Decir, "qué felicidad" o cosas así, es insoporteibol. Mira, me gusta más happy. Suena más liviano, como tiene que ser. No esto de la "felicidad", como una losa, que nuestra cultura considera una utopía y que luego se inventaron eso de que la felicidad no existe, sino que tenemos "momentos de felicidad". Nos ha jodido, se quedaron calvos de pensar.

Así que, bueno, espero, que sea sólo una cuestión de conceptos y que mis "buenos momentos" sean también "momentos felices". Esto del pensamiento y el lenguaje... El relativismo lingüístico (una chica se enamoró de mí sólo por pronunciar este palabro). También me pusieron una matrícula de honor en psicología social por mencionar que los esquimales tienen 5 términos para designar diferentes tonalidades del color blanco. Y que, en no recuerdo cuál de los libros de Kundera, comentaba que en la Checoslovaquia de toda la vida tenían (o no tenían, es que no me acuerdo ahora) un término para designar un tipo de nostalgia que en otros países no tienen y, por eso, ellos tenían esa cara de tristeza de nacimiento..

Y ahora que los de la Real Academia están cambiando palabras y no sé si podré escribir sólo, o por no saberlo, pondré siempre solamente...pues a ver si cambian la de "felicidad" por otra que nos sea mentalmente más conseguible.

2 comentarios:

  1. me he quedado loka, con lo de los esquimales y lo del blanco :))

    ResponderEliminar
  2. Hace poco escuché una entrevista a Jorge Bucay en la que le preguntaban qué es la felicidad. Él contestó que si tenemos un concepto de felicidad muy elevado y utópico, nunca la alcanzamos, que la felicidad él la entendía más bien como serenidad y que eso era más asequible. Tu reflexión va por ahí.

    ResponderEliminar